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Una mujer rusa acusada de traición por contar sus sospechas a Ucrania

Moscú considera espía a una madre por haber informado supuestamente a Kiev de que soldados de un cuartel cercano a su domicilio eran enviados a Donetsk

Las autoridades rusas han acusado oficialmente de “traición a la patria” (en forma de espionaje) a una mujer, madre de familia numerosa, residente en la localidad de Viazma (provincia occidental rusa de Smolensk) por comunicar a la embajada de Ucrania en Moscú sus sospechas de que los soldados de un cuartel vecino tal vez eran enviados a la región de Donetsk (este de Ucrania). En virtud de estas acusaciones, podría ser condenada a 20 años de prisión.

La historia ocurrió en abril de 2014, según Anatoli Gorlov, el marido de Svetlana Davídova, que fue detenida en su domicilio el 21 de enero por la mañana y trasladada a Moscú, donde está confinada en la cárcel de Lefórtovo, después de que el juez dictara prisión preventiva de dos meses. El Consejo de Derechos Humanos adscrito al presidente de Rusia quiere controlar el tema y Dmitri Gudkov, un diputado de oposición de la Duma Estatal, prepara una interpelación a la Fiscalía de Rusia, sobre este caso, cuya existencia confirman el servicio de noticias RBK, la versión de Internet del periódico Kommersant y el político socialdemócrata Pavel Kudiukin, que dio la voz de alarma sobre el caso en su página de Facebook y que conoce a la acusada como “activista en las redes sociales”. "Esta es una historia disparatada, que tal vez sea una respuesta a la detención de supuestos espías rusos en EE UU o responda al deseo de hacer méritos de algún funcionario de Seguridad, aprovechando la histeria que reina en la sociedad", dijo Kudiukin.

Según Kommersant, Davídova telefoneó a la embajada ucrania al percibir una sustancial disminución del número de militares en el cuartel vecino a su domicilio, donde se aloja una unidad de especialistas en radio del GRU (el servicio de espionaje militar dependiente del Ministerio de Defensa). Posteriormente, según la versión de Gorlov, en un taxi colectivo la mujer oyó cómo otro pasajero, un militar, contaba por su móvil que eran enviados a Moscú “en pequeños grupos, obligatoriamente de paisano, y de allí a una misión de servicio”. Tras decidir que se trataba del envío de tropas a Donetsk, Davídova relató lo escuchado a la embajada de Ucrania en Moscú.

”Svetlana es una mujer muy activa, que se presentó varias veces a las elecciones a diputada y que está afectada por la violencia del conflicto en Ucrania”, dijo Gorlov por teléfono a esta corresponsal. “Somos una familia con siete hijos, y el menor es un bebé de sólo dos meses, al que Svetlana daba el pecho”, puntualizó. Davídova “no puede haber revelado ningún secreto porque no entiende de temas militares ni distingue un vehículo de otro y la única motivación que podía tener es salvar vidas”, prosiguió. Gorlov, que dijo ser vigilante de profesión, explicó que ni él ni su esposa, de profesión economista, han tenido o tienen acceso a secretos de Estado. Informó también de que ambos han sido activistas del Partido Comunista, aunque dijo no confiar en que esta formación política le fuera a ayudar. “Los comunistas también han apoyado la guerra. Vivimos en el mundo, no detrás de una verja, y sabemos que si hay un incendio en Ucrania, mañana se extenderá a Rusia”, dijo. En Ucrania, explicó, hay “un conflicto internacional que no debería existir y hay alguien que lo avienta”. Gorlov dijo haber escrito en la página web del presidente de Rusia pidiéndole que soltara a la aviadora ucrania Nadia Sávchenko, prisionera en Rusia. “Me he expresado con todos los medios a mi alcance, y tal vez fui demasiado rudo, pero tengo muchas preguntas sobre las que nadie me contesta”, señaló. En cuanto al cuartel al que daban las ventanas del domicilio familiar, Gorlov opinó lo siguiente: “Con Google se ve mejor que desde nuestra ventana”.

Según afirmó la abogada Anna Stavískaia a Kommersant, si la acusada es condenada por haber revelado un secreto de Estado, “entonces el Servicio Federal de Seguridad deberá reconocer el hecho de que se envían soldados a Ucrania o asegurar que el país vecino está en guerra con nosotros”. En cualquier caso, comentó, los fiscales de instrucción están en “una situación incómoda”. Oficialmente Rusia niega haber enviado a unidades militares regulares a apoyar a los insurgentes del este de Ucrania.

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Sobre la firma

Pilar Bonet
Es periodista y analista. Durante 34 años fue corresponsal de EL PAÍS en la URSS, Rusia y espacio postsoviético.

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