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La movilización 2.0 del PRI

El partido en el Gobierno pone a prueba por primera vez en unas elecciones una base de datos de once millones de personas

Luis Pablo Beauregard
Arturo Huicochea, coordinador de estrategia del PRI.
Arturo Huicochea, coordinador de estrategia del PRI.L.P.B.

Todas las mañanas desde el inicio de las campañas, el cinco de marzo, la plana mayor del Partido Revolucionario Institucional (PRI) se reúne en el cuarto de guerra para enfocarse en la batalla electoral del 7 de junio. En la habitación cuelgan cinco monitores de grandes dimensiones en los que brilla un mapa del país. Los estrategas del partido pondrán a prueba este domingo su salto a la era digital al estrenar una herramienta tecnológica que pretende trasladar al mundo virtual la poderosa capacidad de movilización del que fue el partido hegemónico de México

El ADN Seccional, creado por la dirigencia del partido, quiere convertirse en un programa imprescindible para elaborar las campañas priístas del futuro. “Esta herramienta me permite saber dónde están los priístas y cómo viven. Nada más me falta saber quiénes son”, dice Arturo Huicochea, coordinador de estrategia del partido. Mientras habla, accede a la plataforma. El mapa de México se ilumina con 9.5 millones de puntos verdes. Cada uno de ellos es un militante del partido de Enrique Peña Nieto. “La base se ha geo referenciado, se puede observar el domicilio de cada persona”.

El programa se nutre con diversas bases de datos de información pública. La electoral contiene todos los comicios en México desde el año 2000, cuando el PRI perdió la presidencia. La geográfica muestra el nivel de vida y las carencias de la gente de la región. Así en cada una de las 68.000 secciones electorales que tiene el país.

Huicochea elige una sección al azar. En el mapa se abre el distrito nueve de la Ciudad de México, un bastión de la izquierda. “Podemos ver que allí viven 200.000 personas con credencial de elector, también cuantos desempleados hay y qué grado de escolaridad tienen… Cuántos tienen seguridad social, si tienen móviles, Internet”.

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El mapa también ha servido al PRI para saber dónde tienen escasas posibilidades. Uno de ellos es el elegido por el estratega, que aparece con un punto rojo en pantalla. “Significa que estoy perdido. El PAN ha ganado una vez y las demás el PRD, que promedia un 35% de los votos”. En el distrito nueve el D.F. los priístas son una rara avis, solo hay 2.169.

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De las 68.000 secciones electorales, el ADN priísta calcula 30.000 en verde, prácticamente ganadas, 26.000 en amarillo, que están en disputa, y 10.000 rojas. “Somos muy eficaces porque somos el partido que tiene votantes en los 32 Estados del país. Pero debemos ampliar el margen de nuestros triunfos. En 2012 recuperamos la presidencia, pero tuvimos menos diputados que en 2009. Eso quiere decir que la gente vota más por el candidato que por el partido”, medita el estratega.

La información del ADN Seccional ha permitido a los priístas diseñar plataformas ultralocales con las necesidades de cada sección de los 300 distritos del país. Cada candidato al Congreso tiene acceso a la plataforma y solo puede ver la información de su distrito. 180 aspirantes la usan religiosamente todos los días y la han convertido en su oráculo de campaña. 30 se apoyan en ella ocasionalmente y 80 ni siquiera se han registrado. “Hay una resistencia, obviamente, porque significa un cambio cultural”.

Esta herramienta me permite saber dónde están los priístas y cómo viven. Nada más me falta saber quiénes son
Arturo Huicochea, coordinador de estrategia del PRI

A cambio, cada candidato ha recolectado durante la campaña teléfonos, correos, y direcciones de gente que se compromete a votar por el PRI. Toda esa información robustecerá la herramienta rumbo a la elección. Un cálculo del partido estima que el proceso integrará a 4.5 millones de personas nuevas que se sumarán a los 9.5 millones existentes. Una depuración dejaría el censo en once millones de personas.

Allí entra en escena lo que Huicochea llama la operación tamal. “Esa es la movilización del PRI. La gente que sale a votar lleva a otra. Parece que cambian un tamal por un voto, pero no es así. Si ya los invitaste a las ocho de la mañana a ir a votar es de cortesía darles algo de desayunar”. 

El partido que gane el domingo será el que se acerque a los 14 millones de votos. Solo el PRI o el PAN tienen posibilidades de acercarse a esa cifra. Las proyecciones que Huicochea son un secreto que no saldrá del cuarto de guerra. Aun así, dice con una sonrisa que un “optimismo razonable” lo hace pensar que lograrán la mayoría en el Congreso con ayuda del Partido Verde, su organización satélite. El domingo se verá si es un bluff o un acierto de la política 2.0 del PRI.

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Sobre la firma

Luis Pablo Beauregard
Es uno de los corresponsales de EL PAÍS en EE UU, donde cubre migración, cambio climático, cultura y política. Antes se desempeñó como redactor jefe del diario en la redacción de Ciudad de México, de donde es originario. Estudió Comunicación en la Universidad Iberoamericana y el Máster de Periodismo de EL PAÍS. Vive en Los Ángeles, California.

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