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Los sindicatos británicos reclaman su voz en la elección del líder laborista

Unite, con 1,4 millones de afiliados, anuncia que debatirá romper sus lazos con el partido

Pablo Guimón
Harriet Harman, líder del Partido Laborista.
Harriet Harman, líder del Partido Laborista.Matt Dunham (AP)

El mayor sindicato británico, Unite, ha planteado la posibilidad de romper sus lazos formales con el Partido Laborista en el caso de que el líder que salga del proceso de renovación en que se encuentra inmerso el partido, después de la dimisión de Ed Miliband como consecuencia de la derrota electoral, decida desplazarse hacia el centro y no actúe como voz de los “trabajadores organizados”. Los sindicatos son los principales financiadores del Partido Laborista, al que apoyaron con 11 millones de libras (15,2 millones de euros) el año pasado. Hay cerca de seis millones de trabajadores sindicados en Reino Unido, y cada uno cuenta con un voto en las elecciones al líder del partido. Su apoyo fue clave en la elección de Ed Miliband, frente a su hermano David, como líder del partido en 2010.

Las peticiones de revisar la histórica relación con el laborismo provienen de las ramas escocesas del sindicato, después del éxito del Partido Nacionalista Escocés (SNP) en atraer el voto de la clase obrera. Unite, que cuenta con 1,4 millones de afiliados, debatirá dichas peticiones de ruptura con el partido en un congreso extraordinario en julio.

Precisamente, el pasado fin de semana el líder del Partido Laborista escocés, Jim Murphy, anunció su dimisión, denunciando que había sufrido ataques a su liderazgo apoyados por Unite.

“Es esencial que emerja el líder adecuado y que haya un debate genuino sobre la dirección a la vamos”, declaró Lec McCluskey, secretario general de Unite, el domingo en la BBC. “El reto del Partido Laborista es demostrar que son la voz del los trabajadores. Si no lo hacen, si inyectan más desilusión al partido, aumentará entre nuestros miembros la presión para replantearse las cosas”. El lunes, McCluskey matizó sus palabras, admitiendo que el debate sobre Escocia está sobre la mesa pero que el sindicato no está considerando romper sus lazos con el partido.

Harriet Harman, que está al frente partido desde que dimitió Miliband y hasta que se elija un nuevo líder, también aseguró este lunes que, aunque prevé un “debate fuerte”, no espera que Unite rompa su relación con los laboristas. Y anunció cambios en el procedimiento de elección, para evitar que los sindicatos impongan a sus afiliados el candidato al que deben votar. “Quién gane este proceso no será una decisión de los sinidcatos”, advirtió, “sino una elección del Partido Laborista”.

El Partido Laborista británico elegirá a su nuevo líder el próximo 12 de septiembre tras un proceso electoral de cuatro meses. Los principales favoritos, por el momento, son Andy Burnham e Yvette Cooper, portavoces en la oposición de Sanidad e Interior, respectivamente. El popular Chuka Umunna, portavoz de Negocios, retiró hace unos días su candidatura alegando la dureza del escrutinio mediático al que estaba siendo sometido desde que anunció su voluntad de concurrir.

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Sobre la firma

Pablo Guimón
Es el redactor jefe de la sección de Sociedad. Ha sido corresponsal en Washington y en Londres, plazas en las que cubrió los últimos años de la presidencia de Trump, así como el referéndum y la sacudida del Brexit. Antes estuvo al frente de la sección de Madrid, de El País Semanal, y fue jefe de sección de Cultura y del suplemento Tentaciones.

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