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Obama refuerza la relación con India ante el empuje chino en Asia

El primer ministro Modi, vetado durante años por Washington, visita EE UU en una gira triunfal

Marc Bassets
El presidente Obama acompaña al primer ministro Modi durante su visita al memorial de Martin Luther King.
El presidente Obama acompaña al primer ministro Modi durante su visita al memorial de Martin Luther King.Evan Vucci (AP)

Narendra Modi era hasta hace unos meses un paria en Estados Unidos, donde tenía prohibido poner el pie. En 2005 el Departamento de Estado le denegó el visado por su fracaso en evitar una masacre de musulmanes en Gujarat, el estado indio del que era ministro jefe.

El veto ya es historia. Modi —primer ministro de India desde mayo y, por tanto, con inmunidad diplomática— ha visitado EE UU en una gira triunfal. El presidente Barack Obama le ha agasajado. Y la pujante comunidad indoamericana, seguramente la más innovadora y educada de las comunidades de inmigrantes aquí, le ha celebrado como una estrella pop. El nuevo primer ministro, un nacionalista hindú que ha llegado al poder con un programa de reformas económicas que entusiasma en Washington y Nueva York, se ha dirigido a la Asamblea General de la ONU, se ha reunido con gobernadores y con directivos de Google y Boeing, ha recibido todas las atenciones en la Casa Blanca y ha congregado a casi 20.000 personas en el Madison Square Garden de Nueva York.

Se habla estos días en Washington de reset, o puesta a cero del contador, un término al que la Administración Obama recurrió en 2009 para describir el frustrado relanzamiento de las relaciones con Rusia. Con India, una potencia nuclear encajonada entre China y Pakistán, las relaciones nunca han sido tan complicadas como con Rusia, pero en los últimos años “el proyecto de EE UU de consolidar un futuro estratégico con India va a la deriva”, escribe el veterano diplomático Nicholas Burns en The Washington Post. Pese al intento de redirigir la atención de la política exterior norteamericana a Asia, el presidente Barack Obama se ha visto arrastrado a los conflictos en Oriente Medio o en Ucrania.

Un relevo en una potencia como India —el primer ministro pertenece al Bharatiya Janata Party, tras una década de gobierno del Partido del Congreso de la dinastía Gandhi— ofrece “una oportunidad natural para ampliar y profundizar relación”, explican Modi y Obama en un artículo conjunto. “Es hora de fijar una nueva agenda que obtenga beneficios concretos para nuestros ciudadanos”, dicen.

La alianza es económica —las relaciones comerciales dominaron parte de la reunión del martes con Obama— pero también geopolítica. “A EE UU le interesa una India fuerte en Asia para evitar que el continente sea dominado por una sola potencia”, dice Sadanand Dhume, del laboratorio de ideas American Enterprise Institute. Esta potencia es China, el otro gigante asiático, cuyo ascenso inquieta a los aliados de EE UU en la región. “Nadie habla de una política de contención”, precisa Dhume. Pero sí existe la voluntad de reforzar unos vínculos con India, “una potencia dominante en la región del océano Índico y, junto a Japón, el socio más importante de EE UU en Asia a la hora de limitar la firmeza china en la región”, según Burns.

"Durante la conversación me ha impresionado el interés del primer ministro no sólo en abordar las necesidades de los más pobres entre los pobres de India y en revitalizar la economía allí", dijo Obama tras la reunión, "sino también su determinación en garantizar que India actúe como una gran potencia que ayude a traer paz y seguridad al mundo entero".

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"Ha habido un gran convergencia en los asuntos internacionales que más preocupan a ambos países, incluidas la paz y la estabilidad en la región Asia Pácifico", dijo Modi. "Estados Unidos es esencial en nuestras políticas de mirar a Oriente con un vínculo a Occidente".

La visita ha tenido una parte de política bilateral: una cena el lunes en la Casa Blanca, en la que por motivos religiosos el primer ministro ayunó; la reunión con Obama; una visita de ambos al monumento a Martin Luther King, el mártir de los derechos civiles, que se inspiró en la no violencia de Gandhi. Pero el momento estelar fue la parte social: la kermés del domingo con inmigrantes y estadounidenses de origen indio en el Madison Square Garden, un acto en el que las fronteras entre la política exterior e interior se difuminaron.

“No creo que ningún otro líder mundial haya celebrado un evento como este”, resume Sadanand Dhume, que asistió al Madison Square Garden. Nueve años después de que EE UU le negase el visado, Modi es un socio imprescindible. Para el primer ministro, eventos como el del domingo son una victoria. “Hay un elemento de redención personal”, dice Dhume.

Una relación estrecha

Visitas. Desde el año 2000, los tres presidentes de EE UU han visitado India: Bill Clinton, George W. Bush y Barack Obama. El mismo número que entre 1947 y 1999 (Dwight Eisenhower, Richard Nixon y Jimmy Carter).

Defensa. EE UU es el segundo país al que más armas compra India, por detrás de Rusia. En el periodo de 2004 a 2008 era el sexto. Ese comercio aumentó en ese periodo un 7,4%.

Perfil. En EE UU hay unos tres millones de indios. El 72,9% de ellos tiene una licenciatura o un título superior (frente al 29% de la población general).

Educación. El curso 2012-2013 había 96.754 estudiantes indios en EE UU, la gran mayoría para cursar un máster. En 1995 eran 31.743.

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Sobre la firma

Marc Bassets
Es corresponsal de EL PAÍS en París y antes lo fue en Washington. Se incorporó a este diario en 2014 después de haber trabajado para 'La Vanguardia' en Bruselas, Berlín, Nueva York y Washington. Es autor del libro 'Otoño americano' (editorial Elba, 2017).

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