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La batalla invisible del Rancho del Sol

EL PAÍS recorre el rancho donde se produjo una matanza en un pueblo de Michoacán

Luis Pablo Beauregard

En Tanhuato nadie escuchó un solo disparo. Tampoco en Ecuandureo. Las 112 hectáreas del Rancho del Sol se encuentran repartidas en estos dos municipios del noroeste de Michoacán, muy próximos al Estado de Jalisco. No hay testigos del mayor enfrentamiento entre policías y narcotraficantes en el Gobierno de Enrique Peña Nieto porque ocurrió a 15 kilómetros de cada pueblo. Esta batalla cruenta en la que murieron 42 presuntos narcotraficantes del Cartel Jalisco Nueva Generación y un policía federal se desarolló en medio de ninguna parte. 

Fueron necesarias seis camionetas para sacar los cuerpos del rancho. Envueltos en cobijas de color rojo fueron llevados a Morelia, la capital de Michoacán. En la madrugada del sábado las autoridades también retiraron los vehículos que habían quedado en la zona y que dejaban claro la magnitud de la batalla. Ocho vehículos completamente calcinados, supuestamente de los criminales, fueron extraídos del rancho. “Quedaron así por las explosiones de las granadas”, dijo un agente que resguardaba la zona y que prefiere mantener el anonimato. Además, fueron remolcadas dos patrullas de la Policía Federal y un vehículo armado llamado rinoceronte con un potente impacto en uno de los costados.

Una hilera formada por una docena de policías de Michoacán peinaba esta mañana las 112 hectáreas del Rancho del Sol en busca de nuevas evidencias. “Hemos encontrado armas y cartuchos”, dijo un agentes que recorría la zona en busca de evidencias. Sobre las tierras, usadas para el cultivo de alfalfa, aún quedaban casquillos de rifles de grueso calibre y manchas de sangre que se secaban al sol.

"Para decirlo clarito, hay más muertos en la balacera que policías en el pueblo”, dice el alcalde de  Tanhuato

“Yo creía que ese rancho estaba abandonado, nunca se ve a nadie ahí”, dijo este sábado un habitante de Ecuandureo. La cabecera municipal se encuentra a unos diez kilómetros del lugar de la matanza. Aún así el alcalde del pueblo, Jesús Infante, dijo desconocer que la presencia de hombres en su municipio.

Monte Alejandro Rubido, el comisionado nacional de Seguridad, afirma que el enfrentamiento comenzó cuando policías y soldados investigaban una denuncia hecha el jueves por el despojo del rancho. Los agentes que realizaban las pesquisas fueron agredidos por un vehículo con gente armada. Se inició una persecución que llevó hasta el corazón del rancho, donde se encuentra una casa donde los criminales tenían improvisado un campamento. Cuando los policías sintieron la capacidad de fuego de los criminales llamaron para buscar refuerzos. Un helicóptero llegó a la zona para auxiliar en el combate, que se extendió por más de tres horas y dejó tres personas detenidas.

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Las decenas de cuerpos quedaron esparcidos en varias zonas del rancho. Unos fueron hallados en los campos, otros en la casa. Algunos más en la parte posterior de la finca, donde se hallaba una bodega de materiales agrícolas. Los policías también en los áridos terrenos colindantes con el Rancho del Sol cuerpos o heridos de la batalla.

La policía registra el rancho del suceso
La policía registra el rancho del sucesoS. R.

Ignacio Cuevas, el presidente municipal de Tanhuato, asegura no saber nada del caso. “No tengo ninguna información sobre el Rancho del Sol”, dijo. El alcalde afirma que no tenía conocimiento de alguna demanda por despojo o invasión del predio. Sin embargo, es común que la ley del silencio impere en estos lugares de Michoacán, olvidados por los agentes de seguridad federales. “Tengo 36 policías en el municipio. Para decirlo clarito, hay más muertos en la balacera que policías en el pueblo”, dice. Cuevas está por terminar un interinato después de que el alcalde Gustavo Garibay fuera asesinado en marzo de 2014. El secretario del ayuntamiento, Pedro Córdoba, también fue acribillado en 2013.

Tanhuato, Ecuandureo, Vista Hermosa y Yurécuaro forman un corredor por el cual transitan los grupos de la delincuencia organizada que se mueven entre Michoacán y Jalisco. La zona primero perteneció a los dominios de La Familia Michoacana, pero desde hace tiempo registra una presencia del Cartel Jalisco Nueva Generación. Este grupo ha sido desplazado de su Estado tras el Operativo Jalisco, implementado por el Gobierno Federal un día después de que el cartel derribara un helicóptero del ejército matando a nueve personas.

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Sobre la firma

Luis Pablo Beauregard
Es uno de los corresponsales de EL PAÍS en EE UU, donde cubre migración, cambio climático, cultura y política. Antes se desempeñó como redactor jefe del diario en la redacción de Ciudad de México, de donde es originario. Estudió Comunicación en la Universidad Iberoamericana y el Máster de Periodismo de EL PAÍS. Vive en Los Ángeles, California.

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