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“Machista, fuera de la lista”

La presión de las organizaciones civiles de Bolivia fuerza la renuncia de dos candidatos denunciados por maltrato a sus parejas

Protesta en La Paz contra el machismo.
Protesta en La Paz contra el machismo.GASTON BRITO (REUTERS)

Los bolivianos están demostrando en esta campaña electoral que el machismo ya no tiene cabida en la política del país. Esta semana, varias protestas de la ciudadanía lograron la segunda renuncia de un candidato a la Asamblea Legislativa por, presuntamente, agredir a su pareja. Al grito de “machista, fuera de la lista”, grupos de mujeres salen desde hace días a las calles de La Paz para exigir a los líderes políticos que se presentan a las elecciones presidenciales y legislativas del 12 de octubre que planteen propuestas concretas para proteger a las bolivianas.

Bolivia (10,5 millones de habitantes) es el país de América Latina con mayor número de casos de violencia física contra las mujeres y el segundo con más violencia sexual, según Naciones Unidas. Sólo en Cochabamba, en el primer semestre de 2014, se registraron 21 muertes de mujeres a manos de sus parejas o exparejas. En todo el país han muerto 60 mujeres en ese periodo.

Ante la magnitud del problema, el Defensor del Pueblo, Rolando Villena, y la Asamblea Permanente de Derechos Humanos —formada por asociaciones cívicas— han solicitado al Gobierno de Evo Morales que se declare el estado de alerta máxima, que supone desplegar mayor control policial y hacer campañas de concienciación contra la violencia machista. “Exigimos al Ministerio de Justicia, a las gobernaciones y a las alcaldías la inmediata declaración de alerta máxima por la violencia contra las mujeres como mecanismo de emergencia para enfrentar las causas de esta pandemia que está afectando a más de la mitad de la población boliviana”, sostiene Villena.

Las protestas, en distintos puntos del país, piden la aplicación de políticas para evitar la violencia machista y favorecer la igualdad de hombres y mujeres, al tiempo que repudian las expresiones sexistas de los políticos. El candidato a senador de Cochabamba por el oficialista Movimiento Al Socialismo (MAS, presidido por Evo Morales), Ciro Zabala, ha levantado una ola de críticas tras decir, hace dos semanas, que la vestimenta provocativa y el consumo de alcohol por parte de las mujeres favorecen que se cometan delitos contra ellas.

Las manifestaciones ya han logrado que Adolfo Mendoza, el senador del MAS nominado por Cochabamba, renunciara a su cargo —a finales del pasado julio— tras salir a la luz las denuncias de su esposa contra él por maltrato. Curiosamente, Mendoza fue uno de los impulsores de la ley que castiga la violencia contra las mujeres, aprobada en 2013.

El pasado martes le tocó el turno a Jaime Navarro, candidato a diputado de Unidad Demócrata (UD, de centro) por La Paz. La difusión de un audio en el que la pareja del político le dice al propio Samuel Doria Medina (candidato a la presidencia por Unidad Demócrata, de centro) que Navarro la ha golpeado en dos ocasiones, desató la indignación. Después de proclamar su inocencia, el candidato anunció su renuncia para, explicó, proteger a su familia y al propio Doria de lo que calificó como una “guerra sucia” de sus adversarios para impedir su triunfo electoral.

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La expresidenta de la Cámara de Diputados, Rebeca Delgado, asegura que los aspirantes a la presidencia como Doria Medina y Evo Morales deberían renunciar también a sus candidaturas: “Son las principales autoridades que promocionan la burla hacia las mujeres y despliegan una actitud machista que contribuye a la violencia contra ellas”, sostiene. Morales ha proferido abundantes chanzas en público sobre las mujeres.

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