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El abanderado de la lucha por los niños pobres de Argentina

Muere Alberto Morlachetti, impulsor de la asignación universal por hijo y de la campaña ‘El hambre es un crimen’

Alberto Morlachetti.
Alberto Morlachetti.

Alberto Morlachetti murió a los 72 años la noche del pasado lunes en el municipio bonaerense de Avellaneda, donde vivía, pero sus palabras y sus hechos a favor de los niños pobres de su barrio y de su país quedan como herencia para ellos. Impulsor de la asignación universal por hijo a principios de los 2000, cuando Argentina atravesaba su colapso socioeconómico y político, pero que se implementó aquí en la crisis mundial de 2009, Morlachetti comenzó por construir la Fundación Pelota de Trapo, uno de los modelos de educación popular para niños y jóvenes en situación de riesgo social de este país. También lideró la campaña llamada ‘El hambre es un crimen. Ni un pibe menos’ en un país que produce alimentos para cientos de millones de personas.

De origen pobre, nació en el campo en la provincia de Córdoba, Argentina, en 1942. Su familia migró a Avellaneda, donde de niño trabajó vendiendo periódicos. Con esfuerzo llegó a la Universidad de Buenos Aires y se graduó de sociólogo. Fue profesor allí, pero la última dictadura militar (1976-1983) lo echó por comunista. En 1974 comenzó a trabajar con los niños pobres de su barrio: jugaba al fútbol con ellos y les daba chocolate caliente.

De origen pobre, nació en el campo en la provincia de Córdoba, Argentina, en 1942

Así es que comenzó a gestarse Pelota de Trapo, que ahora cobija a 25 niños en un hogar, recibe a otros 200 durante el día, da recreación y alimento a 175, cuenta con talleres escuela de imprenta y panadería, una biblioteca, una escuela de educadores populares y una agencia de noticias. “Mis compañeros docentes de la facultad veían esto como una ridiculez, pero yo lo veía como central. Me decían: 'Pero vos sos inteligente, tenés que estar en la cátedra". Años después yo les dije: 'El problema de ustedes es que venían, me miraban, metían un zapato en el barro y después tiraban el zapato. Ustedes no querían estar en este mundo, ustedes quieren investigar papeles tras papeles, pero la teoría nace de tu propia experiencia. Por eso yo nunca quise irme del barrio, porque sería irme del lugar donde uno gestó la utopía", decía Morlachetti.

A finales de los 80, Morlachetti, el cura Carlos Cajade y el entonces obispo de Quilmes (al sur de Avellaneda), Jorge Novak, comenzaron a gestar el Movimiento Nacional Chicos del Pueblo. "El sistema estaba cambiando y el Estado del bienestar se despedía para siempre y nos dejaba un estado neoliberal, feroz, que convertía a los chicos en excedentes demográficos”, recordaba el sociólogo.

En 1974 comenzó a trabajar con los niños pobres de su barrio: jugaba al fútbol y les daba chocolate caliente
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En alianza con sindicalistas, Chicos del Pueblo organizó marchas y campañas contra el hambre infantil, y entre 2008 y 2009 varios de sus militantes fueron agredidos y secuestrados. “El hambre es un crimen es una consigna demoledora. Con ella hemos tocado a alguien, a los accionistas de los niños descalzos”, decía Morlachetti, pero su lema siempre fue “con ternura venceremos”.

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