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Ucrania cierra el paso a militares rusos con base en el Transdniéster

Kiev rechaza defender los derechos de sus ciudadanos en zonas controladas por prorrusos

Pilar Bonet
El presidente ucranio, Petró Poroshenko.
El presidente ucranio, Petró Poroshenko.Krisztian Bocsi (Bloomberg)

La Rada Suprema de Ucrania (Parlamento estatal) denunció el jueves el acuerdo que regula el desplazamiento de militares rusos entre Rusia y la región del Transdniéster, escenario de uno de los conflictos territoriales no resueltos legados por la URSS al desintegrarse en 1991. El Transdniéster, una franja de terreno situado en su mayor parte entre la ribera izquierda del río Dniéster y Ucrania, pertenece formalmente a Moldavia, aunque no es controlado por este país.

La denuncia del acuerdo supone la legalización de la política que Kiev ha venido practicando desde 2014, tras la anexión de Crimea y el apoyo de Moscú a las acciones bélicas en el este de Ucrania. Kiev endureció las normas de desplazamiento de los ciudadanos rusos varones por su territorio por temor a que las tropas rusas estacionadas en el Transdniéster pudieran emplearse en una acción desestabilizadora, sobre todo en la zona de Odessa.

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En 1990, la población del Transdniéster, en su mayoría eslavos (rusos y ucranios), se opuso a la política prorrumana de Moldavia y formó sus propias instituciones prosoviéticas. En 1992, centenares de personas perecieron en enfrentamientos armados entre los dos territorios hasta que ese mismo año se llegó a un acuerdo por el que se formó una comisión conjunta de control y tres contingentes pacificadores (ruso, del Transdniéster y de Moldavia, a razón de 402, 492 y 355 uniformados por cada parte) que vigilan una zona desmilitarizada de 225 kilómetros a lo largo del Dniéster.

Además de los pacificadores y 10 observadores ucranios, en el Transdniéster están estacionados más 1.000 soldados rusos (los restos del 14 Ejército soviético) que custodian los polvorines de la localidad de Kolbasna, al servicio del Ejército Rojo en los países del Pacto de Varsovia durante la Guerra Fría. Rusia sacó cerca de 20.000 toneladas de explosivos (de un total de 40.000 toneladas), bajo la égida de la OSCE, pero interrumpió el proceso a principios de la pasada década. En 2003, Moldavia rechazó un plan de Moscú para resolver el conflicto del Transdniéster, que contemplaba la permanencia del contingente militar ruso hasta 2020. Los representantes del Transdniéster y de Moldavia negocian regularmente con la participación de Rusia, Ucrania, la UE, EE UU y la OSCE (el llamado formato 5+2) . Este marco, ramificado en grupos de trabajo, es aparentemente un modelo para el proceso de Minsk en relación a la zona de Donbás.

Dada la localización del Trasdniéster, los militares rusos sólo pueden acceder a la zona por Ucrania o Moldavia y en teoría necesitan permiso de estos países para cruzar el transporte aéreo a la zona.

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En total, el Parlamento ucranio denunció el jueves cinco acuerdos de cooperación militar con Ucrania, que, entre otras cosas, hacen referencia al intercambio de información, protección de secretos y espionaje.

La Rada, por otra parte, suspendió algunas de las obligaciones del Estado ucranio para defender los derechos de sus ciudadanos en el territorio controlado por los insurgentes de Lugansk y Donetsk. Los derechos suspendidos figuran en el pacto internacional de derechos cívicos y políticos, la convención de defensa de derechos humanos y libertades fundamentales, y la carta social europea. En la llamada “zona de la operación antiterrorista”, el Estado ucranio se autoexime de la defensa jurídica de sus ciudadanos, de la garantía del derecho a la libertad de movimiento, la presunción de inocencia, el juicio justo, a la inviolabilidad de la correspondencia, el derecho a la educación, la protección de los huérfanos e incapacitados, los derechos laborales y prestaciones familiares y sociales, entre otros derechos.

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Sobre la firma

Pilar Bonet
Es periodista y analista. Durante 34 años fue corresponsal de EL PAÍS en la URSS, Rusia y espacio postsoviético.

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