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EE UU exige a China el “fin inmediato” de la construcción de islas artificiales

Washington advierte de que el proyecto puede llevar a una mayor militarización

Macarena Vidal Liy
Imagen aérea de los trabajos de barcos chinos en un arrecife.
Imagen aérea de los trabajos de barcos chinos en un arrecife.CSIS/AMTI

EE UU ha aumentado su presión sobre Pekín en el contencioso territorial en aguas del mar del Sur de China. En el mayor foro anual sobre seguridad en Asia, el Diálogo Shangri-La en Singapur, el secretario de Defensa estadounidense, Ashton Carter, ha exigido el fin “inmediato y duradero” de la construcción china de islas artificiales en zonas en disputa.

“Estados Unidos está profundamente preocupado por el ritmo y la amplitud de las obras de construcción en el mar del Sur de China, la perspectiva de una mayor militarización", que en su opinión pueden aumentar "el riesgo de un error de cálculo o de conflicto entre los países” implicados, ha subrayado Carter.

China “ha construido más de 800 hectáreas, más que todo el resto de países reclamantes juntos, y más que en toda la historia de la región. Y lo ha hecho en solo 18 meses. No está claro hasta dónde va a llegar”, declaró el responsable del Pentágono ante un foro que agrupa a ministros de Defensa y altos mandos militares de Asia y Europa. Aunque EE UU no cuenta con reclamaciones territoriales en la zona, sí mantiene abundantes intereses geoestratégicos y cada vez ha intervenido en la disputa con más fuerza.

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Washington, que el viernes acusó a China de haber instalado en uno de los islotes mecanismos móviles de artillería, también se opone a “cualquier mayor militarización de los territorios en disputa”. Carter insistió en que EE UU continuará el sobrevuelo y la navegación de lo que considera espacio aéreo y aguas internacionales.

Sus palabras se vieron de inmediato respondidas por un mando militar chino, el coronel Zhao Xiaozhuo, que replicó que “la libertad de navegación en el mar del Sur de China no es ningún problema, porque esa libertad nunca se ha visto impedida”. “Es incorrecto acusar a China de poner en peligro la paz y la estabilidad con sus actividades de construcción”. El jefe de la delegación china en el foro, el almirante Sun Jianguo, expondrá la posición china el domingo.

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Mientras tanto, en Pekín las reacciones oficiales no se hicieron esperar. En declaracionesrecogidas por la agencia oficial Xinhua, el viceministro de Exteriores Liu Zhemin asegura que la soberanía de su país sobre las islas en disputa está más que demostrada, por lo que “las obras en las islas y los arrecifes implicados no tienen necesidad de fortalecerla”. En un comunicado del Ministerio de Exteriores, la portavoz de este departamento Hua Chunying acusó por su parte a Carter de “hacer caso omiso de la historia, la jurisprudencia y los derechos de China” para presentar unas “declaraciones irresponsables”.

China lleva a cabo obras de construcción en las islas Spratly desde hace un año y medio, pero ha acelerado el ritmo de sus actividades desde comienzos de este año. Las imágenes previas a enero tomadas por satélite y divulgadas por EE UU muestran solo casetas levantadas sobre siete arrecifes. Hoy se ven islas completas. Tanto Vietnam como Filipinas, dos de los países con reclamaciones de soberanía, también han llevado a cabo actividades de construcción, aunque a una escala mucho menor que la china.

La zona, que se disputan también Taiwán, Malasia y Brunéi, es una de las principales vías para el tráfico marino mundial, y una ruta vital para el transporte de petróleo desde Oriente Medio hacia Asia. Cada año surcan las aguas del mar del Sur de China cerca de 50.000 barcos. Más de 15 millones de barriles de crudo pasan por allí diariamente. Y el 80% de las importaciones chinas y japonesas de productos atraviesa esa zona. Aunque el interés por la zona no se debe exclusivamente a su papel en el tráfico marino. Se sospecha que sus aguas puedan contener ricos recursos minerales.

Las disputas en el mar del Sur de China podrían “escalar y acabarse convirtiendo en uno de los conflictos más mortíferos de nuestra época, si no de la Historia”, ha advertido en el foro el ministro malasio de Defensa, Hishammuddin Hussein.

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Sobre la firma

Macarena Vidal Liy
Es corresponsal de EL PAÍS en Washington. Previamente, trabajó en la corresponsalía del periódico en Asia, en la delegación de EFE en Pekín, cubriendo la Casa Blanca y en el Reino Unido. Siguió como enviada especial conflictos en Bosnia-Herzegovina y Oriente Medio. Licenciada en Ciencias de la Información por la Universidad Complutense de Madrid.

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