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Dilma Rousseff recupera el aliento en la última encuesta electoral

El último sondeo prevé que Marina Silva gane en una segunda vuelta con el 46% de los votos

Carla Jiménez
Marina sonríe durante el debate electoral del lunes.
Marina sonríe durante el debate electoral del lunes.Sebastião Moreira (EFE)

Dilma Rousseff, candidata a la reelección por el Partido de los Trabajadores (PT) en las presidenciales de Brasil en octubre, ha recuperado el aliento esta semana con el 37% de intención de voto, según el último sondeo publicado este miércoles por el Instituto Ibope. Aun así, Marina Silva vencería en una segunda vuelta de los comicios con el 46% de las papeletas, frente al 29% de la actual presidenta. En comparación con la encuesta anterior, del 26 de agosto, la candidata petista gana tres puntos (tenía un 34%) y Marina Silva (PSB) crece un punto más que Rousseff (del 29% al 33%). Debido al margen de error de dos puntos porcentuales, ambas candidatas estarían empatadas para la primera vuelta.

La recuperación de Rousseff, aunque pequeña, muestra un escenario todavía complicado y lleno de matices. Silva, que entró como un huracán en las encuestas de la semana pasada, ha ido perdiendo velocidad. Los expertos aseguran que esta será una campaña polarizada entre las dos candidatas y prevén que la victoria de una u otra sea apretada.

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El sociólogo Fernando Abrucio ve difícil que Rousseff caiga más a partir de ahora. “El 35% de los electores brasileños han dicho que aceptarían votar al candidato de Lula [da Silva]. La evaluación del Gobierno Dilma Roussef ha mejorado. Dicho esto, es muy difícil creer que Marina Silva supere al PT en la primera vuelta", afirma. La encuesta también mide el nivel de satisfacción del brasileño con el Gobierno, que mejoró un poco en comparación con el sondeo anterior. Aquellos que consideran la gestión óptima o buena suman un 36% (un aumento de dos puntos una semana); los que la creen mala o pésima cae un punto (del 27% al 26%) mientras que los que la juzgan regular han pasado del 36% al 37%.

Rudá Ricci, sociólogo, subraya el “gigantismo” de la preferencia por Rousseff e Silva. El 70% del electorado quiere a una de las dos, mientras que un porcentaje mucho menor sigue fiel a Aécio Neves (PSDB). Si en principio éste ocupaba el segundo puesto en intención de voto, después pasó a un 19% y ahora, una semana después, cuenta con el 15%. “Esta será la peor votación del PSDB en una elección presidencial desde los años 90”, comenta Ricci. El PSDB, fundado en 1988, concurrió a la presidencia en 1989 con el exgobernador de São Paulo Mario Covas, que no llegó a la segunda vuelta. De 1994 en adelante se disputó el poder con el PT, primero con dos victorias consecutivas de Fernando Henrique Cardoso y después con los intentos (que llegaron a segunda vuelta) de José Serra (2002 y 2010) y Geraldo Alckmin (2006).

Rousseff cuenta con algunas cartas en la manga para conservar a sus simpatizantes: Lula como gancho electoral, una campaña de calle que movilizará a los fieles militantes petistas a partir del 5 de octubre y una estrategia agresiva frente a los puntos débiles de su adversaria. 

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Consciente de lo que se juega, la presidenta ha puesto en marcha su estrategia. Durante un acto electoral en Minas Gerais este miércoles, Rousseff anunció a los empresarios que, si es reelegida, hará cambios importantes en su equipo de Gobierno. Se trata de un gesto importante para el mercado financiero, dada la antipatía del sector privado por el actual ministro de Hacienda, Guido Mantega.

La petista también se ha comprometido esta semana a aprobar la ley que equipara los crímenes de homofobia a los de racismo, en un intento de diferenciarse de su rival, que retiró de su programa el apoyo a causas de la comunidad LGBT por presión de los evangélicos.

Según Ricci, Marina Silva sigue la trayectoria de otros candidatos victoriosos: ganarse primero el corazón de los más alfabetizados y los jóvenes. Llegar a los más pobres, donde la presidenta tiene un elector fiel y no quiere perder las ayudas de este Gobierno, será más difícil. Rousseff quizá no consiguió comunicarse con los protagonistas de las manifestaciones de junio de 2013, como Silva, pero mantiene el apoyo de los sindicatos, de una parte de la Iglesia católica y de los brasileños que se identifican con la lucha contra la desigualdad.

El estudio de Ibope, basado en 2.506 entrevistas en 175 municipios de todos los Estados brasileños, se asemeja al realizado recientemente por el instituto de encuestas Datafolha, que también preveía un empate en la primera vuelta y la victoria de Silva en la segunda. El evangélico Pastor Everaldo (Partido Social Cristiano, PSC) continúa con un 1%, los otros minoritarios alcanzan el 2% y el voto blanco y nulo se mantienen en el 7% de la encuesta anterior. Los indecisos pasaron del 8% al 5%.

El resultado del sondeo por géneros indica que, entre las dos principales candidatas, los hombres prefieren a Rousseff (39% frente a 31%) mientras que las mujeres empatan en preferencias (35% cada una). Marina Silva es la favorita entre los evangélicos (43%), mientras que la petista recibe el apoyo del 48% en la región nordeste y ganaría la mitad de los votos de los electores menos escolarizados (50%).

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Sobre la firma

Carla Jiménez
Directora de EL PAÍS en Brasil desde 2018. Trabajó en O Estado de S. Paulo, Agência Estado, revista Época e IstoéDinheiro. Nació en Chile, creció en Brasil. Es formada en Periodismo por la Universidad Cásper Líbero, con especialización en Economía en la Fipe/USP. Forma parte de EL PAÍS desde 2013.

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