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El Gobierno de Perú cierra el servicio nacional de inteligencia

Expertos interpretan esta decisión como un reconocimiento del espionaje político

El presidente peruano durante el diálogo nacional este lunes en Lima.
El presidente peruano durante el diálogo nacional este lunes en Lima. EFE

La debilidad que atraviesa el Gobierno del presidente peruano, Ollanta Humala, ha obligado a la primera ministra, Ana Jara, a anunciar este lunes "el cierre temporal de la Dirección Nacional de Inteligencia (DINI) para proceder a una reorganización". La medida llega tres semanas después de una denuncia de espionaje por parte de agentes de la DINI a la vicepresidenta Marisol Espinoza, miembro del partido oficial, aunque no tan cercana al círculo de confianza del presidente.

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El exviceministro de Interior, Carlos Basombrío, ha comentado a este medio que "después de que —el Gobierno— sostuviera durante casi un mes que estas denuncias eran un invento de la oposición, la medida que ha tomado Jara es un reconocimiento práctico de que el problema del espionaje ha existido y es insostenible para la democracia".

El pasado 3 de noviembre un coche con vidrios polarizados estacionado frente a la casa de la congresista Espinoza llamó la atención de su escolta quienes se acercaron a indagar. El policía se percató de que no tenían autorización para usar los vidrios oscurecidos y llevó a los hombres a una comisaría cercana, pero en el camino uno de ellos huyó. Un directivo de la DINI llegó a la dependencia policial a sacar a su subordinado y explicó que los agentes participaban en una operación de seguridad para la Embajada de Estados Unidos, localizada a un kilómetro. Este hecho fue difundido por los medios en febrero, pero en enero el director de los servicios de inteligencia Víctor Gómez, presentó su renuncia sin que se supiese que se debía a este episodio.

Gómez fue miembro de la misma promoción del Ejército que el presidente Humala. Su sustituto, Javier Briceño, también terminó en el mismo grupo su formación en el Ejército, la promoción se llama Héroes de Marcavalle de 1984.

En el 2000 el servicio de inteligencia fue cerrado después de que por años sirvió para la segunda reelección del entonces presidente Alberto Fujimori. En 2008 la DINI fue restituida para apoyar el combate al terrorismo.

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"Los dos jefes de la DINI han sido de la promoción de Humala, personas que salieron de la función militar cuando eran capitanes y tenían como oficio ser jefes de seguridad de empresas mineras, es decir, su única vinculación con la DINI era ser amigos del presidente. Creo que el organismo se había desprofesionalizado al mando de personas incompetentes", ha subrayado Basombrío.

El experto saludó la decisión del Ejecutivo de reestructurar los servicios de inteligencia, pero no cree que se haya debido a la presión de la oposición, sino a los pedidos de la vicepresidenta y de la superintendenta de administración tributaria, quien, después de que los medios revelaron que el hijo de su pareja fue espiado, explicó a los medios que ella había pedido a la DINI el seguimiento por seguridad.

La primera ministra ha afirmado que en este período de reestructuración deben mejorar los controles de fiscalización, la rendición de cuentas y la condición laboral de los trabajadores de la DINI, pero no anunció investigación o sanción a los responsables de los casos de espionaje mencionados. Y ha agregado que convocará a una junta de notables, de modo que la entidad trabaje para lo que fue creado: "La seguridad nacional y el combate al narcotráfico y el terrorismo".

Pese a ello, Basombrío ha advertido que los archivos donde puedan estar las evidencias de los casos de espionaje a políticos podrían perderse durante el cierre temporal.

El Gobierno ha tomado la decisión de reorganizar el organismo después de un diálogo con representantes de diez fuerzas políticas. Algunos de los participantes la reunión de este lunes como Raúl Castro, presidente del Partido Popular Cristiano, ha calificado el anuncio como muestra de la permeabilidad del Gobierno al reclamo ciudadano. Otros líderes políticos, sin embargo, han lamentado que el presidente no haya retirado del gabinete a los ministros que han perdido legitimidad, entre ellos, el de Interior, Energía y Minas, y Justicia.

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