Militantes del Frente Nacional queman coches para denunciar inseguridad

Marine Le Pen, líder del ultraderechista Frente Nacional (FN), no logra sacudirse el estigma de la violencia, la xenofobia y el antisemitismo que anida en las filas de su partido. Decenas de militantes han protagonizado en las últimas semanas actos vandálicos o racistas que echan por tierra su campaña de desdiabolización de la formación. Cuatro de ellos han sido detenidos por quemar coches para poder denunciar luego la inseguridad en las calles.

Los detenidos, con edades entre 21 y 26 años, actuaban en localidades próximas a París. Solo en una noche a comienzos del pasado abril, cuenta el diario Le Parisien, quemaron una docena de automóviles en Mitry-Mory. Después, uno de ellos, Adrien Desport, denunció lo ocurrido a través de su cuenta en Twitter como una prueba clara de la inseguridad en la zona. Desport fue candidato suplente del FN en las recientes elecciones departamentales.

Probablemente para sumar al partido a su cruzada, los arrestados ahora llegaron a quemar el coche de un militante ultraderechista en Val d-Oise. En Seine-et-Marne, también produjeron destrozos en el portal y en el buzón de otro militante. Desport llegó a denunciar haber sido atacado con gas lacrimógeno, un hecho que ha resultado ser falso.

Fue el propio partido el que, tras una investigación interna, presentó una denuncia contra los cuatro jóvenes en una comisaría de Nanterre, donde el FN tiene su sede. Nicolas Bay, secretario general de la formación, ha asegurado este miércoles que ya hace 15 días fueron apartados del partido. La policía les acusa de “destrucción voluntaria por incendio en banda organizada”.

Los jueces abren una investigación contra Jean-Marie Le Pen por blanqueo de dinero

La detención de esta banda ha coincidido con la expulsión del FN de otros 16 militantes por difundir mensajes racistas e islamófobos. Junto con otros 17 afiliados, habían sido expedientados por el FN durante la campaña de las departamentales. La mayoría de ellos eran candidatos que, a través de las redes sociales, difundieron comentarios racistas como “el islam es una peste bubónica” o “combatir el islam es un deber”.

En la acumulación de malas noticias para el FN, los jueces acaban de abrir una investigación por blanqueo de dinero a Jean-Marie Le Pen, el fundador del partido ahora también apartado de su cargo de presidente de honor. El viejo Le Pen tuvo en Suiza una cuenta oculta al fisco de 2,2 millones de euros, de los que 1,7 eran lingotes y piezas de oro. El administrador, según descubrió en su día la publicación digital Mediapart, era Gérald Gérin, mayordomo de Jean-Marie y ayudante en Estrasburgo de la eurodiputada Marie-Christine Arnautu, muy próxima al fundador.

Le Pen padre también ha acudido a la justicia para dirimir si el proceso para apartarle del partido, impulsado por su hija, incumple las normas internas de la formación que él fundó.