_
_
_
_
_

Ucrania aprueba el autogobierno para el este con una policía autonómica

Kiev y Estrasburgo ratifican el tratado de libre asociación que inició la crisis

Un rebelde prorruso hace guardia este martes en Donetsk.
Un rebelde prorruso hace guardia este martes en Donetsk.Darko Vojinovic (AP)

El Parlamento ucranio despachó este martes en solo unas horas dos paquetes de leyes fundamentales para el futuro del país. En primer lugar, el que confiere un estatus especial a las zonas de Donetsk y Lugansk —controladas por los separatistas— y que, de hecho, permite legalizar las formaciones armadas de los rebeldes. En segundo, la Rada Suprema ratificó el acuerdo de asociación con la Unión Europea que desencadenó la crisis que ha mantenido cinco meses al país en guerra.

El paquete del autogobierno temporal (que se extendería durante tres años) fue discutido y votado a puerta cerrada y en la sesión, según medios locales, participó el presidente, Petró Poroshenko, que lo había presentado el día anterior. No todo fue bien al principio: los diputados lo rechazaron en una primera votación, afirmó en Twitter el parlamentario Andréi Shevchenko. El resultado de la segunda fue de 277 votos a favor de la ley de estatus especial —sobre un total de 450 diputados— y 287 favorables a la amnistía para los combatientes contra tropas gubernamentales.

Más información
Poroshenko propone tres años de autonomía para el este de Ucrania
Putin cosecha en las regionales los frutos de su deriva nacionalista
Rusia acusa a EE UU de intentar romper los lazos rusos y europeos
Entrevista al primer ministro de Crimea
Putin, un zar entre tormentas
Putin, una apuesta peligrosa

“Ambas leyes sobre la legalización de la RPD [República Popular de Donetsk] y la RPL pasaron con irregularidades. La votación secreta fue ilegal. Asqueroso. A iniciativa del presidente, la Rada entrega Donbás”, comentó Shevchenko, representante del partido Patria de la ex primera ministra Yulia Timoshenko, ahora en la oposición.

La autonomía permitirá a los separatistas celebrar elecciones locales el 7 de diciembre para decidir quiénes los representarán ante el Gobierno central. La ley garantiza el libre uso de la lengua rusa, también en la educación, algo que exigían los rebeldes y el Kremlin. Además, las zonas rebeldes podrán establecer relaciones económicas con provincias rusas limítrofes.

La ley de amnistía garantizará la inmunidad a todos los combatientes separatistas, a los miembros de los órganos de Gobiernos autoproclamados, así como a aquellos que hayan obstaculizado la llamada “operación antiterrorista”, es decir, la campaña militar de Kiev en el este. Quedan excluidos de la amnistía los implicados en crímenes graves, incluido el derribo del avión con 298 civiles en julio.

Únete a EL PAÍS para seguir toda la actualidad y leer sin límites.
Suscríbete

Los separatistas tendrán un mes para deponer las armas, lo que significa que ese es el plazo para organizar la policía local e integrarse en ella. Además, la ley exige la liberación de rehenes y el desalojo de edificios administrativos.

El líder rebelde Andrei Purgin criticó el acuerdo desde Donetsk insistiendo en que solo la independencia le resulta aceptable: “Cualquier unión política con Ucrania es imposible”.

En una sesión plenaria compartida y conectada por videoconferencia, la Rada y el Parlamento Europeo ratificaron con mayorías holgadas su acuerdo de asociación (351 votos de 450 en Kiev; 535 sobre 697 en Estrasburgo). La ratificación excluye el capítulo económico —el más importante y espinoso a ojos de Rusia— que queda en suspenso hasta 2016. Hasta su entrada en vigor, la UE extenderá el tratamiento comercial preferente de los productos ucranios en territorio europeo.

“Las fuerzas que han tratado de frenarnos ya conocen la derrota”, ha señalado Poroshenko ante la Rada. Con este acuerdo que simboliza el estrechamiento de lazos políticos, Ucrania se compromete a reformar sus instituciones para hacerlas más transparentes y democráticas.

El apartado económico tendrá que esperar. El viernes, el comisario europeo de Comercio, Karel de Gucht, pactó con el ministro de Exteriores ucranio, Pavlo Klimkin, y con el titular de Desarrollo Económico de Rusia, Alexei Ulyukayev, posponer el convenio de libre comercio hasta 2016. “Espero que para entonces, las tres partes hayamos alcanzado una solución. Esta decisión da margen; tenemos 15 meses para discutir y no creo que haya problemas insuperables”, señaló Gucht tras el inesperado frenazo, interpretado como un voto de confianza al alto el fuego con los separatistas.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_