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EE UU impone estrictas normas para el ‘fracking’ en terreno federal

Cerca de 100.000 pozos o perforaciones se verán afectados por la primera regulación al respecto de la Administración Obama

Yolanda Monge
Dos trabajadores conectan mangueras a una tubería en Dakota del Norte.
Dos trabajadores conectan mangueras a una tubería en Dakota del Norte.A. CULLEN (REUTERS)

El fracking, la controvertida técnica de extracción de gas natural que genera innumerables dudas medioambientales, cuenta desde este viernes y por orden de la Administración de Barack Obama con estrictas reglas para su desarrollo en los pozos que se encuentren en terreno federal. Las quejas de la industria a tales medidas se han hecho oír de inmediato, ya que consideran la regulación una barrera para el crecimiento. Por su parte, algunos grupos de defensa del medioambiente también levantaron su voz al considerar, sin embargo, que las normas no son lo suficientemente restrictivas y que la única manera de proteger a las comunidades del peligro del fracking es no permitiéndolo.

La fracturación hidráulica, o fracking, consiste en inyectar en el subsuelo agua a presión mezclada con arena y sustancias químicas para liberar el gas que se encuentra atrapado en la roca. Esa es la definición científica. La definición económica se traduce en que el fracking ha logrado situar a Estados Unidos en la línea de salida para convertirse en un corto plazo de tiempo en el mayor productor mundial de gas y petróleo, lo que le haría independiente del crudo extranjero.

Gracias a la combinación de fracking y perforaciones, la industria ha doblado casi su producción nacional de crudo en los seis pasados años a más de nueve millones de barriles por día. Un incremento mayor ha vivido la producción de gas, lo que ha permitido que EEUU ahorre más de 100.000 millones que de otra manera hubieran acabado invertidos en los mercados foráneos de petróleo.

El Departamento del Interior comenzó a esbozar la regulación del fracking durante el primer mandato de Obama y hoy, tras cuatro años de debate y estudio, la secretaria Sally Jewell ha anunciado que la nueva regulación “hará avanzar a la nación mientras que aseguramos un desarrollo responsable y protegemos los recursos contenidos en terrenos públicos”. “Esto es algo bueno para el público y para la industria”.

Son cerca de 100.000 los pozos y perforaciones que se encuentran afectados por la normativa al operar en territorio federal propiedad de 32 Estados de la Unión. De ellos, un 90% utiliza alguna técnica relacionada con el fracking. Algunos de esos estados ya regulaban de manera estricta la práctica mientras que otros lo dejaban en manos del Gobierno federal, que ahora ya cuenta con líneas de conducta.

“Yo misma he practicado la técnica del fracking”, ha declarado la secretaria Jewell, “por lo que entiendo tanto los riesgos como los beneficios de la técnica”. “Por tanto, le debemos a nuestros hijos hacer lo correcto”, ha proseguido.

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A partir de ahora, las compañías que deseen efectuar fracturación hidráulica deberán enviar información detallada a la Oficina de Manejo de la Tierra (BLM, siglas en inglés), especificando la operación, el lugar exacto donde se realizará la fractura o la perforación, la profundidad a la que se encuentra el agua y la cantidad estimada de volumen de fluido que va a usarse.

“La actual regulación federal al respecto tiene más de 30 años y no había ido evolucionando a la par que la complejidad técnicas de las actuales operaciones de fracking”, ha finalizado la secretaria Jewell, que trabajó en la década de los ochenta para Mobil en Oklahoma.

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Sobre la firma

Yolanda Monge
Desde 1998, ha contado para EL PAÍS, desde la redacción de Internacional en Madrid o sobre el terreno como enviada especial, algunos de los acontecimientos que fueron primera plana en el mundo, ya fuera la guerra de los Balcanes o la invasión norteamericana de Irak, entre otros. En la actualidad, es corresponsal en Washington.

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