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Cuatro detenidos durante una operación antiterrorista en Bélgica

Los sospechosos tenían previsto dejar el país para viajar a Siria

La amenaza terrorista sigue activa en Bélgica. Tras el desmantelamiento de una célula yihadista el pasado 16 de enero en la localidad de Verviers, la policía belga ha llevado a cabo este viernes una operación que ha terminado con cuatro detenidos. Según ha confirmado la Fiscalía en un comunicado, la acción, está ligada con el caso de las partidas de combatientes hacia Siria, ha incluido 22 registros en distintos puntos del país. La policía no ha encontrado ni armas ni municiones en los lugares examinados, aunque ha asegurado que algunos de los detenidos eran sospechosos de viajar a Oriente Próximo para unirse a las milicias de organizaciones terroristas. El ministro de Justicia belga, Bart Tommelein, ha querido matizar este dato, durante la reunión informal de responsables de su ramo de la UE celebrada este viernes en Riga, y ha confirmado que la operación no iba dirigida a evitar “salidas inmediatas” del país.

Según la Fiscalía, la actuación llevada a cabo tenía como objetivo “desmantelar una organización que recluta y envía combatientes al extranjero”. De momento, se espera que durante la jornada el juez de instrucción determine si los detenidos pasarán a estar bajo mandato de arresto. Fuentes de la Fiscalía federal consultadas por este diario han negado que la acción de este viernes tenga relación con la operación antiterrorista en Verviers o los atentados en París del pasado 7 de enero.

Tommelein, con sus homólogos de Interior, Jan Jambon, y de Defensa,Steven Vandeput, presentaron hace unas semanas un plan de seguridad antiterrorista que incluía, entre otras medidas, la presencia de militares en las calles del país, la retirada de la nacionalidad belga a terroristas o la confiscación de los documentos de identidad a sospechosos de viajar a Siria e Irak para combatir con organizaciones terroristas. La suspensión de la ciudadanía es la más compleja de las tres y así lo ha corroborado el responsable de la Justicia belga. “Son cosas extremadamente delicadas ya que hay individuos que, por tener una sola nacionalidad, pasarían a ser apatrias”, ha explicado. Justicia aún está reflexionando sobre la medida.

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