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Merkel invita a Tsipras a Berlín tras semanas de fuego cruzado

Schäuble acusa a Grecia de falta de planes, no explicar sus propuestas y no decir la verdad

"La canciller Angela Merkel ha invitado al primer ministro griego, Alexis Tsipras, a Berlín el próximo lunes. Él ha aceptado la invitación". Con este tuit, Steffen Seibert, portavoz de la canciller alemana, ha anunciado un encuentro cargado de expectación por la máxima tensión que atraviesan las relaciones de los dos países. Tras unos días en los que se acumularon las amenazas, las críticas y las malentendidos, Tsipras se verá en Berlín con la líder del sector duro ante las peticiones de Atenas de rebajar la carga de su deuda para poder salir de la crisis.

Las pésimas relaciones entre Alemania y Grecia desde la victoria electoral del izquierdista Tsipras han vivido el lunes un nuevo episodio. El ministro de finanzas, el democristiano Wolfgang Schäuble, acusó al Gobierno heleno de carecer de planes, de no explicar sus propuestas y de no decir la verdad a sus ciudadanos. "Por el momento nadie entiende qué quiere el Gobierno griego", dijo el hombre fuerte de Merkel en una conferencia en Berlín.

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Las disputas entre los dos países toman en algunas ocasiones tintes caricaturescos. El controvertido ministro de Finanzas griego, Yanis Varoufakis, compareció el domingo por la noche en el programa estrella de la televisión pública alemana. En un ambiente de tensión evidente entre el ministro y el entrevistado, este le mostró un vídeo que en Alemania ha corrido como la pólvora en el que Varoufakis hacía un gesto obsceno acompañado de las siguientes palabras: "Levanto el dedo a Alemania y le digo que ahora puede solucionar el problema por sí mismo". La escena habría sucedido supuestamente en Zagreb (Croacia) en 2013, antes de su llegada al Gobierno.

Pero Varoufakis, ante la cara atónita del entrevistador, negó la veracidad del vídeo. "Jamás hice ese gesto. Se lo puedo asegurar", dijo el griego. ARD, el canal que emite el programa, ha puesto en duda esa versión. "El departamento editorial de Günther Jauch [el periodista que da nombre al programa de debate] no puede determinar en este momento que haya habido manipulación o falsificación del vídeo", afirma la ARD en un comunicado hecho público el lunes.

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La partida de ping-pong continuó el lunes con la respuesta del número dos del Gobierno alemán y líder de los socialdemócratas, Sigmar Gabriel a las palabras del ministro griego de Defensa. Panos Kamenos acusó el pasado sábado a los alemanes de inmiscuirse en asuntos que no son de su incumbencia y recordó el caso de financiación ilegal en el que se vio envuelto a finales de los años noventa el ministro Schäuble para poner en duda su legitimidad a la hora de criticar la corrupción en Grecia. “Schäuble envenena las relaciones entre los dos países”, dijo.

"No se puede tolerar en absoluto los constantes ataques contra Alemania y los ataques personales e insultos contra el titular de Finanzas por parte de representantes del Gobierno griego", dijo al tabloide Bild, el mismo ante el que había hablado Kamenos. "Sinceramente, ya vale. Esas no son maneras de tratarse", añadió.

El presidente de la Comisión Europea reforzó el lunes su discurso contrario a una posible salida del euro de Grecia. Juncker recordó que ya en 2012 se opuso a esa posibilidad, cuando países como la Alemania de Merkel flirtearon con la idea de dejar salir a Grecia del club. Ahora que vuelve a haber socios que creen que el efecto contagio estaría bajo control, el jefe del brazo ejecutivo de la Unión da la señal de alarma: “Es cierto que Europa ha puesto medios, instrumentos y cortafuegos que pueden llevarnos a la conclusión de que no existen riesgos de contagio, pero hay otros que sí existen”.

Juncker citó dos: sociales y políticos. Políticos porque eso volvería a poner en cuestión la irreversibilidad del euro. Y sociales porque, según el presidente de la Comisión, “los griegos han hecho un esfuerzo enorme con la austeridad: si otros países tuvieran que hacer algo parecido tendríamos serios problemas. Hay que respetar la dignidad del pueblo griego. Grecia debe respetar sus compromisos, pero los socios europeos tienen que dar una respuesta a la crisis humanitaria de ese país”

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