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El aluvión de irregulares en la UE bate récords con 270.000 en 2014

Las estimaciones de Frontex suponen un crecimiento de casi el 60% respecto a 2013 Las cifras duplican las entradas registradas durante la ‘primavera árabe’

Claudi Pérez
Varios de los 1.026 inmigrantes rescatados el 24 de diciembre por Italia.
Varios de los 1.026 inmigrantes rescatados el 24 de diciembre por Italia.efe

Hace poco más de un año, varios cientos de ataúdes blancos dejaban una imagen escalofriante en un hangar del aeropuerto de la isla italiana de Lampedusa tras dos grandes naufragios sucesivos. Desde mediados de 2013 se suceden las imágenes de inmigrantes subsaharianos balanceándose en lo alto de la valla de Melilla. Las frías cifras no pueden competir con esas fotografías, pero son cada vez más impactantes: la agencia europea de fronteras, Frontex, estimaba este viernes la entrada de inmigrantes irregulares en la UE en 270.000 en 2014, casi un 60% más que el año anterior y muy por encima de los 140.000 anuales que desataron la alarma durante la primavera árabe en 2011. El norte de África y Oriente Próximo, con el largo conflicto en Siria como punta de lanza, siguen siendo una olla a presión difícil de contener a la vista de la inestabilidad de la ribera sur del Mediterráneo.

Europa, sumida en una grave crisis económica, con un paro desbocado e incapaz de abordar de forma estratégica sus problemas demográficos, sigue mirando hacia otro lado. Italia puso en marcha a finales de 2013 una gran operación —que se denominó Mare Nostrum— de patrullaje y rescate, que incluía un gasto de nueve millones de euros mensuales en mantener 32 barcos, dos submarinos y 900 militares alerta para evitar tragedias. Mare Nostrum ha salvado unas 150.000 vidas. Pero una combinación de varios factores está acabando con ella: Roma no quiere asumir en solitario los costes de esa operativa, pero los socios se resisten a cotizar por las apreturas presupuestarias, y varios países, encabezados por Reino Unido, aseguran incluso que Mare Nostrum contribuye al denominado efecto llamada.

La operación Mare Nostrum salvó 150.000 vidas en algo más de un año

Frontex empezó a relevar ese vasto despliegue militar italiano en el último trimestre de 2014 con el despliegue de la operación Tritón: un modesto equipo de cuatro aviones, un helicóptero y siete barcos. “Pero los resultados no pueden ser los mismos: esa operación tiene un tercio del presupuesto de Mare Nostrum y su objetivo es la gestión y vigilancia de fronteras, no las operaciones de salvamento”, afirmó este viernes a este diario Gil Arias, director ejecutivo adjunto de Frontex.

El verdadero efecto llamada es otro: la abismal diferencia de riqueza y bienestar entre África y Europa es el imán más potente para una población africana joven que huye de la pobreza y la violencia. La marea de sin papeles sube por varios flancos, pero Italia sigue siendo la tesela fundamental de ese mosaico, el destino de la principal ruta utilizada por los refugiados sirios y del Cuerno de África, a menudo, desde las costas de Libia. En torno a 170.000 inmigrantes irregulares llegaron a las costas italianas el año pasado, según Frontex, una cifra similar a la de todos los que llegaron a toda la UE en 2013. El Mediterráneo Oriental y la frontera entre Grecia y Turquía, junto con los Balcanes y, en menor medida, España son las otras vías de acceso más destacadas. Frontex tiene ya confirmados 230.000 casos, pero a falta de los últimos datos que deben enviar los Estados miembros eleva a 270.000 la estimación final de entradas en 2014, lo que supone un récord absoluto de cruces irregulares de la frontera exterior de la UE desde que esa agencia recoge datos, con posterioridad a la guerra de los Balcanes.

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Llegaban en lanchas y en pequeños barcos pesqueros, cruzaban las vallas en Ceuta y Melilla. Pero ahora acceden incluso en buques de carga. Frontex asegura que la localización del carguero Ezadeen de 73 metros de eslora en Italia con más de 450 inmigrantes clandestinos en su interior —el segundo carguero con centenares de personas a bordo en apenas tres días— confirma las sospechas de la agencia respecto a un cambio en el modus operandi de las mafias que se detecta desde finales del año pasado. “Más que por la desaparición de Mare Nostrum, las mafias están abandonando las embarcaciones ligeras desde Libia y se decantan ahora por los cargueros que zarpan desde Turquía tanto por el cambio en las condiciones meteorológicas —más adversas— como por el hecho de que son más lucrativos: llevan a más gente y pueden cobrar precios muy superiores porque ofrecen mayor seguridad”, apunta Arias. Frontex se desmarca así de Naciones Unidas, que este viernes atribuía a la conclusión de Mare Nostrum ese cambio de táctica.

La mitad de las llegadas de clandestinos se produjo en Italia

Bruselas salió este viernes al paso con la habitual declaración de buenas intenciones. Un portavoz de la Comisión Europea aseguró que la lucha contra las redes que introducen masivamente a inmigrantes sin papeles en la UE será una de las “prioridades” en 2015.

El presidente de la Comisión, el luxemburgués Jean-Claude Juncker, se ha comprometido a reforzar las capacidades operativas de Frontex. Pero pese a las promesas de Juncker —y a los gestos del papa Francisco, muy activo tras la tragedia de Lampedusa —, nada de eso es sencillo en Europa en ausencia de una posición común entre los Estados miembros.

Tritón ya fue una solución de compromiso para un problema que provocó un enfrentamiento entre los países más afectados —encabezados por Italia— y los que rechazan de plano operativas como la de Mare Nostrum para evitar el efecto llamada. Sin empuje aún en Bruselas y con los líderes europeos más preocupados en la difusa salida de la crisis, tampoco Alemania ve motivos para un cambio de estrategia: “Este fenómeno novedoso [el uso de cargueros] no demanda un cambio de estrategia en la política europea de asilo”, aseguraron fuentes de la cancillería a la agencia DPA.

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Sobre la firma

Claudi Pérez
Director adjunto de EL PAÍS. Excorresponsal político y económico, exredactor jefe de política nacional, excorresponsal en Bruselas durante toda la crisis del euro y anteriormente especialista en asuntos económicos internacionales. Premio Salvador de Madariaga. Madrid, y antes Bruselas, y aún antes Barcelona.

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