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INMIGRACIÓN

Las claves del decreto de Obama para regularizar a millones de ‘sin papeles’

Las claves de la propuesta de Obama para regularizar a millones de indocumentados

El presidente Obama defendió desde Myanmar, donde se encuentra de visita oficial, que cumpliría su promesa de actuar por decreto.
El presidente Obama defendió desde Myanmar, donde se encuentra de visita oficial, que cumpliría su promesa de actuar por decreto. Gemunu Amarasinghe (AP)

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ultima estos días un plan para regularizar a millones de indocumentados. Para ello, emplearía sus poderes ejecutivos, aprobando un decreto que impida deportar a aquellos ‘sin papeles’ que cumplan ciertas condiciones y que no hayan cometido delitos. La reforma del sistema migratorio, una de las causas sin resolver de su presidencia, consiste en un proyecto de ley mucho más ambicioso de lo que pueda alcanzar Obama con este decreto. Sin embargo, la oposición del Partido Republicano amenaza con bloquear cualquier negociación con Obama por lo que consideran un abuso de poder por parte del presidente. A continuación repasamos 12 cifras, dos fechas y un concepto clave en la iniciativa de Obama:

11,7

Los millones de personas de diferentes nacionalidades que viven en Estados Unidos sin permiso, después de entrar ilegalmente o, en su mayoría, por permanecer en el país una vez habían caducado sus visados.

54

Los millones de hispanos que viven en Estados Unidos, la minoría racial más grande del país, un porcentaje del 17% de la población.

5
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Los millones de indocumentados que, según las primeras estimaciones, podrían evitar la deportación forzada gracias al decreto que se espera anuncie el presidente en los próximos días. A pesar de que Obama ordenó al Departamento de Seguridad Nacional durante su primer mandato que priorizara las deportaciones de aquellos indocumentados que representan una amenaza para la seguridad del país o que tengan antecedentes criminales, ha expulsado a más de dos millones de ‘sin papeles’, ganándose entre la comunidad hispana el apodo de ‘deportador en jefe’.

2,5

Los millones de personas que han vivido en Estados Unidos ‘sin papeles’ durante al menos 10 años. El decreto que apruebe el presidente Obama podría limitar los beneficios de este cambio en la legislación a aquellos que lleven más de una década en el país, por lo que solo podrían acogerse cerca de un cuarto de los indocumentados que se estima hay en EE UU.

3,3

Los millones personas que han residido en el país, sin permiso legal, durante más de cinco años y que tienen hijos de nacionalidad estadounidense. Según adelantó ayer el diario The New York Times, el plan de Obama es conceder un permiso temporal de trabajo y residencia a estos padres indocumentados, de manera que puedan permanecer en EE UU sin temor a ser descubiertos y separados de sus hijos. Las cifras corresponden a un estudio del Migration Policy Institute.

8

Los senadores demócratas y republicanos que en 2013 aprobaron el proyecto de reforma del sistema de inmigración en el Senado. El ‘Grupo de los Ocho’ representó entonces uno de los pocos ejemplos de colaboración entre los dos partidos que se recordarán de la presidencia de Obama. El proyecto legislativo, aprobado gracias al respaldo de varios senadores republicanos en el pleno, quedó bloqueado después por la mayoría conservadora en la Cámara de Representantes.

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Aquella ley proponía aumentar la seguridad en la frontera, aumentar los visados temporales a trabajadores agrícolas y especializados en el sector de la tecnología, una vía para el acceso a la ciudadanía de millones de indocumentados previo pago de una multa y el incremento de controles sobre los permisos de trabajo para extranjeros. Obama ha defendido desde entonces que cualquier reforma del sistema migratorio debería seguir estos principios.

51

El porcentaje de estadounidenses que apoyan la firma de un decreto presidencial de Obama en materia de inmigración ante la falta de resolución en el Congreso, según una encuesta del pasado mes de septiembre, publicada por New York Times y CBS.

7

Los años que han pasado desde que el Congreso de Estados Unidos intentase aprobar una reforma del sistema migratorio de una magnitud comparable a la actual. Fue en 2007 y el presidente George W. Bush, con el apoyo de su partido en la Cámara de Representantes y en el Senado, podría haber cambiado la historia de la inmigración en el país. Sin embargo, la dureza del debate, especialmente entre el sector más conservador del partido, que se negó -como ahora- a la regularización de indocumentados o “amnistía”, hundió las pocas posibilidades de que la legislación saliera adelante.

12

Los miles de agentes que forman parte del sistema de inmigración, dependiente del Departamento de Seguridad Nacional y cuyas funciones podrían verse afectadas en cuanto entre en vigor el decreto que quiere aprobar el presidente Obama, o cualquier ley de reforma migratoria que pueda aprobar el Congreso.

S744

‘S’ representa al Senado. 744 es el número del proyecto de ley aprobado por la cámara Alta el 28 de junio de 2013, que todavía puede ratificar la Cámara de Representantes -aunque la mayoría republicana hace que sea prácticamente imposible- y que hubiera supuesto la reforma más ambiciosa del sistema de inmigración en las tres últimas décadas.

38,3

Los millones de hispanos que hablan español en casa. Los datos son de 2012 y los proporciona la Oficina del Censo. El organismo asegura que el número ha aumentado un 121% desde la década de los 90, cuando sumaban 17 millones. Más de la mitad de los hispanohablantes, un 58%, también hablan inglés “muy bien”.

64

El porcentaje de hispanos de origen mexicano en EE UU. Según datos del Censo, en 2012, el segundo grupo mayoritario eran los puertorriqueños (9,4%) seguidos de los salvadoreños (3,8%), cubanos (3,7%), dominicanos (3,1%) y guatemaltecos (2,3%).

¿Regularización o Amnistía?

El presidente Obama carece de la autoridad legal para conceder la ciudadanía de manera automática a millones de personas, por lo que ofrece un proceso de regularización en el que aquellos indocumentados que cumplan determinadas condiciones -como lazos familiares o el tiempo que hayan vivido en el país, así como el pago de una multa-, se salven de la amenaza de la deportación y después puedan convertirse en ciudadanos estadounidenses. Este objetivo final, que ya estaba contemplado en la ley aprobada por el Senado hace poco más de un año, siempre ha sido descalificado por los republicanos más conservadores como “amnistía” porque lo consideran un indulto a millones de personas que cometieron el delito de entrar ilegalmente en EE UU y que finalmente recibirían la ciudadanía.

4 de noviembre de 2014

La fecha de las últimas elecciones legislativas marcó las deliberaciones sobre la posibilidad de que Obama aprobara un decreto presidencial para regularizar a millones de indocumentados. Si actuaba antes de los comicios, podía perjudicar duramente las opciones de los candidatos demócratas en aquellos Estados donde la inmigración es un asunto prioritario para los electores o se enfrentaban a aspirantes republicanos cuya campaña giraba entorno a este tema. Si actuaba después, corría el riesgo de sacrificar el apoyo del electorado hispano, poco significativo en esta convocatoria, pero imprescindible.

5 de enero de 2015

El primer lunes del año tomará posesión el próximo Congreso, estrenando mayoría republicana en las dos Cámaras. El presidente Obama ha retado a los líderes republicanos a utilizar esa superioridad de votos para reformar el sistema de inmigración y modificar cualquiera de las condiciones que él firme en su decreto y con las que no estén de acuerdo. Los republicanos han amenazado con denunciar al presidente por abuso de poderes en materia de inmigración y con la puesta en marcha de un proceso similar al que ha intentado revocar la reforma sanitaria. La respuesta de Obama es sencilla: la institución que tiene más poder legislativo en cuestión de inmigración es el Congreso y los republicanos tienen todos los votos necesarios para aprobar su versión de la reforma del sistema.

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