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El conflicto en Yemen complica la negociación nuclear

EE UU amplía su apoyo a la campaña militar saudí, mientras Irán respalda a los rebeldes

El portaaviones Roosevelt ha sido desplegado frente a Yemen.
El portaaviones Roosevelt ha sido desplegado frente a Yemen.REUTERS

La capacidad de Estados Unidos e Irán para aislar sus divergencias geopolíticas de las negociaciones nucleares afronta una prueba de fuego en Yemen, donde ambos países apoyan a bandos enfrentados.

Al margen de Yemen, Washington y Teherán efectúan un delicado juego de equilibrios en otras dos esferas: negociación nuclear y cooperación tácita en la lucha contra el grupo yihadista Estado Islámico en Irak. “Hacer las tres cosas requiere separarlas y no está claro que no se afecten entre ellas”, dice por teléfono Bruce Riedel, asesor de Oriente Próximo de los últimos cuatro presidentes estadounidenses e investigador de Brookings Institution, un laboratorio de ideas en Washington.

El Pentágono envió el lunes un portaaviones y un navío con misiles frente a la costa yemení, lo que amplía a 12 el número de buques militares estadounidenses en la zona. El despliegue es una demostración de fuerza ante los rebeldes Huthi y su aliado Irán, y de respaldo a la campaña militar impulsada por Arabia Saudí hace casi un mes —en la que EE UU participa aportando datos de inteligencia— tras la caída del Gobierno de Saná y que finalizó este martes, aunque continuará el bloqueo naval y podrían mantenerse operaciones contra los rebeldes.

En plena negociación nuclear, EE UU e Irán apoyan al mismo bando en Irak pero al contrario en Yemen

La Defensa estadounidense vigila hasta a nueve barcos iraníes que sospecha que podrían transportar armamento a Yemen, según fuentes militares citadas por medios estadounidenses. "Existe una razón por la que mantenemos algunos de nuestros navíos en la región del golfo Pérsico y esa es garantizar que mantenemos la libertad de navegación", dijo el presidente de EE UU, Barack Obama, en una entrevista este martes a la cadena televisiva MSNBC.

Obama explicó que Washington ha mandado "mensajes directos" a Teherán sobre el riesgo de armar a los rebeldes yemeníes: "Lo que les hemos dicho [a los iraníes] es que si se entregan armas a facciones en Yemen que pueden amenazar la navegación, eso es un problema".

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El portavoz de la Casa Blanca, Josh Earnest, acusó este martes a Irán de armar a los Huthi -algo que el régimen de los ayatolás niega- y avisó de que EE UU será “serio” en el cumplimiento del embargo de armas a Yemen aprobado la semana pasada por el Consejo de Seguridad de la ONU.

Creo que Yemen va a crear una creciente sombra sobre todo Oriente Próximo porque es realmente una lucha existencial para Arabia Saudí” Bruce Riedel, asesor de Oriente Próximo de los últimos cuatro presidentes de EE UU

Earnest evitó especular si militares estadounidenses —los buques transportan unos 2.000— podrían asaltar un barco iraní. Y subrayó que la campaña saudí es el mejor modo de lograr una solución política al conflicto en el país árabe más pobre y feudo de una filial de Al Qaeda.

Sus palabras llegaron en la víspera de la primera ronda de negociaciones que se desarrolla el miércoles en Viena sobre el programa nuclear iraní, tras el acuerdo preliminar alcanzado el 2 de abril. Las partes tienen hasta el 30 de junio para lograr un pacto final.

Arabia Saudí, aliado tradicional de EE UU, y otros países suníes del golfo Pérsico temen que el pacto suponga un espaldarazo al chií Irán, su mayor rival regional. La ofensiva militar en Yemen, tras la caída de un gobierno próximo a Riad, busca precisamente frenar la influencia iraní. Y con su apoyo, EE UU quiere aplacar la inquietud de sus aliados suníes.

Riedel cree que el cálculo de la Casa Blanca es que Irán antepone el acuerdo nuclear al apoyo a los Huthi, pero advierte de que cada vez habrá más riesgos que podrían hacer descarrilar el entendimiento: un asalto a un barco iraní o un enquistamiento de la guerra en Yemen.

El analista sostiene que para la Administración de Barack Obama la relación con Arabia Saudí -que ha perdido vigor en los últimos años- es “demasiado importante” como para no apoyar su campaña militar.

Pero considera que cada vez hay más dudas de que únicamente con bombardeos se vaya a conseguir restaurar el gobierno de Abdrabbo Mansur Hadi, derrocado por el avance rebelde y que contaba con el respaldo de Washington y Riad: “Creo que Yemen va a crear una creciente sombra sobre todo Oriente Próximo porque es realmente una lucha existencial para Arabia Saudí”.

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