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Rand Paul, segundo republicano en competir por la presidencia en 2016

El senador por Kentucky afín al Tea Party pretende desafiar a la ortodoxia republicana sin caer en las teorías libertarias que propugnaba su padre

Yolanda Monge
Rand Paul se dispone a abrazar a su mujer Kelley antes de anunciar su candidatura.
Rand Paul se dispone a abrazar a su mujer Kelley antes de anunciar su candidatura.AARON P. BERNSTEIN (REUTERS)

Hasta el anuncio oficial hoy martes, Rand Paul había practicado todos los rituales que conllevan el perseguir la presidencia de Estados Unidos excepto pronunciar la mítica frase. De hecho, la declaración de que “estoy aspirando a ser presidente para que nuestro país retorne a los principios de la libertad y un gobierno limitado” la hizo un día antes a través de un vídeo en internet donde anunciaba su comparecencia de hoy ante más de 1.000 de sus simpatizantes en un hotel de Louisville, en su Kentucky adoptivo.

"Tengo un mensaje", ha declarado Paul casi en tono de predicador. "Lo voy a decir alto y claro, estoy aquí para recobrar nuestro país", ha dicho Paul en una retórica que se asemejaba a la practicada en 2010 cuando el Tea Party irrumpió en estampida en el Congreso de Estados Unidos con un mensaje antiinmigración y abominando contra el Gobierno.

Definiéndose como "un nuevo tipo de republicano", Rand Paul ha informado a sus seguidores que Washington "está roto" y que la manera de volver al buen camino es enarbolando la bandera de la libertad "con la Constitución en una mano y la declaración de derechos en la otra". "Quiero reformar Washington", ha comunicado el senador, quien ha asegurado que la deuda nacional se multiplicó por dos con los republicanos y por tres con Barack Obama.

Con 52 años, Paul solo lleva cinco en política. Antes del salto a Washington era un oftalmólogo de Bowling Green (Kentucky).

El senador de Kentucky que llegó al Capitolio de Estados Unidos en 2010 aupado por la ola ultraconservadora del Tea Party ha dedicado gran parte del año pasado a cultivar el camino para la nominación republicana con mítines en diversos Estados, recaudando dinero y desafiando al establishment del Partido Republicano. Hoy ha hablado de justicia, oportunidades y libertad.

Con 52 años, Paul solo lleva cinco en política. Antes del salto a Washington era un oftalmólogo de Bowling Green (Kentucky), desde donde hoy ha conducido su coche con su familia dentro para recorrer los más de 130 kilómetros que le separaban de Louisville. Mañana estará en New Hampshire, desde donde iniciará la ruta que pretende que le lleva a la Casa Blanca en 2016 basándose en un ideario de “conservadurismo libertario” o “conservadurismo constitucional” que le alejen de posiciones estrictamente libertarias, consideradas muy estrictas o marginales.

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Si Paul llegó al Capitolio en noviembre de 2010 fue en parte gracias al apoyo de su padre, Ron Paul, icono libertario y dos veces candidato republicano a la presidencia que hoy se encontraba apoyando a su hijo en Kentucky. Paul padre, que abandonó su escaño como representante por Texas a finales de 2012, fue quizá la razón por la que Paul hijo no optó ya a la carrera presidencial aquel año, ya que su progenitor dudaba si intentar una tercera nominación.

Pero como muchos otros hijos esclavos de un apellido, Rand Paul intenta ahora ser su propia marca. Si el padre era más ideólogo, el hijo es más político y en ocasiones se encuentra en la incómoda posición de tener que apaciguar a la base libertaria heredada de su padre mientras intenta el difícil equilibrio de alcanzar el centro sin expulsar a los votantes republicanos en las primarias.

Paul es el segundo republicano que salta al cuadrilátero para la pelea por la Casa Blanca en 2016. Antes que él lo hizo otro favorito del Tea Party, el senador por Texas Ted Cruz

En política exterior, Paul es tenido más por un aislacionista –como su padre- que un intervencionista, a pesar de haber apoyado bombardear las posiciones del Estado Islámico en Irak y Siria. Paul ha propuesto recientemente aumentar el presupuesto del Pentágono; se declara contrario a los programas de vigilancia de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA, siglas en inglés, y piedra de toque para votantes universitarios) y está decidido a ser el único de los republicanos en pelear por reducir las sanciones federales por posesión y tráfico de drogas (lo que le hace popular entre votantes negros). En cuanto al matrimonio homosexual y el aborto, se mantiene junto a la ortodoxia republicana que se define contraria a ambos.

"Tengo una visión para América", ha declarado Paul entre vítores. "Se puede tener libertad y seguridad, pero os garantizo que no voy a comprometer vuestra libertad por una falsa sensación de seguridad", ha asegurado en referencia a los programas de vigilancia del Gobierno. Tocando otra base de votantes (la comunidad afroamericana), el senador ha dicho que derogará cualquier ley que no garantice que se aplique con igualdad para todos.

Paul es el segundo republicano que salta al cuadrilátero para la pelea por la Casa Blanca en 2016. Antes que él lo hizo otro favorito del Tea Party, el senador por Texas Ted Cruz. Pero el campo se ampliará en breve, ya que el senador republicano por Florida, Marco Rubio, pretende anunciar su candidatura la semana que viene. A todos ellos debería de sumarse Jeb Bush, el antiguo Gobernador de Florida e hijo y hermano de presidentes. También está en las quinielas para competir por la nominación republicana el Gobernador de Wisconsin, Scott Walker.

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Sobre la firma

Yolanda Monge
Desde 1998, ha contado para EL PAÍS, desde la redacción de Internacional en Madrid o sobre el terreno como enviada especial, algunos de los acontecimientos que fueron primera plana en el mundo, ya fuera la guerra de los Balcanes o la invasión norteamericana de Irak, entre otros. En la actualidad, es corresponsal en Washington.

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