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Marco Rubio invita a Estados Unidos a liderar “el nuevo siglo americano”

El senador republicano anuncia su candidatura a la presidencia en 2016

El senador de Florida Marco Rubio anunció este lunes que está preparado para luchar por la presidencia de Estados Unidos y que se siente “especialmente cualificado” para liderar a su partido como el verdadero defensor del sueño americano. En un vídeo titulado “Un nuevo siglo americano”, el político hispano define a EE UU como “algo más que un país”, como el lugar “que cambió la historia de mi familia”.

Un día después de que la demócrata Hillary Clinton anunciase su segundo intento para convertirse en la primera presidenta de EE UU, el republicano se convirtió en el tercer aspirante de su partido para llegar a la Casa Blanca en 2016. Uno de ellos, Ted Cruz, también tiene ascendencia latina; otro posible candidato, Jeb Bush, también tiene vínculos familiares con la región. Rubio, que puede ser además el primer latino en lograr una nominación para la presidencia, describió a su posible rival como “una candidata del pasado”.

Desde Miami, el senador reforzó su apuesta por romper con el pasado que puede pesarle al apellido Clinton: “Ayer ya ha acabado, nunca vamos a retroceder”. Rubio apeló al optimismo con el que EE UU siempre ha mirado hacia delante. “Estamos orgullosos de nuestra historia, pero nuestro país siempre ha estado centrado en el futuro”, afirmó.

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El senador de Florida había compartido la noticia con sus donantes en la mañana del lunes, pocas horas antes de hacer oficial su campaña en la Freedom Tower de Miami, un edificio que simboliza “la identidad de nuestro país como tierra de oportunidades”. El senador, una de las grandes promesas del partido, desciende de emigrantes cubanos y ha afirmado en repetidas ocasiones a lo largo de su carrera que él es la personificación del sueño americano. Citó a su padre, en español, para recordarle diciendo: “En este país, ustedes van a poder lograr todas las cosas que nosotros no pudimos”.

El candidato republicano afirmó este lunes que la presidencia está reservada, en muchos países, para los “ricos y poderosos”. “Pero yo vivo en un país excepcional en el que incluso el hijo de un camarero y una cuidadora pueden tener los mismos sueños y el mismo futuro que aquellos que descienden del poder y los privilegios”.

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2016 es, según Rubio, “el momento de nuestra generación para liderar el camino hacia un nuevo siglo americano”. Esto supone reformar el sistema de impuestos, reducir las regulaciones, controlar el gasto, modernizar las leyes migratorias y revocar la reforma sanitaria de Obama, de acuerdo con el planteamiento defendido por el senador en su discurso.

“América es la nación de la igualdad de oportunidades. América es la mayor fuerza de creación del bien que el mundo nunca haya conocido”, dice Rubio, de 43 años, en su primer vídeo de presentación. “Así que sé que todas las oportunidades que he tenido en mi vida se las debo a Dios, al sacrificio de mis padres y a los Estados Unidos de América”.

Cuando América abandona el liderazgo, el caos global le sucede inevitablemente"

El aspirante defendió en su discurso que, a pesar de estos principios, muchos jóvenes estadounidenses no pueden comenzar una carrera profesional o un negocio por la situación económica actual y porque “demasiados líderes y sus ideas están anclados en el siglo XX”. “Se han olvidado de que cuando América abandona el liderazgo, el caos global le sucede inevitablemente, traicionan a nuestros aliados y debilitan nuestra fuerza militar”.

El aspirante conservador declaró que su candidatura puede parecer “improbable” para quienes le ven desde el extranjero y que ha escuchado a quienes le dicen que debe “esperar su turno” pero no puede porque “la identidad de la nación está en juego”. “Yo puedo marcar la diferencia como presidente”, afirmó entre aplausos.

El vídeo de presentación de Rubio repasa los principales valores republicanos entrelazados con varios discursos del senador a lo largo de su carrera política, empezando por el “nuevo siglo americano”, la “herencia” o el “poder de la libertad” y pasando por símbolos como “la grandeza” de América” y el país del sueño americano, “donde cualquiera, venga de donde venga”, puede conquistar el eterno ideal.

El político republicano ascendió a la escena política nacional en 2010 impulsado por la corriente conservadora del Tea Party. Desde entonces, Rubio ha ofrecido un rostro nuevo y joven en un partido que desde 2008 no ha conseguido conectar con amplios sectores de la sociedad estadounidense y asegurarse así una victoria en las presidenciales.

Rubio asegura que ha escuchado a quienes le dicen que debe “esperar su turno” pero no puede porque “la identidad de la nación está en juego”

Como este lunes, el senador siempre ha defendido que representa el ejemplo de cómo un ciudadano cualquiera puede llegar a lo más alto. Su promesa es la de devolver la presidencia al Partido Republicano con el voto hispano de la mano, todo un reto para un político que ha compartido con los latinos, más allá de su apellido, la voluntad de regularizar a millones de indocumentados.

Aquella estrategia fue formulada después de la derrota del republicano Mitt Romney en las presidenciales de 2012 y solo funcionó durante unos meses. Rubio participó en el grupo biparitidista de senadores que en junio de 2013 aprobó la primera propuesta legislativa para reformar el sistema migratorio en más de tres décadas. Pero fue incapaz de convencer después a sus compañeros en la Cámara de Representantes.

Rubio se rindió y en ese giro puede estar el precio -y el mayor desafío- de su apuesta presidencial. Descendiente de emigrantes cubanos, el senador ofrecía a los republicanos la posibilidad de convencer al cada vez más importante electorado hispano. Sin embargo, esa oportunidad se convirtió rápidamente en una espina para Rubio, obligado a hacer equilibrios entre su voluntad de colaborar en una reforma migratoria y las presiones del ala más conservadora del partido, el Tea Party.

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