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Rajoy recupera su relación con el líder de la derecha francesa Nicolas Sarkozy

Se citan para una reunión en España tras verse en Bruselas

Carlos E. Cué
Nicolas Sarkozy saluda a Mariano Rajoy, este jueves en Bruselas.
Nicolas Sarkozy saluda a Mariano Rajoy, este jueves en Bruselas.Twitter

Mariano Rajoy y Nicolas Sarkozy tuvieron una relación política estrecha durante años, pero la crisis económica y la política de la austeridad les separó en 2012. Sarkozy, entonces estrecho aliado de Angela Merkel, utilizó el caso de España en la campaña de las presidenciales francesas de 2012 como ejemplo de un país hundido al que Francia no tenía que parecerse. Rajoy se molestó y en su Gobierno muchos deseaban que ganara François Hollande para buscar con él que se suavizara la posición de Merkel. Sarkozy perdió y Rajoy rápidamente se acercó a Hollande en la cumbre de junio de 2012.

Tres años después de aquel distanciamiento, Rajoy, ahora de nuevo muy cercano a Merkel y alineado con las políticas de austeridad, recuperó este jueves su apuesta política por Sarkozy y se reunió con él en el marco de la cita del Partido Popular Europeo previa a la cumbre de Bruselas. Sarkozy busca aliados internacionales para recuperar protagonismo en la escena europea y hoy jueves pidió verse con Rajoy, y este aceptó esa fotografía. No solo eso: ambos se citaron para una próxima visita a España del expresidente francés. Es la única reunión bilateral que mantuvo Rajoy durante toda su estancia en Bruselas.

Según el Gobierno español, la cita se produjo a iniciativa de Sarkozy y ambos acordaron la creación de dos grupos de trabajo entre la UMP, el partido del líder de la derecha francesa, y el PP. El primero sobre reformas en Europa —Rajoy apostó este jueves por la creación a medio plazo de una “deuda europea”, esto es la recuperación de los eurobonos que Alemania nunca aceptó— y el segundo sobre inmigración.

Precisamente la visita de Sarkozy a España tendrá como excusa la constitución formal de estos dos grupos de trabajo entre la UMP y el PP. El expresidente francés fue ministro del Interior y tuvo entonces una intensa relación con España y el Gobierno del PP por la lucha antiterrorista.

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