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La estrategia palestina de boicot universal dispara la alarma en Israel

El Parlamento se reúne de urgencia para afrontar la amenaza de sanciones y aislamiento

El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, en una reunión del Gobierno.
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, en una reunión del Gobierno.RONEN ZVULUN (AP)

Los palestinos prefieren hablar de “Intifada diplomática” ante el bloqueo de las negociaciones de paz. Los israelíes denuncian, sin embargo, que se intenta deslegitimar al Estado judío y amenazar su supervivencia mediante el antisemitismo. La campaña de Boicot, Desinversión y Sanciones (BDS), promovida por activistas palestinos desde hace una década, empezó a cobrar notoriedad tras la guerra de Gaza del pasado verano. Ahora representa una de las máximas preocupaciones para Israel, cuyo Parlamento se reunió este miércoles de urgencia en un debate extraordinario para hacer frente a las crecientes presiones del movimiento BDS.

Los israelíes vieron el viernes por televisión como el presidente de la federación palestina de fútbol se atrevía a mostrar una tarjeta roja a su país en el congreso de la FIFA antes de retirar su propuesta de suspensión contra Israel. El presidente del Estado, Reuven Rivlin, ya había expresado su preocupación la pasada semana ante responsables universitarios por la reducción de la participación de empresas extranjeras en la financiación de la investigación aplicada en los campus del país. La decisión del Sindicato de Estudiantes británico de sumarse el martes a la campaña BDS hizo saltar finalmente las alarmas.

“Como ya no es políticamente correcto ser antisemita, ahora muchos se disfrazan de antiisraelíes”, advirtió ante los diputados de la Knesset la ministra de Justicia, Ayelet Shaked, figura emergente del nacionalismo israelí. “La campaña BDS se opone a Israel en tanto que Estado judío, para denigrarlo y destruirlo”, argumentó, “antes se criminalizaba a los judíos, ahora eso se hace con nuestro Estado. Por eso vamos a boicotear a quienes nos boicotean”.

“No servirá para nada”, le gritaron a la ministra de Hogar Judío desde la bancada parlamentaria del grupo Lista Conjunta, que agrupa a los partidos árabes israelíes, según el relato de la sesión difundido por The Jerusalem Post.

“La comunidad internacional ya no cree que Israel siga siendo serio en su compromiso con la solución de los dos Estados”, advierte Obama

La oposición laborista advirtió al Gobierno del primer ministro Benjamín Netanyahu de que si no actúa en el frente diplomático, los palestinos intentarán que se repita con Israel la historia de la Sudáfrica del apartheid, que empezó siendo expulsada de la FIFA.

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“Parece como si cualquiera que critique la ocupación [de territorios palestinos] sea un antisemita”, replicó a los oradores del Likud Zehava Gal-On, portavoz del partido pacifista Meretz. “Pero es la política de Netanyahu la que anima a quienes nos boicotean”, remachó

Poco antes de que se desarrollara el debate, Netanyahu había afirmado ante el ministro de Exteriores de Canadá, Robert Nicholson, de visita oficial en Jerusalén, que frente a quienes critican a su país, se debe recordar que “Israel tiene una democracia ejemplar. Con libertad de prensa, libertad de cátedra y derechos humanos”.

La noche anterior, el Canal 2 israelí había difundido una amplia entrevista televisada con el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, en la que se recordaban anteriores declaraciones del primer ministro. “[Sus palabras] Contienen tantas salvedades, tantas condiciones, que no es realista pensar que puedan cumplirse en un futuro próximo”, aseguró Obama al referirse al proceso de paz con los palestinos.

“El peligro actual es que Israel, en conjunto, acabe perdiendo credibilidad”, puntualizó el presidente en la entrevista. “La comunidad internacional ya no cree que Israel siga siendo serio [en su compromiso] con la solución de los dos Estados”, apostilló Obama en alusión a la promesa de Netanyahu de que no permitiría la creación de un Estado palestino si era reelegido, lanzada en vísperas de las elecciones del pasado 17 de marzo.

Para el analista político israelí Eran Shayshon, “no se puede calificar como antisemita todo los que se mueve en torno a la campaña BDS”. Este experto en el movimiento de boicot a Israel diferencia entre la crítica centrada en la ocupación de los territorios palestinos que lanzan “organizaciones de la izquierda radical en los países occidentales” y las que proceden de “grupos fundamentalistas islámicos” que buscan la deslegitimación de Israel.

Omar Barguti, uno de los fundadores de la campaña, aseguró a la agencia Efe que Israel "ha fracasado a la hora de dificultar el rápido crecimiento del BDS". El activista palestino definió el movimiento como "antirracista, basado en los derechos humanos y un reto no violento a la opresión".

 

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Sobre la firma

Juan Carlos Sanz
Es el corresponsal para el Magreb. Antes lo fue en Jerusalén durante siete años y, previamente, ejerció como jefe de Internacional. En 20 años como enviado de EL PAÍS ha cubierto conflictos en los Balcanes, Irak y Turquía, entre otros destinos. Es licenciado en Derecho por la Universidad de Zaragoza y máster en Periodismo por la Autónoma de Madrid.

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