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El Gobierno de unidad palestino no logra convocar elecciones

El desacuerdo frena la reconstrucción de la Franja de Gaza

Un policía israelí, con dos niños árabes en Jerusalén.
Un policía israelí, con dos niños árabes en Jerusalén.Spencer Platt (Getty)

El plazo de seis meses que los dos grandes movimientos palestinos, Fatah y Hamás, se fijaron para la convocatoria de elecciones presidenciales y legislativas, tras la creación el pasado 2 de junio de un Gobierno de unidad nacional, concluye hoy sin la perspectiva de celebrar comicios en un horizonte cercano. Aunque fuentes de Fatah afirman que nunca se acordó que el nuevo Ejecutivo palestino durara solo seis meses, Hamás disiente. “El mandato expira el 2 de diciembre”, afirmó la semana pasada un dirigente de Hamás.

Según Fatah, el acuerdo que supuso la reconciliación entre las dos facciones palestinas, que llevaban siete años enfrentadas tras una breve guerra civil en 2007, se creó con “una serie de objetivos”, entre ellos, la “celebración de elecciones en un plazo de seis meses”. Pero no se llegó a pactar que el nuevo Ejecutivo palestino se disolviera si no cumplía sus propósitos en medio año. “Si Hamás se ha retractado del acuerdo, eso ya es algo diferente”, afirmó este lunes Faisal Abu Shalal, miembro de Fatah, a la agencia palestina Maan.

Las últimas elecciones presidenciales en los Territorios Palestinos se celebraron en 2005, con Mahmud Abbas como vencedor, mientras que los últimos comicios legislativos, en los que Hamás fue el partido más votado, tuvieron lugar en 2006. En ambos casos el mandato de cuatro años expiró hace mucho tiempo.

Años de división

  • 2006. Hamás gana las elecciones a Fatah.
  • En 2007 el grupo islamista expulsa a Fatah de Gaza.
  • 2011. Firma de un Gobierno de coalición que fracasa.
  • 23 abril de 2014. Reconciliación y anuncio de un Gobierno de unidad.
  • Septiembre de 2014. Fatah y Hamás acuerdan que la Autoridad Palestina controle Gaza y sus fronteras.

Sin embargo, la convocatoria de comicios no es el único fin del Gobierno de unidad. Según acordaron Fatah y Hamás el pasado septiembre, la Autoridad Palestina, que gobierna en Cisjordania, debería asumir “de forma inmediata” también el Gobierno en Gaza y unificar en un solo Ejecutivo una Administración doble que opera de forma paralela por un lado en Cisjordania y por otro en la Franja. Pero Hamás, considerada una organización terrorista por EE UU y la Unión Europea, no ha cedido el mando.

“No existe ningún progreso en la marcha de las negociaciones”, explica Gassan Al Jatib, exministro palestino y profesor de la Universidad de Birzeit (Cisjordania). Según él, “ninguno de los elementos que formaban parte del acuerdo se ha cumplido, porque ni se ha unificado el Gobierno de Cisjordania y Gaza ni se han convocado elecciones”.

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Como parte de ese acuerdo, Fatah debería haber tomado el control del paso fronterizo de Rafah en Gaza, asfixiada por el bloqueo israelí y egipcio, y uno de los puntos del alto el fuego indefinido que puso fin a la última operación del Ejército israelí contra Hamás en la Franja. Tampoco las dos facciones palestinas han alcanzado un consenso para crear un único cuerpo de seguridad, bajo el mando de la Autoridad Palestina, que integre a las fuerzas de Hamás. “Sólo habrá un cambio real cuando Hamás ceda su poder en Gaza”, apunta el periodista y profesor palestino Daoud Kuttab.

Desde un punto de vista práctico, que afecta de forma directa a la vida de los ciudadanos de Gaza, devastada tras la Operación Margen Protector del pasado verano, Fatah debía gestionar la reconstrucción de la Franja y pagar los salarios que unos 40.000 funcionarios no cobran desde hace meses. Pero según el exministro Al Jatib la reconstrucción no tiene “grandes expectativas” de prosperar. “En la conferencia internacional de donantes celebrada tras la última guerra en Gaza, se acordó que la Autoridad Palestina gestionaría los fondos para la reconstrucción, pero como no gobierna en Gaza esos fondos tampoco llegan”, lamenta Al Jatib. Según el exministro palestino, “durante la guerra de Gaza hubo cooperación entre Fatah y Hamás pero, una vez terminada, las dos facciones se han dedicado únicamente a intercambiar acusaciones poniendo en riesgo las negociaciones para una reconciliación verdadera y definitiva”.

Las recriminaciones entre los dos bandos son constantes. El presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbas, ha acusado a Hamás de permitir ataques con explosivos contra casas y vehículos de dirigentes de Fatah en Gaza. Los islamistas recriminan a Fatah pasividad ante la ocupación israelí y le piden que “abra una investigación” antes de señalar a miembros de su organización. Pero a pesar de las acusaciones, ninguno se atreve a romper los puentes de diálogo.

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Sobre la firma

Patricia R. Blanco
Periodista de EL PAÍS desde 2007, trabaja en la sección de Internacional. Está especializada en desinformación y en mundo árabe y musulmán. Es licenciada en Periodismo con Premio Extraordinario de Licenciatura y máster en Relaciones Internacionales por la Universidad Complutense de Madrid.

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