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Decenas de dirigentes mundiales encabezan la manifestación

El Elíseo rechaza las críticas por la presencia de países sin libertad de expresión

Guillermo Altares
Dirigentes de todo el mundo acompañan a Hollande al frente de la marcha.
Dirigentes de todo el mundo acompañan a Hollande al frente de la marcha. PHILIPPE WOJAZER (AFP)

La cabeza de la gigantesca manifestación que ayer inundó las calles de París parecía más bien una cumbre internacional que una marcha reivindicativa. Casi 60 personalidades del mundo político, jefes de Estado y de Gobierno, representantes de organizaciones internacional se unieron ayer a la protesta con la violencia y a favor de la libertad de expresión en la capital francesa.

Desde la alemana Angela Merkel hasta el español Mariano Rajoy, el húngaro Viktor Orban o la danesa Helle Thorning-Schmidt; los máximos representantes de las Instituciones Europeas —Parlamento, Comisión y Consejo—; el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, y el presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbas; el ministro de Exteriores ruso y el presidente de Kosovo; los presidentes de varios países africanos; el fiscal general (ministro de Justicia) de Estados Unidos, Eric Holder... La lista es interminable. Todo ello sin contar a los innumerables embajadores y delegados de organizaciones internacionales.

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Sin embargo, la presencia de algunos líderes provocó cierta polémica e ironías entre los propios manifestantes. “Son todos bienvenidos pero deberían tener claro que esto es también una marcha a favor de la libertad de expresión”, explica Benjamin Cataliotti, montador de vídeo de 27 años, que lleva un cartel en el que puede leerse “No soy” y a continuación una retahíla de nombres de personalidades internacionales presentes. “No deberíamos dejarles que se apoderen de un movimiento político que es nuestro a favor de la libertad y de la tolerancia. Muchos de ellos han demostrado la contrario”.

El Elíseo se vio forzado el domingo a responder a las críticas de diferentes ONG por la presencia de países, como Turquía y Rusia, donde la libertad de prensa está muy amenazada. “El presidente ha sido muy claro en este sentido. Teniendo en cuenta el mal mundial que representa el terrorismo, todo el mundo es bienvenido, todos los que nos han ayudado a luchar contra esa lacra”, manifestó la Presidencia francesa en un comunicado. "Estos terroristas han atacado a la libertad de prensa, a la policía y han cometido crímenes antisemitas. No podemos permitirnos distinciones entre países y estigmatizaciones. Todos los dirigentes presentes han condenado claramente el ataque contra Charlie Hebdo".

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Sobre la firma

Guillermo Altares
Es redactor jefe de Cultura en EL PAÍS. Ha pasado por las secciones de Internacional, Reportajes e Ideas, viajado como enviado especial a numerosos países –entre ellos Afganistán, Irak y Líbano– y formado parte del equipo de editorialistas. Es autor de ‘Una lección olvidada’, que recibió el premio al mejor ensayo de las librerías de Madrid.

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