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Las denuncias de soborno sacuden la campaña electoral brasileña

El expresidente de Petrobras destapa presuntas comisiones ilegales a políticos del PT, PSB, PMDB y otros partidos.

Carla Jiménez
El exdirectivo de Petrobras Paulo Roberto Costa.
El exdirectivo de Petrobras Paulo Roberto Costa.EFE

Paulo Roberto Costa, exdirector de abastecimiento de la petrolera estatal brasileña Petrobras, donde trabajó durante 35 años, es conocido últimamente en los bastidores de la política brasileña como el “hombre bomba”. Detenido en marzo durante la operación Lava Jato, contra una red de lavado de dinero, Costa está acusado de malversación de dinero público, destrucción y ocultación de documentos. Así pues, desde que fuera detenido, sus informaciones valen su peso en oro.

Cuando salió de la Petrobras, en 2012, el ingeniero creó la empresa Costa Global, una consultoría que mediaba en negocios entre Petrobras y sus proveedores. Por eso, se da por hecho que dispone de los nombres de las personas envueltas en sobornos para facilitar obras de la empresa. Este viernes fueron conocidos algunos de los nombres que supuestamente estarían involucrados en el caso. Desde el recientemente fallecido Eduardo Campos, del partido socialista (PSB, al presidente del Senado, Renan Calheiros (PMDB de Alagoas), además de diputados del PT estarían envueltos en el esquema, según la revista semanal Veja. En total, serían decenas de políticos de cinco partidos, de los cuales tres integran la terna de partidos que apoyan al gobierno de la presidenta Dilma Rousseff: junto con el PT, el PMDB, el Partido Progressista (PP), y el Partido da República (PR).

Además de pesos pesados como como Henrique Alves (PMDB de Rio Grande do Norte), presidente de la Câmara, estarían también envueltos ministros, como el titular de las Minas y Energía, Edison Lobão (PMDB de Maranhão), y gobernadores como Roseana Sarney, también del PMDB maranhense, y Sergio Cabral, ex-gobernador por el PMDB del Río de Janeiro, que dejó el cargo en el primer semestre de este año. En el caso del partido del Gobierno, João Vaccari Neto, tesorero nacional del PT, sería el puente de Costa con nombres de su partido.

Las denuncias del ex-director de Petrobras, que volvió a ser detenido en junio, comenzaron hacerse públicas el 29 de agosto por la Policía Federal, como parte del acuerdo alcanzado con Costa. 

Su testimonio cae como una bomba durante la carrera electoral brasileña, a menos de un mes para los comicios del 5 de octubre. Según el periódico O Globo, las denuncias están siendo tratadas con mucha cautela por los investigadores, pues aún  necesitan ser comprobadas y este trámite requiere tiempo. 

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El asunto demandará explicaciones del PSB, al estar envuelto el nombre de Campos, muerto el día 13 de agosto en un accidente de avión, pero complica aún más la campaña del PT para la reelección. Además de los nombres de sus aliadas, el caso refuerza las críticas de los adversarios de la presidenta Rousseff sobre la problemática gestión de la petrolera estatal, que está bajo fuerte presión, en función de los resultados financieros, y ahora bajo denuncias de un esquema fraudulento de desvío de dinero.

La supuesta conexión del ex-gobernador pernambucano con el esquema tendría como eslabón la Refinaria Abreu y Lima, que comenzó a ser construida en Pernambuco en 2005, y cuyo coste de ejecución alcanzó los 20 mil millones de dólares, casi diez veces más que el presupuesto previsto inicialmente. La finalización de la obra está prevista para 2015.

El candidato presidencial del PSDB, Aécio Neves, dijo este sábado que Brasil despertaba perplejo por las graves denuncias. Afirmó que disputaba la elección contra “un grupo que utiliza el dinero sucio de la corrupción para mantenerse en el poder”.

La secretaría nacional de Finanzas del PT negó también las acusaciones de que su titular, João Vaccari Neto, fuera un  intermediario en el esquema de sobornos. Por medio de una nota, el partido afirmó que el partido nunca mantuvo tratos con Paulo Roberto Costa. “Así, es absolutamente mentirosa la declaración de que haya habido cualquier contacto, sea personal, por correo electrónico o incluso telefónica, con el referido señor acerca de donaciones financieras o cualquiera otro asunto”.

Según el periódico O Estado de S. Paulo, Costa contó que políticos y partidos recibirían el equivalente a 3% de comisión por cada contrato firmado con la Petrobras.

En nota oficial, el PSB sostiene que desde las primeras denuncias de corrupción en la Petrobras el partido defendió, bajo el liderazgo de su entonces presidente, Eduardo Campos, la instalación de una comisión para "investigar las denuncias de negocios oscuros". Afirma incluso que "no es una acusación digna de consideración" y solo "malicia". "El esquema perverso engendrado para desgastar la imagen de Eduardo Campos tiene origen en el espectro de la derrota próxima de aquellas fuerzas que hace 20 años sostienen una polarizaron política artificial", afirman desde el partido.

Un incómodo gestor de divisas

La Policía Federal dio con Paulo Roberto Costa cuando investigaba una operación de lavado de dinero de 10 mil millones de reales gestor de divisas Alberto Youssef, destapada en marzo de este año. Natural de la región de Londrina, en el estado de Paraná, Youssef comenzó a ser monitorizado tras una denuncia de un empresario de su ciudad, que había habría hecho negocios con el doleiro. Durante la investigación, fueron detectadas evasión de divisas, producto de importaciones ficticias de empresas del sector de la agricultura. Entre esas remisiones, sin embargo, habría también recursos de la Petrobras. Este es el cabo que ata a Costa con el caso.

Uno de los destinos del dinero era Suiza. En colaboración con Brasil, la justicia suiza identificó cuentas tanto de Youssef como de Costa, que fueron bloqueadas para continuar con las investigaciones. El gestor tenía entre sus clientes a políticos de diversos partidos, como fue constatado en varias grabaciones y mensajes pinchados por los investigadores. Uno de ellos era André Vargas, ex vicepresidente de la Câmara dos Deputados, del PT de Paraná, que renunció al cargo y abandonó el partido en abril de este año.

El Ministerio Público Federal investiga aún supuestas irregularidades cometidas por el exdirector con la compraventa de la refinería Pasadena, en 2006, por parte de Petrobras. El negocio se realizó gracias a la compra del 50% de la refinería belga Astra Oil por un precio ocho veces mayor del que la belga había pagado el año anterior por la unidad entera. Costa habría articulado la ejecución del negocio, cuyo pago habría ido a parar a la caja b de los partidos.

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Sobre la firma

Carla Jiménez
Directora de EL PAÍS en Brasil desde 2018. Trabajó en O Estado de S. Paulo, Agência Estado, revista Época e IstoéDinheiro. Nació en Chile, creció en Brasil. Es formada en Periodismo por la Universidad Cásper Líbero, con especialización en Economía en la Fipe/USP. Forma parte de EL PAÍS desde 2013.

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