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“La escalada de violencia obligará a la OTAN a dar armas defensivas a Kiev”

El politólogo considera que las sanciones por la crisis ucrania solo serían suficientes si fueran unidas a una actitud decidida

Zbigniew Brzezinski.
Zbigniew Brzezinski.Mindaugas Kulbis (ap)

Zbigniew Brzezinski, consejero nacional de Seguridad del expresidente estadounidense Jimmy Carter, considera que en Europa sería necesario que la OTAN y EE UU dejaran claro que, ante la escalada de la violencia en Ucrania, la Alianza "se verá obligada a suministrar armas defensivas" a Kiev. El politólogo considera que no hacerlo supondría otorgar un "cheque en blanco" al presidente ruso, Vladímir Putin, "con todas las dramáticas consecuencias posibles".

Pregunta. ¿Quién garantiza la seguridad de Europa?

Respuesta. Nadie en particular: debería ser la Unión Europea, sobre la base de unos principios estratégicos comunes y unos compromisos recíprocos, pero ese es el problema, porque es evidente que existen discrepancias.

P. ¿Entonces es la OTAN, es decir, Estados Unidos?

R. Estados Unidos es, por supuesto, el miembro más importante de la Alianza Atlántica. Si Estados Unidos no se implica, la alianza pierde toda relevancia estratégica. Sin los estadounidenses, la OTAN no puede ser viable ni tener credibilidad militar.

P. ¿Qué le parece la reacción de los europeos ante la crisis de Ucrania?

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R. No es una respuesta unánime. Y eso no es extraño, pero, si aumenta el número de desertores en la Alianza, la situación de toda Europa puede volverse peligrosa. O bien se convertirá en una zona sometida a la influencia de potencias exteriores, o se precipitará un enfrentamiento militar entre el Este y el Oeste.

Me preocupa lo que veo hoy en Europa, porque observo elementos que recuerdan a la actitud de los principales países europeos en 1938 y 1939: la voluntad de no ver más que los problemas inmediatos, la incapacidad de afrontar directamente los hechos.

P. Los europeos prefieren recurrir a las sanciones, ¿qué resultado tendrán?

R. Las sanciones serían suficientes si fueran unidas a una actitud decidida, y no a negociaciones sin fin en las que la otra parte [los separatistas respaldados por Rusia] puede hacer promesas que a continuación se apresura a incumplir, para después reanudar las negociaciones y hacer nuevas promesas. Sería necesario que en Europa, la OTAN y Estados Unidos hubiese más voluntad de dejar claro que la escalada de la violencia (nadie puede poner en duda que Rusia está agravando la crisis) acabará por generar una situación en la que la Alianza se verá obligada a suministrar armas defensivas a Ucrania. No hacerlo es dar un cheque en blanco a Putin, con todas las dramáticas consecuencias posibles.

Proporcionar armas defensivas no es ayudar a Ucrania a atacar a Rusia. Es crear una situación en la que los responsables rusos se pregunten si van a poder lograr sus fines fácilmente y con impunidad. Por ahora, la respuesta de Occidente es: "Sí, pueden". También hay que plantearse qué pasará al día siguiente. ¿Qué ocurrirá con los Países Bálticos en este contexto? Seguramente podrían apoderarse de ellos por la fuerza en menos de 48 horas. Recuerda tanto a lo que sucedió en 1938 y 1939 que es trágico.

P. ¿Los intereses de Estados Unidos y Europa son los mismos en esta crisis?

R. No somos un solo país y, por supuesto, hay intereses distintos, pero a Europa le conviene mantener la unidad política y la protección militar de la OTAN. Sin la Alianza, ¿qué será de su seguridad y, en definitiva, de su identidad política? Está en juego algo fundamental. Algunos países europeos son más conscientes de ello que otros, igual que lo son algunos dirigentes, en especial Angela Merkel. Otros desean contar con la protección pero sin pagar el precio.

Estados Unidos debería convencer a sus socios de que la entrega de armas defensivas a Ucrania es una contribución a la paz y puede permitir que la situación sea más previsible, que el otro bando comprenda que la escalada tiene un coste. Cosa que no sucede hoy. No estoy proponiendo una guerra contra Rusia. Al contrario, estoy a favor de que se alcancen acuerdos. Hace un año que defiendo que Rusia debe saber que, si Ucrania se vuelve hacia Occidente, está ejerciendo su derecho a la autodeterminación, pero que eso no significa el derecho a entrar en la OTAN. Estados Unidos y la Alianza deberían inspirarse en el ejemplo de Finlandia: participa en la aventura democrática europea sin ser miembro de la OTAN.

El reto al que se enfrenta Europa exige una respuesta inmediata. Acciones tangibles, despliegues de unidades estadounidenses, francesas, alemanas y británicas en los Países Bálticos. El envío de material militar norteamericano a Polonia, por si llega el caso de tener que desplegar unidades más importantes...

P. ¿Qué representa el embrollo de Oriente Próximo para Europa?

R. Es un reto indirecto. Ni los países europeos ni Estados Unidos están interesados en tener una presencia militar significativa en Oriente Próximo. Desde luego, cuando matan a nuestros conciudadanos, tenemos el derecho de reaccionar y eliminar a los responsables. Pero, desde el punto de vista político, la organización de la zona debe ser responsabilidad de quienes viven en ella, en especial de países como Turquía, Irán, Arabia Saudí y Egipto. Estados Unidos, Francia y Reino Unido, sobre todo, deben ser muy prudentes. Pueden apoyar a los actores regionales, pero no deben dar la impresión de que quieren restablecer lo que existía en el pasado mediante una nueva guerra.

Traducción: María Luisa Rodríguez Tapia.

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