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Abbas arremete contra Hamás por atacar a Fatah en la franja de Gaza

El Ejército israelí mata a un palestino en el 10º aniversario de la muerte de Arafat

Abbas arremete contra Hamás por atacar a FatahFoto: reuters_live | Vídeo: Nasser Nasser

El discurso del presidente palestino Mahmud Abbas este martes, en el décimo aniversario de la muerte de su predecesor, Yasir Arafat, sirvió menos para glosar al histórico rais que para atacar a sus adversarios —Israel pero también Hamás—, con quien ha retomado una disputa que el Gobierno de unidad aprobado en junio debía haber rebajado. Abbas acusó a los islamistas de permitir ataques con explosivos contra casas y coches de dirigentes de Fatah —su partido y el de Arafat— en la Franja. El viernes hubo una docena, sin daños personales.

Uno de los artefactos destrozó el escenario donde hoy debía recordarse a Abu Amar, acto que fue suspendido. “¿Quién cometió este crimen? El liderazgo de Hamás lo hizo y es responsable”, bramó Abbas desde la Mukata, en la que Arafat estuvo cuatro años asediado por Israel antes de morir en Francia. La semana pasada se difundieron unos folletos en los que una supuesta rama del Estado Islámico se atribuía esos ataques, a los que las fuerzas de seguridad palestinas restan toda credibilidad. Para Abbas, fue Hamás. “Sus comentarios contra nosotros son similares a los de la ocupación[ISRAEL]”, dijo entre banderas de Fatah, arrancando los aplausos más cálidos en un acto poco efusivo.

En septiembre, Fatah y Hamás pactaron que el Ejecutivo de unidad se encargaría del control de los pasos de Gaza, como exigió Israel para el alto el fuego de la Operación Margen Protector (2.200 muertos). Eso no ha ocurrido en una tierra que de facto aún gestiona Hamás, en el poder desde 2007. Abbas les exigió entonces un “cambio drástico de conducta”, porque la reconciliación peligraba. Hoy les culpó de impedir que entre ayuda para la reconstrucción de Gaza. “El único que pierde es el pueblo (…), vosotros estáis en vuestros escondites”. Fawzi Barhoum, portavoz de Hamás, replicó que el discurso estaba “dirigido a causar tensiones” y era “partidista y despreciable”.

Abbas acusó también a Israel de arrastrar a la región a una “guerra religiosa”, ante las “provocaciones” de ultranacionalistas judíos en la Explanada de las Mezquitas (para los judíos, Monte del Templo). De hecho, en Ramala más que el rostro de Arafat destacaban las fotos de Jerusalén, corazón del conflicto actual.

En breve, recordó, presentarán en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas una resolución que exija el fin de la ocupación en noviembre de 2016. Si no prospera, reconocerán la Corte Penal Internacional, donde podrían denunciar a Israel por crímenes de guerra. El ministro de Exteriores israelí, Avigdor Lieberman, denunció que a Abbas y Arafat les une “el odio a los judíos” y que “promueven el terrorismo”, pero que Abbas es “más peligroso porque sabe cómo ocultar su verdadero rostro”.

El líder palestino Marwan Barghouti, preso con cinco cadenas perpetuas, publicó una carta pidiendo que se ahonde en la “resistencia” para “ser fieles” al legado de Arafat. Justo hoy, Imad Jawabreh, de 21 años, murió en el campo de refugiados de Al Arrub, cerca de Hebrón (Cisjordania), alcanzado en el pecho por el Ejército israelí, que sostiene que portaba un arma improvisada. Su familia afirma que tomaba té en su terraza mientras en la calle había una manifestación. Son 46 los palestinos civiles muertos en protestas contra Israel en 2014.

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