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Francia eleva el gasto en defensa para luchar contra el terrorismo

Hollande, comprometido con la reducción del déficit, considera la seguridad "innegociable"

Gabriela Cañas
François Hollande, este miércoles en el Elíseo.
François Hollande, este miércoles en el Elíseo.S. DE SAKUTIN (AFP)

El presidente de la República Francesa, François Hollande, ha elegido seguridad frente a austeridad. En vez de acometer los recortes previstos en las Fuerzas Armadas en su lucha por reducir el déficit del Estado (4,3% del PIB el año pasado), Hollande anunció este miércoles el aumento del presupuesto de Defensa (31.400 millones de euros anuales). Acometerá también un menor recorte de los efectivos y seguirá de manera indefinida con el despliegue interior puesto en marcha en enero, tras las matanzas yihadistas de París, para reforzar la lucha antiterrorista.

Operación Centinela

Desde las matanzas de París que costaron, en enero pasado, la vida a 20 personas (incluidos los tres yihadistas autores de los hechos), patrullas de militares armados vigilan día y noche los lugares más sensibles: edificios de culto, escuelas judías y red de transporte público, fundamentalmente. El despliegue, cifrado en 10.000 efectivos, supone para las Fuerzas Armadas un gran esfuerzo. Se calcula que este nivel de alerta máxima cuesta al Estado un millón de euros diarios suplementarios.

Desde este miércoles, este despliegue tiene un nuevo nombre, según el presidente François Hollande: Centinela. Desde este miércoles también se ha convertido en un dispositivo permanente, si bien el jefe del Estado francés ha reducido un tanto su dimensión al cifrar en 7.000 los soldados que formarán parte de tal operativo.

Los masivos ataques cibernéticos registrados en Francia y la desactivación de hasta cuatro proyectos de atentados desde enero han movido al Gobierno a mantener la alerta. El último ataque frustrado conocido tuvo lugar el pasado domingo 19 de abril, pero la desactivación del peligro se debió al error del presunto yihadista, que mató a una mujer al robarle el coche y resultó a su vez herido. La policía halló en su habitación tres fusiles Kaláshnikov y munición.

Hollande ha intentado conciliar el aumento del presupuesto de Defensa con el necesario crecimiento económico francés, estancado con un nivel de paro inédito (3,76 millones de desempleados, según el último dato, publicado el pasado lunes) que no cesa de crecer: “Hago esta elección porque la protección y la seguridad de Francia aportarán a los franceses confianza en el futuro”, afirmó tras la breve reunión extraordinaria del Consejo de Defensa celebrada en el Palacio del Elíseo a primera hora de la mañana de este miércoles. A ella acudieron los ministros de Economía, Emmanuel Macron, y de Finanzas, Michel Sapin.

Francia no solo ha debido elevar al más alto nivel la alerta antiterrorista tras las matanzas de París (20 muertos incluidos los tres terroristas) y proyectos de atentados yihadistas que, según el primer ministro Manuel Valls, se han desactivado en los últimos cuatro meses. El país está implicado, además, en importantes operaciones en el exterior contra el terrorismo: Malí, República Centroafricana e Irak. “Estamos ahí”, dice Hollande, “en cumplimiento de las resoluciones de Naciones Unidas porque tenemos vocación de asegurar el apoyo a las poblaciones amenazadas, pero también la de defender nuestra propia seguridad”.

En contra de los recortes que el propio Gobierno socialista francés aprobó a finales de 2013, Francia va a mantener el presupuesto anual de Defensa en 31.400 millones de euros y va a liberar 3.800 millones de euros suplementarios en los próximos cuatro años para reforzar sus ejércitos. Tampoco se acometerá en toda su dimensión la reducción de plantilla prevista. Ya no se suprimirán de aquí a 2019 los 34.000 empleos proyectados, sino algo menos de la mitad: 15.500.

Es una marcha atrás en sus proyectos iniciales que el principal partido de la oposición, la Unión por un Movimiento Popular (UMP), ha criticado duramente por considerar que el aumento presupuestario es insuficiente para paliar los problemas financieros de las fuerzas armadas francesas sobrevenidos por la política de Hollande.

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El presupuesto del Ejército aumenta en 3.800 millones para cuatro años

La UMP ha recordado los 3.000 millones de euros en impagos que acumula el Ministerio de Defensa. En efecto, tras el refuerzo de las operaciones antiterroristas, las Fuerzas Armadas habían cifrado sus necesidades en 8.000 millones de euros suplementarios. La situación, para poder afrontar los pagos pendientes, es delicada y Defensa cuenta para este año con los 2.200 millones que le reportaría la venta de frecuencias hertzianas a operadoras de telefonía móviles. Es una venta que aún no se ha culminado.

Francia ha hecho valer hasta ahora ante sus socios europeos su compromiso con la seguridad. Fue el primer país europeo en declarar la guerra al Estado Islámico asentado en Irak. En febrero pasado, la Comisión Europea decidió otorgarle dos años suplementarios para reducir el déficit público hasta situarlo por debajo del 3%, el límite fijado por el Pacto de Estabilidad y Crecimiento, una tarea en la que está comprometido el Gobierno de Hollande, que ha puesto en marcha reformas que reducirán el gasto público en 50.000 millones en tres años.

El despliegue en lugares sensibles desde enero será ahora permanente

Hollande se mostró este miércoles muy determinado contra los recortes en el terreno defensivo: “La seguridad, la protección y la independencia”, sentenció el jefe del Estado, “son principios innegociables”. Para garantizarlas, la idea es reforzar, sobre todo, la ciberdefensa y los servicios de inteligencia, siempre para profundizar en la lucha antiterrorista.

Esta decisión ha venido precedida de un duro pulso entre los ministros de Defensa, Jean-Yves Le Drian, y Finanzas, Michel Sapin. Este último cuenta, al menos, con las circunstancias favorables de un crudo a bajo precio, bajos tipos de interés y un menor precio del euro frente al dolar.

El próximo 20 de mayo el Consejo de Ministros aprobará la nueva ley de programación militar que contendrá, previsiblemente en mayor detalle, las medidas anunciadas este miércoles en una alocución pública del presidente de la República sin preguntas.

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Sobre la firma

Gabriela Cañas
Llegó a EL PAIS en 1981 y ha sido jefa de Madrid y Sociedad y corresponsal en Bruselas y París. Ha presidido la Agencia EFE entre 2020 y 2023. El periodismo y la igualdad son sus prioridades.

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