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Los combates minan la tregua en Ucrania

La estratégica ciudad de Debáltsevo es escenario de fuertes enfrentamientos

Vladimir Putin, este martes.Foto: reuters_live
Pilar Bonet

La encarnizada lucha por el control de Debáltsevo, un nudo ferroviario clave entre Donetsk y Lugansk, los territorios controlados por los separatistas prorrusos en el este de Ucrania, erosiona con celeridad el proceso de paz tan trabajosamente relanzado la semana pasada en Minsk, al tiempo que pone de manifiesto la fragilidad del alto el fuego en vigor formalmente desde el 15 de febrero. La separación de la artillería pesada de los dos bandos, que debía haber comenzado este martes, no llegó a iniciarse. La grave situación de los combatientes ucranios evidencia además las tensiones entre el mando planificador de la operación militar (oficialmente “operación antiterrorista”) en Kiev y las tropas ucranias que arriesgaban sus vidas en el frente.

Las milicias separatistas de las autodenominadas repúblicas populares de Donetsk y Lugansk (RPD y RPL) aseguraron haberse hecho este martes con el control de la estación de ferrocarril en el este de Debáltsevo, según informó la agencia de noticias DAN, citando como fuente al Ministerio de Defensa de la RPD. Más tarde, los insurgentes aseguraron que dominaban la mayor parte de la localidad y que las tropas ucranias se concentraban en el oeste de la misma. Debáltsevo tenía una población de 25.000 personas, de las cuales cerca de 7.000 están todavía en la localidad.

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El líder de la RPD, Aleksandr Zajárchenko, uno de los firmantes de las medidas para la pacificación del Este de Ucrania el 12 de febrero en Minsk, fue herido ligeramente en una pierna en Debáltsevo, según informó la agencia Interfax citando fuentes militares de la RPD. Una clínica de Lugansk confirmó a la agencia que Zajárchenko había pedido ayuda médica y que le habían sido extraidos unos residuos metralla en una pierna. Los médicos dijeron también que en tres días estaría totalmente recuperado.

Los insurgentes aseguraban que las tropas leales a Kiev abandonaban sus posiciones y se entregaban prisioneras. En el Consejo Nacional de Seguridad y Defensa de Ucrania (CNSD) en Kiev admitían que los combates eran encarnizados pero afirmaban que las Fuerzas Armadas defendían sus emplazamientos, según el periódico Segodnia. Las informaciones sobre quién ejercía el control de la sede de la policía local eran contradictorias. Los separatistas aseguraban que los ucranios habían sufrido “numerosas bajas” y que los muertos se contaban por decenas, según Interfax. El Ministerio de Defensa de la RPD informó de que 300 militares ucranios se habrían entregado, pero, según las fuentes ucranias, esta afirmación tenía por objeto “desacreditar” a las Fuerzas Armadas de Ucrania y a la “operación antiterrorista en su conjunto”.

El portavoz del CNSD, Andréi Lysenko, reivindicaba el “pleno derecho” de los combatientes ucranios a “responder a los disparos” de los insurgentes, pese a la entrada en vigor del alto el fuego el 15 de febrero.

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Los observadores de la OSCE no han podido entrar en la ciudad cercada

En Kiev, una cincuentena de familiares de soldados que luchan en Debáltsevo organizaron un piquete junto al Ministerio de Defensa y cortaron el tráfico. El ministro de Defensa, Stepán Poltorak, salió a conversar con los manifestantes, entre los cuales había madres y esposas de los soldados. El Ministerio de Defensa ha reconocido que un grupo de soldados había caído en una emboscada cuando iba a prestar ayuda a los combatientes en Debáltsevo.

Los observadores de la OSCE encargados de vigilar el cumplimiento del alto el fuego no pudieron entrar en Debáltsevo. En Kiev, portavoz de la administración presidencial ucrania, Valery Chaly, pidió a los participantes en la cumbre de Minsk (Alemania, Francia, Ucrania y Rusia), que protestaran enérgicamente contra la acción de los rebeldes.

Por otra parte, los soldados ucranios están sometidos además a una presión psicológica desde los mensajes de móvil que les invitan a rendirse asegurando que Poroshenko y sus generales les han traicionado y que no hay ninguna razón para morir por ellos, según imágenes mostradas por televisión. A última hora de la tarde, el presidente Poroshenko conversaba con la canciller alemana, Angela Merkel, y el presidente francés, Francois Hollande sobre la situación en Donbás, según dijo el asesor del jefe del Estado de Ucrania Mijaíl Saakashvili (que fue presidente de Georgia).

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Sobre la firma

Pilar Bonet
Es periodista y analista. Durante 34 años fue corresponsal de EL PAÍS en la URSS, Rusia y espacio postsoviético.

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