“La OEA debe tener una presencia más vital en el continente”

La Organización de Estados Americanos (OEA) comienza este lunes su 45 Asamblea General en su sede, en Washington, con el propósito expreso de pasarse dos días mirándose, sobre todo, el ombligo. Son muchos los problemas candentes de la región pendientes de ser discutidos en un foro como este, el único que reúne a todos los países del hemisferio occidental salvo Cuba, que por ahora declina reintegrarse. Ahí está Venezuela, donde parte de la oposición sigue presa, Guatemala con las denuncias de corrupción que salpican a su presidente, o la propia Cuba.

Puede que estas cuestiones sean discutidas en los pasillos de la OEA. Pero en la agenda de la reunión que supondrá la puesta de largo del nuevo secretario general, Luis Almagro, que asumió el puesto hace menos de un mes, el tema principal será el que lo llevó a ser elegido para el cargo: cómo renovar la OEA para que vuelva a ser un actor imprescindible en el mapa político interamericano. Y que, de forma pareja, recupere la credibilidad que ha perdido en los últimos tiempos, señala el excanciller uruguayo en entrevista con EL PAÍS.

Pregunta. Esta cita tiene el propósito concreto de revitalizar la OEA. ¿Se trata de renovarse o morir?

Respuesta. Se trata esencialmente de encontrar una hoja de ruta para la modernización institucional de la OEA. Necesitamos además que la propia OEA tenga una reafirmación de los principios y valores que la han animado hasta ahora, y que eso implique mayor credibilidad y la posibilidad de una mayor participación en los principales temas del continente.

P. Últimamente no se hace más que hablar de la pérdida de credibilidad de la OEA. ¿Cómo se ha llegado a este punto?

R. Esto ha sido un proceso más bien de deterioro paulatino, en el que la OEA tenido dificultad para ser el punto bisagra para la solución de los principales temas a nivel continental. Le podemos llamar credibilidad, le podemos llamar falta de involucramiento, pero la cuestión es que la OEA no ha tenido capacidad como para trabajar en los principales temas de nuestra región.

P. ¿Dónde ha fallado o podría, al menos, haberlo hecho mejor?

R. No quiero mencionar temas concretos de países porque la OEA tienen que manejar eso de una forma reservada, no pública, tiene que trabajarlo de una manera que ayude a moldear el diálogo y no a radicalizar el conflicto. Pero a veces no ha sido posible llevar la posibilidad de diálogo a través de la organización, y eso lo han asumido otras instituciones. Eso está bien en determinados casos, pero es muy necesario e importante el papel de la OEA, y esos son los principios rectores que me animan a tratar de moldear la organización para que tenga una presencia más vital en el continente.

P. Usted acaba de ofrecer una observación electoral en Venezuela si el presidente Nicolás Maduro lo acepta. Su predecesor, José Miguel Insulza, ha admitido que la OEA no hizo todo lo que podría haber hecho en Venezuela. ¿Qué más cree usted que se puede hacer?

R. La OEA debe hacer lo que hace mejor: tenemos instrumentos técnicos y de personal como para acompañar un proceso electoral en Venezuela, y en eso consiste el ofrecimiento que realizamos. Obviamente también decimos que eso depende de que el poder popular electoral de Venezuela nos abra la puerta para nuestra participación, porque si no sería inútil que anduviera una misión de la OEA dando vueltas por ahí.

Se trata de construir confianza y eso significa estar cerca de los temas y actuar de una manera ecuánime y efectiva, procurando ayudar. Este es el principio que nos anima. Y a nadie le sirve que la OEA participe para radicalizar un conflicto o para tomar posturas altisonantes o retóricas, que es justamente lo que está sobrando. Si podemos ir de una manera tranquila y a la vez firme, facilitando algunas cosas, la organización lo va a hacer.

P. ¿Qué resultado concreto espera de esta reunión?

R. Para mí es muy importante tener una hoja de ruta en la modernización de la organización y poder continuar los trabajos con el Consejo Permanente para resolver los principales temas de organización de la OEA. Ese sería para nosotros el punto esencial. Están los temas clave que queremos perfilar mejor para este tiempo: un sistema interamericano de educación, una escuela de gobierno de las Américas, interconectividad del Caribe y trabajar los temas de fondo para un sistema de respuesta ante desastres naturales. Esos son los objetivos esenciales que tenemos y si lo logramos le estaríamos dando a la OEA una sustentabilidad política y de gestión para el futuro.