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El conflicto palestino llega al fútbol

Palestina lleva a la FIFA una moción para expulsar a Israel de los torneos internacionales

Juan Carlos Sanz
Futbolistas del club palestino Al Shijaiyah celebran el viernes su victoria en la liga de Gaza.
Futbolistas del club palestino Al Shijaiyah celebran el viernes su victoria en la liga de Gaza. Mohammed Al Dalow (efe)

Nada acerca más a israelíes y palestinos tras décadas de conflicto que su pasión por el fútbol. Los encuentros de la Liga española o de la Champions europea se viven como propios a ambos lados del muro que separa el estadio Al Huseini, en el distrito de Al Ram de Jerusalén Este, de los nuevos barrios de asentamientos judíos. Pero hasta en el deporte más popular se reproduce la tensión histórica que marca las relaciones en Tierra Santa.

La Asociación de Fútbol Palestina (PFA, en sus siglas en inglés) ha introducido una moción en el orden del día de la sesión anual de la FIFA, prevista el día 29 en Zúrich, para sancionar a Israel por impedir el paso de sus jugadores entre Gaza y Cisjordania. Si tres cuartas partes de los 209 delegados en el órgano de gobierno del fútbol mundial la secundan, los equipos y la selección israelí pueden quedar excluidos de las competiciones internacionales.

Blatter viaja este martes a la región para mediar entre Abbas y el Gobierno israelí

“Esta vez no vamos a retirar la propuesta”, advirtió en una reciente conferencia de prensa celebrada a las puertas del estadio nacional palestino Al Huseini, Yibril Rayub, presidente de la PFA. La mediación con la Asociación de Fútbol Israelí (IFA) del máximo dirigente del fútbol internacional, Joseph Blatter, ya consiguió detener votaciones similares, la última en 2014 en São Paulo, en vísperas del Mundial de Brasil.

Además de denunciar el bloqueo que sufren los equipos palestinos por no poder desplazarse entre Gaza y Cisjordania, Rayub acusa a Israel de “violar las normas de la FIFA” al permitir que participen en su liga cinco equipos de colonias judías en territorio ocupado, y también de retener en la aduana material deportivo destinado a las competiciones palestinas.

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El presidente de la Asociación Israelí, Ofer Eini, replica que las restricciones de paso de los jugadores entre los territorios palestinos obedecen a razones de seguridad. Eini ha dirigido una carta a los miembros del máximo órgano de gobierno del fútbol global en la que les pide que rechacen la propuesta de la PFA. “Se trata de un intento de mezclar la política con el deporte, lo que se opone a los principios de la Federación Internacional”, alega. El Ministerio de Asuntos Exteriores israelí ha contactado ya con un centenar de países, según el diario Haaretz, para evitar que prospere la moción palestina.

El presidente de la FIFA –que se presenta precisamente a la reelección para un quinto mandato el día 29— se reunió hace una semana con los responsables del fútbol palestino e israelí y propició que Rayub y Eini mantuvieran también un encuentro en Zúrich. Pero el delegado de Palestina reiteró que no retirará la propuesta para sancionar a Israel en la próxima sesión anual de la FIFA.

Israel denuncia un nuevo intento de mezclar la política con el deporte

Blatter emprende ahora otra mediación en la región, donde se reunirá este martes, en Jerusalén, con representantes del Gobierno del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, y el miércoles, en la cercana Ramala, lo hará con el presidente palestino, Mahmud Abbas, en un intento de última hora de evitar la votación de sanción a Israel el día 29 en Zúrich. “Palestina está esperando un gesto por parte del Gobierno de Israel, sobre todo en lo que concierne al control sobre la circulación de personas en los puestos de seguridad, y más específicamente cuando se trate de equipos extranjeros que acudan a disputar un encuentro”, reconoció el presidente de la FIFA tras la anterior ronda negociadora en Zúrich.

La selección y los equipos de Israel fueron excluidos en los años setenta de la Confederación Asiática de Futbol, a la que originalmente pertenecían, por presiones de los países árabes. Posteriormente se incorporaron a las competiciones europeas. Israel tiene previsto disputar a partir de este verano los partidos de clasificación para la Eurocopa de 2016, y ha sido designado para organizar el próximo julio el campeonato europeo femenino Sub-19.

El equipo nacional palestino sigue jugando con las selecciones asiáticas. Por ejemplo, el próximo 12 de junio se enfrentará a la de Arabia Saudí, tres veces campeona continental, en el estadio Al Huseini, según ha confirmado el propio Rayub. En principio, los jugadores de Arabia Saudí, país que no mantiene relaciones diplomáticas con Israel, tendrán que atravesar controles fronterizos bajo control israelí para poder participar en la eliminatoria para el Mundial de Rusia que se disputará en Jerusalén Este.

Ante el estadio de Al Huseini, junto al dirigente del fútbol palestino se encontraba también en el estrado el exministro sudafricano Mosima Gabriel Tokio Sexwale, fundador de la organización Global Watch contra el racismo y la discriminación en el deporte. “El deporte puede cambiar el mundo. Puede crear esperanza donde antes sólo había desesperación. Es más poderoso que los Gobiernos a la hora de derribar las barreras”, leyó Sexwale las palabras del presidente Nelson Mandela, que consiguió unir a los sudafricanos en torno a la victoria en la Copa Mundial de Rugby de 1995. Tokio pasó 13 años en prisión junto a Mandela en Robben Island. Frente al muro del Al Ram, recordó que la Sudáfrica del apartheid fue excluida del fútbol y del deporte internacional hasta 1992.

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Sobre la firma

Juan Carlos Sanz
Es el corresponsal para el Magreb. Antes lo fue en Jerusalén durante siete años y, previamente, ejerció como jefe de Internacional. En 20 años como enviado de EL PAÍS ha cubierto conflictos en los Balcanes, Irak y Turquía, entre otros destinos. Es licenciado en Derecho por la Universidad de Zaragoza y máster en Periodismo por la Autónoma de Madrid.

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