_
_
_
_
_

Las peleas comunales por el agua proliferan en Costa Rica

Pese a ser un país lluvioso, el cambio climático provoca tensiones entre territorios. El Gobierno ha decretado emergencia por sequía en el 25% de sus cantones

Comuneros protestan en Costa Rica
Comuneros protestan en Costa RicaALONSO TENORIO/LA NACIÓN

“¡Vea, estúpido!, ustedes aquí no entran”, le gritaba una vecina al director jurídico del Instituto Costarricense de Acueductos y Alcantarillados (AyA) durante un momento caliente en el más reciente de los conflictos causados por el temor de las comunidades a quedarse si agua en Costa Rica. La protesta ocurrió la pasada semana en el distrito de Tacares, cantón Grecia (30 kilómetros al oeste de San José) y los rivales son sus vecinos del cantón Atenas, que sufre racionamientos de agua y está dentro de una declaración de emergencia por sequía emitida el Gobierno central.

Alrededor de la mujer y otros 200 manifestantes, estaba la maquinaria paralizada con operarios asustados y el director nacional de la Policía, Juan José Andrade, al mando de un grupo de agentes antidisturbios. Quería evitar que la protesta pasara a más, respaldados por el ayuntamiento de Grecia, para evitar que el agua de una naciente cercana llegue en más cantidad a los atenienses, que horas antes marcharon por las calles para exigir al Gobierno más volumen en las tuberías porque se están quedando a secas.

Estas peleas son las que el presidente, Luis Guillermo Solís, ha querido evitar, sin demasiado éxito hasta ahora. “Me preocupa mucho. Las comunidades quieren agarrar los recursos y no soltarlos, aunque la comunidad de al lado los necesite. Tenemos que buscar una forma de compartir con sentido de solidaridad”, dijo el mandatario en un discurso sobre el estado del país. Dirigiéndose a los alcaldes en la ciudad de Limón (Caribe), aseguró: “ustedes están queriendo apropiarse del agua como si fueron las joyas de la abuela.

No lo dice por casualidad. Un conflicto complicado sigue vigente entre tres cantones de la provincia de Cartago (este del Valle Central), en el cual hay denuncias penales por “sabotaje” de las fuentes hídricas por supuestas desviaciones clandestinas del líquido hacia una comunidad, con el posible apoyo del gobierno local. Los alcaldes de Paraíso, Oreamuno y Cartago centro mantienen su disputa y, en medio, el Instituto de Acueductos también intenta mediar y competir contra la apropiación de las fuentes de agua en cada cantón de Costa Rica, cuyas leyes indican que el agua pertenece a todos por igual, como el aire.

“Ustedes meten aquí aunque sea una cuchara y los matamos; les quemamos la maquinaria”, gritaba una vecina

La Cámara Costarricense de la Construcción (CCC) se ha quejado de que el agua disponible sea objeto de disputa entre los ayuntamientos, pues la tercera parte (27 de los 81 cantones del país) tiene paralizados los servicios de construcción, por la falta de garantías de abastecimiento. Parece una paradoja para un país donde la cobertura de agua potable es del 99% de la población, nueve puntos más que el promedio de América Latina. Esto, a pesar de que el 10% se sirve de pozos, sobre todo en la seca provincia de Guanacaste (pacífico norte), donde es mayor el déficit en infraestructura.

Únete a EL PAÍS para seguir toda la actualidad y leer sin límites.
Suscríbete

A los conflictos entre comunidades se agrega abundantes luchas por el uso agrícola y turístico del agua. La imagen de verdes campos de golf en hoteles de la turística Guanacaste no alcanza a ser aceptada por poblaciones que reciben apenas gotas, lo que ha causado conflictos contra el Gobierno. Entre el año 2000 y 2010 se registraron 134 protestas por el acceso al agua, según un informe del proyecto académico Estado de la Nación, cuyos especialistas no dudan en usar la palabra “crisis”. “Hay crisis en el manejo y la gestión del agua. Costa Rica es uno de los países con más agua per capita en el mundo, pero está muy mal manejada”, dijo en enero el investigador Felipe Alpízar, cuando todavía no habían estallado el conflicto en la comunidad de Tacares.

“Ustedes meten aquí aunque sea una cuchara y los matamos; les quemamos la maquinaria”, gritaba otra vecina contra los operarios de la maquinaria que iba a iniciar trabajos de ensanchamiento de tubería hacia Atenas, según relató una reportera del diario La Nación. La vecina furiosa ante policías, burócratas y periodistas de los medios nacionales que viajaron los 30 kilómetros desde la capital, San José. La escena graficaba el más reciente de los conflictos comunales por el acceso al agua en Costa Rica, un país lluvioso cuyo Gobierno ha decretado una emergencia por sequía sobre el 25% de los cantones del país, incluido Atenas, donde 18.000 pobladores sufren racionamientos.

Al final de la jornada, los tractores volvieron a su garaje y el directivo jurídico de la entidad estatal retornó a la capital derrotado por ahora por la presión de los vecinos, respaldados por el alcalde de Grecia, ahora enfrentado a la alcaldesa de Atenas, Querima Bermúdez. Ella dice que los griegos no quieren compartir el agua de una naciente llamada Los Chorros porque pretenden reservar parte de su caudal para un megaproyecto urbanístico, algo que en Grecia niega, pues aducen que solo pretenden garantizarse su abastecimiento. Sus pobladores llegaron a celebrar unas votaciones no vinculantes para legitimar su posición. En medio de ambos cantones, una carretera y un puente, familias en ambos bandos y la alerta de las autoridades por si el conflicto va a más. Cerca, otros cantones (Palmares y San Ramón) también sobrellevan su batalla por el agua en este país donde el recurso lo maneja el Gobierno, los ayuntamientos o las asociaciones de vecinos.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_