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El SPD alemán se anota un éxito con la cuota femenina en empresas

Las mujeres deberán ocupar el 30% de los consejos de las grandes compañías

Luis Doncel
La canciller Merkel, en el debate celebrado este miércoles en el Parlamento alemán, en Berlín
La canciller Merkel, en el debate celebrado este miércoles en el Parlamento alemán, en BerlínS. LOOS (REUTERS)

Primero fue el salario mínimo; después la jubilación a los 63 años y la posibilidad de que los hijos de turcos mantengan la doble ciudadanía. Ahora, el Partido Socialdemócrata Alemán (SPD) se acaba de anotar otro tanto al sacar adelante su polémica cuota femenina en los consejos de las grandes empresas. La medida, que podría entrar en vigor en 2016, tendrá un alcance limitado, ya que solo afectará a un centenar de compañías que cotizan en Bolsa. Pero las resistencias surgidas a lo largo de los últimos meses en sectores democristianos realzan el éxito político de la responsable de la iniciativa, la socialdemócrata Manuela Schwesig.

“La ministra de Familia debería dejar de ser tan llorona y atenerse al acuerdo de la gran coalición”, le lanzó el martes el líder parlamentario de los democristianos, Volker Kauder, a quien en las últimas horas le ha caído una lluvia de epítetos por sus palabras. “Los hombres que hablan así muestran que tienen un problema”, le respondió el vicecanciller y líder del SPD, Sigmar Gabriel.

Cuando Kauder usó la palabra “llorona” para referirse a su compañera en el Gobierno de gran coalición aún no estaba tomada la decisión de obligar a las compañías más grandes a contar al menos con un 30% de mujeres en sus consejos de supervisión, el organismo que controla al consejo directivo en las sociedades anónimas alemanas. Pero una reunión de los líderes de los tres partidos que gobiernan Alemania —democristianos de la CDU, sus hermanos bávaros de la CSU y el SPD— celebrada a última hora del martes dejó claro que Schwesig y los suyos se salían con la suya. Atrás quedaban las peticiones de que, a la vista del empeoramiento de la coyuntura económica, se pospusiera la norma o se introdujeran importantes excepciones para no imponer más trabas a las empresas. “Es insultante suponer que las mujeres son una traba para la economía”, respondían sus impulsores. El próximo paso llegará el próximo 11 de diciembre, cuando está previsto que el Consejo de Ministros apruebe la norma. Después, llegará el trámite parlamentario. Países como Francia, Italia, Bélgica y Holanda también han impulsado normas para fomentar la representación de las mujeres en los órganos decisivos de las empresas.

La idea es castigar con sanciones a las empresas cuyos consejos de vigilancia no alcancen el 30% de participación femenina; y obligarles a dejar vacantes los asientos que deberían estar ocupados por una mujer. “Estoy segura de que no quedarán puestos vacíos, porque hay suficientes mujeres cualificadas”, dijo la ministra de Familia. Un recuento realizado por la revista Der Spiegel muestra que la presencia femenina en los consejos de supervisión de las 160 mayores compañías alemanas asciende ahora al 17%.

El SPD puede exhibir ante su electorado un nuevo trofeo que ha arrancado a la canciller Angela Merkel, que en el pasado siempre había apostado por la autorregulación de las empresas. Pero este puede ser un pobre consuelo para Sigmar Gabriel, que acaba de convertirse en el líder de los socialdemócratas más duradero desde el carismático Willy Brandt. Pese a impulsar normas con su impronta, el SPD no levanta el vuelo en las encuestas. Sigue anclado en torno al 25%, mientras la CDU de la invencible Merkel supera el 40%. Una pobre credencial para Gabriel si aspira a sustituir a su actual jefa tras las elecciones de 2017.

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Sobre la firma

Luis Doncel
Es jefe de sección de Internacional. Antes fue jefe de sección de Economía y corresponsal en Berlín y Bruselas. Desde 2007 ha cubierto la crisis inmobiliaria y del euro, el rescate a España y los efectos en Alemania de la crisis migratoria de 2015, además de eventos internacionales como tres elecciones alemanas o reuniones del FMI y el BCE.

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