Los peores atentados contra destinos turísticos en el norte de África
De Marraquech al Sinaí, en los últimos años se han intensificado los ataques en la región
No es la primera vez que el sitio arqueológico de Luxor es el objetivo de un atentado. En 1997 el grupo integrista Gamaa Islamiya atentó contra el templo y causó la muerte de 57 turistas y 10 egipcios.
El 16 de mayo de 2003, cuatro atentados sincronizados dejaron decenas de muertos en varios edificios de Casablanca, uno de ellos la popular Casa de España. Las explosiones afectaron a la Alianza Israelita, al Hotel Safir Farah y al Consulado de Bélgica, en pleno centro de la ciudad más poblada de Marruecos y capital económica del reino.
Tres explosiones sacudieron el 23 de abril de 2004 sendos enclaves turísticos en la península del Sinaí, en Egipto, a los que acuden miles de turistas israelíes. Al menos 30 de ellos perdieron la vida en el hotel Hilton de Taba, a escasos metros de la frontera con Israel.
Un triple atentado terrorista en la ciudad turística de Sharm el Sheij (Egipto), en la península del Sinaí, causó el 23 de julio de 2005 la muerte de al menos 88 personas y más de 200 heridos; al menos tres suicidas participaron en los atentados y un cuarto murió por disparos de la policía, que busca a más implicados entre miembros de la comunidad beduina. Al Qaeda asumió la autoría del atentado.
El 27 de abril de 2011, un ataque golpeó el centro neurálgico del turismo en Marruecos, la célebre plaza Yemaa el Fna de Marraquech. La explosión, que se escuchó en gran parte de la ciudad, provocó 14 muertos, 11 de ellos extranjeros, y una veintena de heridos.
Un bus de turistas fue víctima de un ataque en la península del Sinaí el 16 de febrero de 2014, muy cerca del paso fronterizo de Taba, entre Israel y Egipto. Cuatro personas murieron, tres turistas surcoreanos y el conductor del vehículo, de nacionalidad egipcia, y otras 33 resultaron heridas.
El corazón turístico de la capital de Túnez fue escenario el pasado 17 de marzo de un atentado terrorista en el Museo del Bardo, una institución ubicada en el mismo complejo de inmuebles que el Parlamento. Murieron 23 personas (20 extranjeros y tres tunecinos).