_
_
_
_
_

Un detenido reconoce haber ordenado matar y quemar a los 43 estudiantes

El testimonio de un sicario refuerza la línea principal de investigación por la desaparición de los normalistas

David Marcial Pérez
'El Cepillo', sicario del grupo criminal Guerreros Unidos.
'El Cepillo', sicario del grupo criminal Guerreros Unidos.EFE

Uno de los detenidos por el caso de los 43 estudiantes desaparecidos en México, el integrante del cartel de Guerreros Unidos, Felipe Rodríguez Salgado, apodado El Cepillo, ha reconocido ante un juez haber dado la orden a sus sicarios de asesinar e incinerar los cuerpos de los estudiantes después de que la propia policía local de Iguala, un pequeño municipio al sur del país, le entregara a los 43 normalistas la noche del 26 de septiembre, según las declaraciones recogidas este viernes por el periódico mexicano La Jornada. Hasta el momento, sólo uno de los cuerpos ha podido ser identificado y, tanto dentro como fuera del país, crecen las voces que piden una investigación más escrupulosa de los hechos.

Más información
Amnistía Internacional exige que se ahonde más en el ‘caso Iguala’
Los científicos no logran identificar los restos de la matanza de Iguala
Los empresarios mexicanos piden el cese de la violencia en México

La versión oficial de la Fiscalía, según los testimonios de los casi 100 detenidos que acumula ya el caso, es que los estudiantes fueron víctimas de la acción concertada del narco y la policía municipal, que siguiendo órdenes del alcalde de la ciudad, atacaron a balazos a los estudiantes, los secuestraron y los entregaron al cartel local de Guerrero Unidos bajo la premisa de que eran integrantes del cartel rival de Los Rojos. “Me dijeron que un grupo de muchachos estaban atacando Iguala y que me iban a entregar tres ‘paquetes’ [sicarios] de un grupo contrario [Los Rojos] “, declaró Rodríguez ante el juez.

El relato continúa con la descripción de “unos 40 jóvenes con la cabeza rapada, y tres más con pelo largo, que iban con las manos amarradas”. Hacinados en una camioneta fueron trasladados hasta el pueblo vecino de Cocula. El propio Rodríguez interrogó allí a los estudiantes, que pese a responder que no tenían nada que ver con el narco, habrían sido ejecutados y calcinados en un basurero.

Este testimonio casa también con los del resto de detenidos, que coinciden en que fue El Cepillo quien dirigió la matanza de los estudiantes y que, siguiendo a su vez las órdenes del líder de Guerreros Unidos —Sidronio Casarrubias Salgado, también detenido—, mandó deshacer con palas los restos que habían sobrevivido a las llamas hasta convertirlos en añicos para después arrojarlos en bolsas de basura a la corriente de un río cercano.

Más allá de la identificación de Alexander Mora Venancio, de 21 años, el deterioro de los restos encontrados ha impedido de momento lograr más resultados. Los trabajos de reconocimiento, en manos de la Universidad austriaca de Innsbruck, pondrían prolongarse al menos otros tres meses más. El próximo domingo se cumplirán cuatro meses del suceso y los familiares de los estudiantes, que no aceptan la versión oficial presentada por las autoridades mexicanas, marcharán de nuevo por las calles la capital del país. Un reciente comunicado de Amnistía Internacional insta a investigar "a fondo" las denuncias de "posible complicidad" del Ejército en la desaparición de estudiantes. 

Únete a EL PAÍS para seguir toda la actualidad y leer sin límites.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Sobre la firma

David Marcial Pérez
Reportero en la oficina de Ciudad de México. Está especializado en temas políticos, económicos y culturales. Ha desarrollado la mayor parte de su carrera en El País. Antes trabajó en Cinco Días y Cadena Ser. Es licenciado en Derecho por la Universidad Complutense de Madrid y máster en periodismo de El País y en Literatura Comparada por la UNED.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_