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China demuestra su liderazgo global en la cumbre de Asia-Pacífico

Pekín relaja tensiones con Japón y Vietnam, y firma acuerdos con Seúl y Moscú

Macarena Vidal Liy
Barack Obama y Xi Jinping, el lunes en la cumbre de Asia-Pacífico
Barack Obama y Xi Jinping, el lunes en la cumbre de Asia-PacíficoPablo Martinez Monsivais (AP)

China aprovechó este lunes el primer día de la cumbre de la APEC, el Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico, en Pekín para hacer una demostración de poderío y reafirmar su papel de líder mundial. Abrió la jornada con el cierre de un acuerdo de libre comercio con Corea del Sur y la continuó con la primera reunión entre su presidente, Xi Jinping, y el primer ministro japonés, Shinzo Abe, en un primer paso para normalizar unas relaciones congeladas durante dos años. Y cerró la jornada suavizando tensiones con Vietnam y el propio Estados Unidos, cuyo presidente, Barack Obama, adoptó este lunes un tono muy conciliador.

Pekín se ha planteado la cumbre como una exhibición de su pujanza. Desde la construcción de un lago y toda un gigantesco complejo hotelero para acoger durante unas pocas horas a los líderes de 21 economías que agrupan a más de la mitad del comercio mundial, hasta una ceremonia de bienvenida a los líderes propia de las superproducciones de Hollywood -con alfombras rojas luminosas y fuegos artificiales- en el Cubo de Agua, en la sede de unos Juegos Olímpicos que considera uno de sus principales éxitos diplomáticos.

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Un broche de oro para una jornada en la que China cerró varios de los frentes diplomáticos que tenía abiertos. El más espectacular, el apretón de manos y la reunión con Abe, la primera entre líderes de China y Japón en tres años. La coreografía del encuentro fue cuidadosamente calculada para dejar claro que ambos países están aún muy lejos de resolver sus diferencias: al contrario de lo que marca el protocolo chino, fue el primer ministro japonés el que esperó a Xi en el Gran Palacio del Pueblo, y no al revés, y el presidente chino no respondió inicialmente al saludo de su invitado. El apretón de manos fue silencioso y sin sonrisas. Poco importa. El mero hecho de la reunión ya representa un avance y la voluntad de ambos países de reparar unos lazos congelados durante dos años, a raíz de su disputa por la soberanía de las islas conocidas como Diaoyu en mandarín o Senkaku en japonés y cuestiones históricas.

Abe declaró a la prensa que la reunión “representa un primer paso para mejorar las relaciones bilaterales y regresar a la base de una relación mutuamente beneficiosa basada en intereses estratégicos comunes”. Por su parte, Xi instó a Abe a “mantenerse en el camino del desarrollo pacífico, seguir una política prudente de Defensa y Seguridad, emprender esfuerzos para aumentar la confianza mutua con los países vecinos y desempeñar un papel constructivo para salvaguardar la paz y la estabilidad regionales”.

Al tiempo que parcheaba la relación con Japón, China también cerraba un acuerdo de libre comercio con Corea del Sur, con la que mantiene una excelente sintonía desde la llegada de Park Geun-hye al poder. El pacto, que se negociaba desde hace dos años y ahora debe de ser aprobado por los Legislativos de los dos países, mantiene las barreras para el arroz y los automóviles pero, entre otras cosas, elimina las tarifas chinas para los textiles y la electrónica coreanos. Ambos países mantienen un intercambio comercial en torno a los 228.290 millones de dólares, favorable a Corea del Sur en más de 60.000 millones de dólares.

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El comercio juega un papel principal en esta cumbre de la APEC. China presiona en favor de una Zona de Libre Comercio para Asia Pacífico que incluya a toda la región, origen de más de la mitad del PIB mundial. Pero Estados Unidos defiende la Alianza Transpacífica (TPP), compuesta por doce países de la APEC y que excluye a China.

Obama se reunió este lunes en la embajada estadounidense en Pekín con los países participantes en esta alianza. Allí aseguró que percibe “un impulso” para el TPP. Aunque las negociaciones se encuentran estancadas por la resistencia de Japón a abrir su sector agrícola, entre otros puntos, el presidente aseguró que “en las últimas semanas se han logrado buenos progresos”.

Pero, aunque promueve una visión sobre la integración comercial regional diferente a la China, Obama se mostró conciliador con Pekín. Debilitado en casa tras el varapalo de las legislativas, optó por la suavidad para reparar unos lazos tensos debido a la mayor asertividad de China en la región, disputas en áreas como la ciberseguridad o los derechos humanos y una enorme desconfianza mutua.

En un discurso ante la cumbre empresarial de la APEC Obama quiso tender puentes hacia China. Aunque la instó a renunciar al “robo cibernético” con fines comerciales o a permitir la libre competencia de empresas extranjeras, también anunció una nueva política más flexible de visados hacia este país, un gesto que generará una importante dosis de buena voluntad en Pekín. El presidente estadounidense se mostró también muy moderado en una declaración sobre Hong Kong, donde afirmó que lo importante es “evitar la violencia”.

Continuando los esfuerzos para mostrar su mejor cara durante la cumbre, Xi se reunió también este lunes con el presidente Truong Tan Sang de Vietnam, otro país con el que Pekín ha mantenido fuertes roces este año debido a sus disputas territoriales en el mar del Sur de China. Según Xinhua, la agencia estatal china, ambos acordaron resolver sus diferencias mediante el diálogo. “Las relaciones bilaterales han avanzado continuamente desde que los dos países establecimos relaciones diplomáticas, pese a algunos altibajos”, declaró Xi. Por su parte, Truong aseguró que su país “está dispuesto a abordar las cuestiones marítimas mediante consultas amistosas para que esos asuntos no afecten las relaciones con China”.

Obama y Abbott tratan sobre la campaña contra el EI en Irak

Macarena Vidal Liy | Pekín

El presidente de EEUU, Barack Obama, y el primer ministro australiano, Tony Abbott, hablaron este lunes sobre la campaña de bombardeos selectivos en Irak contra el grupo yihadista Estado Islámico (EI), y la posibilidad de que Australia incremente su participación. EEUU ya anunció hace días el aumento a 1.500 del número de instructores militares que desplazará al país árabe. Australia ha prometido 200 efectivos de sus fuerzas especiales.

Según declaró Obama en una reunión bilateral con Abbott al margen de la cumbre de líderes del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC) en Pekín, la misión en Irak evoluciona y necesita más instructores que puedan “asesorar y asistir”.

“Mientras lo estamos estableciendo, estoy desarrollando conversaciones con Australia y otros socios de la coalición que ya se han comprometido a enviar instructores, para ver cómo pueden suplementar y colaborar con nosotros en este esfuerzo”, afirmó Obama.

El presidente estadounidense participa en la cumbre de la APEC con la misión, entre otras cosas, de reiterar su compromiso con el “pívot” de su política exterior hacia Asia-Pacífico, que ha declarado su prioridad principal. Pero en los últimos tiempos el auge del EI o conflictos como el ucraniano han copado su atención.

Según indicó un alto funcionario estadounidense, Obama y el presidente ruso, Vladímir Putin, enfrentados por la crisis ucraniana, se encontraron brevemente esta noche, también en el margen de la cumbre de la APEC. Pero el encuentro fue breve y “no tuvieron tiempo de abordar asuntos”, insistió el alto funcionario estadounidense, que habló bajo la condición del anonimato.

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Sobre la firma

Macarena Vidal Liy
Es corresponsal de EL PAÍS en Washington. Previamente, trabajó en la corresponsalía del periódico en Asia, en la delegación de EFE en Pekín, cubriendo la Casa Blanca y en el Reino Unido. Siguió como enviada especial conflictos en Bosnia-Herzegovina y Oriente Medio. Licenciada en Ciencias de la Información por la Universidad Complutense de Madrid.

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