_
_
_
_
_

El preso del chavismo Ivan Simonovis es enviado a casa por problemas de salud

La justicia venezolana decreta la prisión domiciliaria para el ex comisario considerado por la oposición un preso político

Catalina Lobo-Guerrero
Simonovis, junto a su mujer y su hija, tras salir de prisión
Simonovis, junto a su mujer y su hija, tras salir de prisiónCarlos Garcia Rawlins (REUTERS)

Venezuela amaneció el sábado con la noticia de que el ex comisario Iván Simonovis, considerado por la oposición como uno de los presos políticos de mayor peso, estaba en casa con su familia. Bonny Pertíñez, esposa de Simonovis, escribió en su cuenta de twitter que una juez de ejecución le había otorgado la prisión domiciliaria para que recibiera tratamiento médico y añadió: “Cuando crees mucho en algo, no tiene otra salida que ocurrir. Gracias a todos. Ahora vamos a enfocarnos en la recuperación de Iván”.

Simonovis estaba recluido en la cárcel desde hace un poco más de 9 años y le restan por cumplir 20 más, pues no ha recobrado plena libertad. El Tribunal Supremo de Justicia dijo a través de su cuenta de twitter que la medida es “temporal” y que una vez se recupere, deberá retornar a su sitio de reclusión, la prisión militar de Ramo Verde, donde también permanece el líder político opositor, Leopoldo López.

El ex comisario de la alcaldía metropolitana de Caracas, de 54 años, ha sufrido hasta de 19 patologías diferentes, certificadas por médicos del hospital militar, a donde lo han trasladado de urgencia en anteriores ocasiones. Su salud se deterioró por las condiciones de encierro en los calabozos del Sebín, a tal punto que desarrolló una osteoporosis tan severa que los médicos le indicaron que si se agachaba para ponerse los zapatos, podía fracturarse. Así lo cuenta él mismo en su autobiografía, El Prisionero Rojo, que fue escribiendo en pedazos de servilletas y mensajes que entregaba en horario de visitas a su esposa y abogados.

Estaba recluido en la cárcel desde hace un poco más de 9 años y le restan  20 más

El ex comisario fue condenado, junto con Henry Vivas y Lázaro Forero, por ser el autor intelectual de varias de las muertes por disparo que hubo en la marcha del 11 de abril de 2002 en Caracas, horas antes de un golpe de estado al expresidente Hugo Chávez. El juicio duró tres años y se desarrolló en 231 audiencias, en las que declararon 196 testigos y 45 expertos. La defensa de Simonovis ha sostenido siempre que sus argumentos y pruebas nunca fueron tenidos en cuenta y que aunque no existiera evidencia concluyente para demostrar su culpabilidad, él y los demás policías fueron condenados en un fallo más político que jurídico. En ese entonces, Simonovis era secretario de Seguridad de la alcaldía de Caracas, que para el momento tenía un alcalde opositor.

Apelaron la decisión ante el Tribunal Supremo de Justicia, pero el ex magistrado Eladio Aponte, hoy en el exilio y acusado tener vínculos con el narcotraficante Walid Makled, confesó que declaró el recurso “sin lugar” y sin haberlo leído, para “salir de eso de inmediato sin más tardanza”,por instrucciones de Chávez.

Únete a EL PAÍS para seguir toda la actualidad y leer sin límites.
Suscríbete

Ante las peticiones de la oposición, grupos de derechos humanos y su familia que pedía medidas humanitarias para los policías, el gobierno le permitió a Vivas y a Forero terminar sus condenas en prisión domiciliaria en 2011 y trasladó a Simonovis a Ramo Verde, donde mejoraron un poco las condiciones. No obstante, no ha podido recuperarse de sus quebrantos de salud.

El caso de Simonovis fue llevado hasta el papa Francisco el año pasado, quien recibió a la esposa de Simonovis junto con el ex candidato presidencial y líder opositor, Henrique Capriles. La medida humanitaria para el comisario fue uno de los puntos claves en la agenda del diálogo de la Mesa de Unidad Democrática y el gobierno durante las sesiones de diálogo que instalaron para buscar una salida pacífica a la crisis política que desembocó en protestas violentas durante los primeros meses del año y dejó un saldo de más de 40 muertos.

La noticia de su salida de la cárcel ha sido celebrada por la oposición y fuertemente cuestionada por sectores más duros del chavismo. Algunos lo ven como una señal del gobierno para reanudar el diálogo que está roto, otros como un factor de distracción. “En el medio de un terremoto perceptual sobre la deuda externa y con aspiraciones al consejo de seguridad, Simonovis era una carta ganadora”, dijo el analista Luis Vicente León, presidente de la firma encuestadora Datanálisis.

La popularidad del presidente Nicolás Maduro ha descendido en los últimos meses, conforme ha ido aumentando la crisis económica que afronta el país. A nivel internacional hay preocupación de que Venezuela no cuente con los recursos suficientes y pueda caer en un default. En medio de esta situación, Venezuela está pujando por ocupar un asiento en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas y la semana entrante debe empezar la ronda de lobby en Nueva York.

 

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_