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Los grupos paramilitares elevan la tensión con la patrulla fronteriza en Texas

Un agente federal disparó a uno de los voluntarios civiles que defienden la entrada hacia EE UU

Detenidos unos inmigrantes indocumentados en la frontera de Texas.
Detenidos unos inmigrantes indocumentados en la frontera de Texas.J. MOORE (AFP)

La Patrulla Fronteriza de Texas y varios grupos paramilitares están en medio de una fuerte disputa en el Estado después de que un agente federal disparara a uno de los voluntarios civiles que han llegado decididos a defender la frontera. El suceso puede derivar en una potencial demanda contra el Gobierno y una acusación criminal, en medio de un ambiente de profunda tensión entre los paramilitares y las fuerzas de seguridad estatales.

La gota que rebasó el vaso fue un incidente el pasado 29 de agosto, en el sector de Río Grande, Texas, cuando un agente que perseguía a personas que intentaban cruzar ilegalmente a pie, se encontró con un individuo armado y le disparó. La agencia federal no ha revelado más detalles y aseguró a EL PAÍS que está cooperando con la investigación a cargo del Departamento del Sheriff del Condado de Cameron.

Portavoces de los grupos paramilitares insistieron en que probablemente fue una trampa, para impulsarlos a disparar hacia un agente federal y con eso lograr sacarlos del sector. “Nos encontramos con el agente de la Patrulla Fronteriza, le pregunté qué pasaba y me dijo que estaba tras unos ilegales que iban hacia nuestra posición. Le pregunté si necesitaba ayuda y me dijo que sí. Escuché disparos y pensé que eran los carteles que nos estaban disparando”, explicó KC Massey, portavoz del grupo paramilitar Operation Secure Our Border. “Salimos del área y nos detuvieron durante cinco horas preguntándonos sobre lo que pasó. Nos quitaron todas nuestras armas y equipos, todavía estoy esperando que me lo devuelvan”, comentó.

Ahora la disputa se complica mucho más, ya que medios locales aseguraron que el voluntario del grupo paramilitar que fue atacado es John Frederick Foerster, un hombre de 45 años con tres condenas por delitos graves. En el Estado de Texas, una persona con estos antecedentes no puede portar un arma que no es suya, especialmente un rifle AK47, como fue su caso.

Foerster podría afrontar cargos estatales y federales. Massey, por su parte, especificó que está en el proceso de conseguir un abogado y entablar una demanda contra el gobierno por los disparos y la incautación de las armas.

Portavoces de los grupos paramilitares dijeron que fue una trampa para impulsarlos a disparar hacia un agente federal y con eso lograr sacarlos del sector
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El problema entre grupos paramilitares y agentes federales en la frontera va mucho más allá de este incidente, que no es más que un reflejo de la fuerte fricción entre ambos. Los grupos paramilitares comenzaron a incrementar su número en la frontera en verano, después de múltiples informaciones que hablaban de un aumento sustancial en el cruce de inmigrantes menores de edad no acompañados.

Aunque el Gobierno ha insistido en que la situación está mucho mejor que antes, en Texas, políticos locales como el gobernador Rick Perry continúan insistiendo en que existe un problema grave de seguridad, que le cuesta actualmente al Estado cerca de 17 millones de dólares mensuales, ya que el gobernador desplegó la Guardia Nacional en la frontera.

Según Patriots Information Hotline, un sitio web que da apoyo a diversas milicias, actualmente existen 16 equipos solo en la frontera entre Texas y México. La invitación está abierta para que potenciales voluntarios y grupos se unan en la defensa del territorio nacional. No está claro el número total de personas involucradas. Massey no especificó cuánta gente tiene patrullando actualmente en su división, aludiendo a motivos de seguridad.

La Patrulla Fronteriza señaló en una declaración que “no apoya que ninguna organización o grupo privado tome los asuntos por sus propias manos, ya que puede tener consecuencias desastrosas para la seguridad pública y personal”.

La agencia federal insistió en que se requiere de un entrenamiento de 17 semanas para interceptar el tráfico de drogas y arrestar individuos que intentan cruzar ilegalmente EE UU. Massey, por su parte, insistió en que el entrenamiento del Gobierno no sirve de nada. Por ahora la Oficina del Sheriff en el Condado de Cameron no ha dado mayores detalles sobre la investigación en curso.

Por el momento, los grupos paramilitares no tienen ninguna intención de moverse de la frontera. “Nos quedaremos hasta que el gobierno sea capaz de hacer su trabajo”, dijo Massey, una decisión que complicará aún más el panorama en el corto y largo plazo.

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