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El vicepresidente de Argentina, procesado por segunda vez

Un juez determina que Amado Boudou falsificó la documentación de un auto que compró

Francisco Peregil
El vicepresidente del Gobierno argentino, Amado Boudou, en una imgen del pasado mayo en San Salvador.
El vicepresidente del Gobierno argentino, Amado Boudou, en una imgen del pasado mayo en San Salvador.JOSE CABEZAS (AFP)

El pasado 27 de junio, el juez Ariel Lijo procesó al vicepresidente del Gobierno argentino, Amado Boudou, por el supuesto soborno en el que habría incurrido al comprar la empresa que tenía el monopolio de la impresión de billetes mientras era ministro de Economía (2009-2011). Era la primera vez en la historia del país en la que un vicepresidente era procesado en el ejercicio de su cargo. Este viernes, otro juez volvió a procesar a Boudou en un caso distinto. El magistrado Claudio Bonadio lo procesó por supuesta falsificación de documentos en la compra de un coche Honda CRX Del Sol rojo descapotable. Se trata de un caso menor comparado con el del supuesto soborno, pero viene a complicar la situación de Boudou y la de la presidenta del Gobierno, Cristina Fernández, quien continúa apoyándolo, a pesar de que nunca se ha expresado en público al respecto.

El coche en cuestión fue comprado en 1992, según consta en la declaración jurada de Boudou, que presentó en su día como miembro del Gobierno. Pero su antigua esposa, Daniela Andriuolo, declaró que lo compró en 1993, cuando ya estaban casados. La causa la inició en septiembre del año 2009, la titular del registro donde se iniciaron los trámites del coche.

El vicepresidente –representado por su abogado en este caso, Jacobo Grossman– achaca la falsificación de documentos a los gestores del trámite, a quienes asegura que nunca trató, ya que de la operación se encargó su pareja de entonces, Agustina Seguín.

Usted incomoda el normal funcionamiento del Senado y el costo político lo pagamos todos, las instituciones, la democracia Rubén Giustiniani, senador opositor Frente Amplio

Desde que fue procesado por primera vez el 27 de junio el Gobierno evitó que Boudou compareciese en el Senado, donde ejerce como presidente de la Cámara, para evitar precisamente lo que terminó sucediendo este miércoles, dos días antes de que llegara la orden del segundo procesamiento: toda la oposición abandonó la Cámara mientras le exigían que renunciase al puesto.

El senador peronista del opositor Frente Amplio Rubén Giustiniani, le dijo a Boudou: “Usted incomoda el normal funcionamiento del Senado y el costo político lo pagamos todos, las instituciones, la democracia”. Y le pidió “un paso al costado hasta tanto el juez del caso determine su culpabilidad o inocencia”. Uno a uno, los diputados fueron reprochándole su actitud y Amado Boudou, desde su escaño de presidente del Senado, no tuvo más remedio que escuchar en silencio, ya que el reglamento le impide participar en el debate. Así, hasta que todos abandonaron la Cámara. El bloque oficialista, sin embargo, le mostró un respaldo sin fisura.

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El caso Boudou desgasta a un Gobierno que ha visto cómo subía la imagen de la presidenta a medida que endurecía su discurso contra los llamados por el propio Gobierno “fondos buitre”. Este jueves, precisamente, el Gobierno inició los trámites para apelar la sentencia ante el Tribunal Internacional de La Haya. Pero el viernes, el mismo día en que se conoció el segundo procesamiento de Boudou, el Gobierno de Estados Unidos rechazó la posibilidad de que La Haya trate el caso. Con lo cual, la iniciativa del Gobierno argentino solo acaparó un día de titulares en los medios. Al día siguiente, el caso Boudou volvía a reinar en las portadas de los diarios más críticos con el Gobierno.

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Sobre la firma

Francisco Peregil
Redactor de la sección Internacional. Comenzó en El País en 1989 y ha desempeñado coberturas en países como Venezuela, Haití, Libia, Irak y Afganistán. Ha sido corresponsal en Buenos Aires para Sudamérica y corresponsal para el Magreb. Es autor de las novelas 'Era tan bella', –mención especial del jurado del Premio Nadal en 2000– y 'Manuela'.

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