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Joe García | Congresista demócrata

“Hay que preocuparse más por los cubanos y menos por Raúl y Fidel”

El legislador, hijo de cubanos exiliados, buscará reelegirse el próximo martes

El congresista Joe García en un mensaje a la comunidad hispana
El congresista Joe García en un mensaje a la comunidad hispana

José Antonio García Jr. nació en Miami Beach en 1963, dos años después de que sus padres se reencontraran en Florida tras huir ambos de la revolución de Fidel Castro. Es parte de la primera generación de cubanos nacidos en Estados Unidos, que pertenecen sin duda a una isla que nunca han visitado. En los comicios donde ha competido, con o sin éxito, García se ha enfrentado al ala republicana más tradicional del anticastrismo de Miami. Tras intentarlo dos veces, en 2012 ganó un escaño de representante al Congreso por el partido demócrata en uno de los distritos más reñidos del estado y este 4 de noviembre buscará la reelección.

Pregunta. En Florida ha cambiado la opinión de la comunidad cubano-estadounidense respecto a la política exterior con Cuba, pero con los jóvenes menos animados a votar, las primeras generaciones de exiliados cubanos, ¿siguen definiendo la elección?

 Respuesta. No es que no estén animados a votar, es que no tienen una caja de resonancia. Acá la prensa está controlada por la primera generación de cubano-americanos y sus hijos. Entonces, el discurso normativo de la comunidad es uno histórico. Sin embargo, la realidad pragmática es otra. La mayoría del exilio cubano en Florida vino después de 1980, pero el control (sobre la comunidad) todavía se expresa en los términos establecidos por la primera generación y la misma doble moral que se practica en Cuba se usa aquí un poco. La realidad es que el año pasado fueron 600.000 personas de esta comunidad a Cuba y el discurso normativo que oyes en la radio tiene poco que ver con esa realidad. Todo eso va cambiando, pero no va a cambiar rápido, el cambio siempre es difícil.

Estamos dañando la economía de EE UU  por no aprobar una reforma migratoria

P. El disidente Jorge Luis García Pérez (Antúnez) lo critica a usted y al presidente Obama por promover una mayor apertura hacia Cuba.

R. Nunca discuto con los disidentes y admiro a Antúnez aunque él me odie. Pero sí te digo que la posición de Antúnez es la de la minoría de la disidencia. Incluso la posición de Guillermo Fariñas está en el espectro más conservador de la disidencia. La mayoría de la disidencia apoya una apertura más acertada y eso es claro.

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P. El anuncio de su campaña donde aparece Guillermo Fariñas ha causado gran polémica en Miami…

R. Me parece que ha habido un poquito de drama [en esto]. ‘Coco’ [Fariñas] es amigo, un héroe mío y me dijo: ¿en qué te puedo ayudar? Dijimos ‘vamos a hacer algo’ e hicimos un anuncio [de televisión]. Y no lo puse a endosar mi candidatura, lo que está testificando es mi labor de décadas. Cuando yo tenía 23 años estaba caminando en los pasillos de Washington con la Fundación Nacional Cubano Americana y con Jorge Mas Canosa y traje a miles de cubanos de terceros países. Pero porque favorezco los viajes, una apertura más grande en las remesas, ayudar a la disidencia más acertadamente, los micropréstamos dicen que soy un comunista, al igual que, si estuviera en Cuba, dirían que soy un gusano, un reaccionario. Como congresista mi aspiración es representar a este distrito, pero también en la temática de Cuba tengo un historial y pienso que hay que encontrar espacio para ayudar más a los 12 millones de cubanos que hay en la isla y preocuparse menos de esos dos, Fidel y Raúl Castro. Ya la historia y los cubanos nos dirán algo de ellos.

P. ¿Hay que revisar la ley de ajuste cubano? Otros emigrantes, como los centroamericanos que huyen de la violencia, querrían contar con una norma como esa que les garantiza un estatus legal inmediato.

La mayoría de la disidencia apoya una apertura más acertada y eso es claro

R. Si la revisan, la perdemos. Es un privilegio extraordinario que tienen los cubanos-americanos, pero si se la quitan a los cubanos no quiere decir que se las van a dar a otros. Pienso que esa ley la deberíamos tener para los venezolanos, que están enfrentando un gran mal, para los chinos… La ley de ajuste cubano es una ventaja enorme que crea un potencial increíble. El cubano es uno de los pocos inmigrantes que llega a este país sin estatus y en siete años tiene la ciudadanía. No se pasan una década en la sombra, ni media década tramitando una visa con burocracia inepta, preocupados de qué puede pasar con su destino. Los cubanos llegan, exigen sus derechos, toman su espacio, se ponen a trabajar y a pagar impuestos y a ser americanos. Si hay algo que hemos demostrado con esta ley es que cuanto más rápido insertas al inmigrante en un camino a la ciudadanía, más rápidamente es productivo. La comunidad cubano-americana es una de las más productivas precisamente por eso.

P. Se prevé que los republicanos tendrán mayoría en ambas cámaras tras las elecciones del 4 de noviembre. ¿Qué futuro tiene en ese contexto la reforma migratoria?

R. El presidente debe actuar y usar su poder ejecutivo lo antes posible. Él dijo que lo iba a hacer antes de final de año y yo lo apoyo. Mira lo que ha ocurrido con los dreamers: 500.000 muchachos que estaban al margen de la ley ahora están estudiando, produciendo, pagando impuestos. Y estos muchachos eran americanos en todo menos en la definición de haber nacido en este país: juraban a la bandera, iban a nuestros colegios, estaban con nuestros hijos y no conocían su país natal. De los 11 millones de indocumentados que hay unos cuatro o cinco millones tienen un camino a la ciudadanía, pero que por regulaciones arbitrarias y agresivas, sus procesos están trabados. Estamos dañando la economía norteamericana a largo plazo por no aprobar una reforma migratoria, está costando dinero, está dividiendo familias. No hay comunidad en los Estados Unidos que se pudiera beneficiar más de la reforma migratoria que el sur de Florida porque aquí no solamente está el trabajador agrícola o la doméstica, sino el banquero que maneja un Mercedes Benz y que no tiene documentación.

P. ¿El apoyo del presidente Obama se ha convertido en un lastre para los candidatos demócratas al sur del país? 

R. No en mi caso, yo apoyo al presidente. Hemos discrepado en temas como Medicare y luego ganamos ambos porque adoptó nuestra posición. Y en la temática de Cuba me parece que ha sido acertado también; es la política de más apertura, más viajes, más conexión, más remesas.

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