_
_
_
_
_

Túnez elegirá presidente en una apretada segunda vuelta

El laico Essebsi vence con solo 200.000 votos de ventaja a Marzouki, que tendrá apoyos en la izquierda y el islamismo

En la foto (Efe), la Comisión electoral el 25 de noviembre | Vídeo: ReutersFoto: reuters_live
Javier Casqueiro

Apenas por 200.000 votos de diferencia. El líder de Nida Tounes, el laico y veterano Beyi Caid Essebsi, ganó las elecciones presidenciales del pasado domingo en Túnez pero por mucho menos margen del esperado y del que pronosticaban las encuestas y deja muy abierto el duelo con el otro gran aspirante de esta jornada electoral histórica, el actual presidente Moncef Marzouki, con el que se medirá en segunda vuelta el 28 de diciembre. A Essebsi, que a sus 88 años partía como hiperfavorito y ha sumado casi el 40% de las papeletas, le ha perjudicado al final ser considerado como el representante de la vuelta del antiguo régimen.

Más información
Essebsi se perfila como favorito en las presidenciales de Túnez
Un laico de 88 años y procedente del viejo régimen
Túnez celebra presidenciales sin la participación de los islamistas
'La segunda revolución', por S. NAÏR

La campaña electoral parece perpetua en Túnez en los últimos meses, casi años, y seguirá así al menos hasta finales de diciembre. La consulta con las urnas del domingo, en las primeras presidenciales libres y democráticas del país y de las naciones envueltas en las revoluciones de la primavera árabe, no ha definido claramente qué puede pasar a partir de ahora.

Todos los sondeos de opinión, prohibidos pero que manejaban los partidos y analistas, vaticinaban una victoria contundente para el anciano Essebsi y su partido Nida Tounes, montado hace apenas dos años con un conglomerado de dirigentes, magnates e intelectuales de todo el ámbito ideológico con el denominador común de su feroz antiislamismo. En las generales del 26 de octubre cosecharon 86 escaños de 217 posibles y dejaron a los islamistas de Ennahda en segunda posición con solo 69. Parecían encaminados a dominar el nuevo Parlamento, formar el nuevo Gobierno y ocupar la presidencia de la República.

Los votantes tunecinos, que participaron solo en un 65% el domingo sobre los 5,2 millones de electores que se inscribieron, han lanzado varios mensajes de alerta a todos los políticos en disputa. A Essebsi y Nida Tounes le han dado ahora un triunfo (casi el 40% de los votos) porque han valorado su promesa de "retorno al orden y la normalidad" en un país que lleva tres años ocupado en asentar sus instituciones pero no gestiona ni regular los asuntos del día a día. Eso sí, no le han concedido ni la mayoría absoluta para evitar el segundo turno ni una distancia evidente con respecto a su principal competidor.

Essebsi y su equipo han entrado en fase de nervios y hoy han rechazado un debate cara a cara en televisión con su principal rival, al que han acusado de jugar el rol de pantalla de los islamistas, también de los más retrógrados y violentos.

Únete a EL PAÍS para seguir toda la actualidad y leer sin límites.
Suscríbete

Resultados tras la primera vuelta

  • 1-Beji Caïd Essebsi (Nida Tounes):1.289.384 (39,44%)
  • 2-Moncef Marzouki (Congreso por la República): 1.092.418 (33,43%)
  • 3-Hamma Hammami (Frente Popular): 655.529 (7,82%)
  • 4-Hachemi Hamdi (Corriente del Amor): 187.923 (5,75%)
  • 5-Slim Riahi (Unión Patriótica Libre): 181.407 (5,55%)

Al 'doctor Marzouki', como llaman sus simpatizantes al actual presidente de la República constituyente y fundador del partido Congreso Por la República (CPR), exiliado muchos años en Tánger con su familia por su activismo a favor de los derechos humanos durante la dictadura de Ben Ali, le han concedido los electores una segunda oportunidad. Marzouki había perdido durante estos años gran parte de su prestigio anterior por su alianza en el poder con los islamistas de Ennahda y por algunas actuaciones polémicas. Su partido, el CPR, tenía 30 diputados desde las elecciones constituyentes de 2011 y se quedó en solo cuatro hace un mes, cuando se celebraron las últimas generales ya con la nueva Constitución y la siguiente ley electoral. 

En esta campaña electoral Marzouki ha jugado su única baza y le ha salido bien. Ha apelado a los votantes con el miedo al pasado y les ha llamado a evitar el retorno del antiguo régimen que podría significar Essebsi y sobre todo algunos de los desturiones (dirigentes del partido que ha dominado Túnez desde los tiempos de Habib Burgiba y Ben Ali) que le acompañaban. Ahora ya está convocando a "todas las fuerzas democráticas a mirar hacia adelante y promover un equilibrio de poderes" en la segunda vuelta.

Las encuestas le daban a Marzouki apenas el 10% de los sufragios y ha superado esa cota con creces hasta situarse casi en el 34%. Y, ahora, además, tiene más opciones y puertas abiertas que su contrincante porque puede citar a los votantes de izquierdas y jóvenes desencantados que votaron el domingo por la tercera fuerza, la que dirige el izquierdista Hamma Hammani, que podría devenir en el árbitro del partido. O, también, reiterar el apoyo a los islamistas de Ennahda, que en esta vuelta han preconizado oficialmente la abstención pero han dejado libertad a sus bases y cuadros para acudir y respaldar en mitines y actos a Marzouki, con el que ya han gobernado.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Sobre la firma

Javier Casqueiro
Es corresponsal político de EL PAÍS, donde lleva más de 30 años especializado en este tipo de información con distintas responsabilidades. Fue corresponsal diplomático, vivió en Washington y Rabat, se encargó del área Nacional en Cuatro y CNN+. Y en la prehistoria trabajó seis años en La Voz de Galicia. Colabora en tertulias de radio y televisión.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_