_
_
_
_
_
Tribuna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las tribunas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Mientras llega el Papa

Un país en las calles no es precisamente el Ecuador que Correa quiere mostrarle a Francisco

Ecuador se está preparando para recibir a Francisco en sus dos ciudades principales. En el marco de los preparativos, Rolando Panchana, Gobernador de Guayaquil, renunció a su cargo, aparentemente por haber hecho declaraciones que ponían en riesgo la visita del pontífice (dijo públicamente que la misa debía hacerse en un lugar distinto al anunciado inicialmente). Viviana Bonilla, Secretaria Nacional de la Política, rechazó las declaraciones en su cuenta de Twitter y compartió la información de la renuncia así como deseó éxitos al nuevo Gobernador.

A los pocos días se resolvió que la misa sería en el lugar anunciado por el Gobernador saliente, quien fue reemplazado y no ocupa ningún otro puesto político actualmente. Las razones de la salida de Panchana quedaron en el aire para la ciudadanía. Sólo unas cuantas semanas después, el Presidente envió dos reformas de leyes a la Asamblea Nacional (donde hay mayoría oficialista) mismas que incrementan impuestos en materia de herencias y plusvalías. Una intención de alza que llegó cuando el golpe de las salvaguardias seguía asimilándose y la intervención estatal en la administración de los fondos del magisterio continuaba siendo cuestionada por la ciudadanía.

Ecuador vive una ola de manifestaciones que preocupa al gobierno, cuyos representantes intentan contrarrestar los efectos

Casi al mismo tiempo, la Asamblea Nacional aprobó la Ley Galápagos (controvertida por su afectación a las remuneraciones y los posibles efectos sobre los límites de las áreas protegidas), hecho que se dio en medio de una discusión que activó la memoria histórica de la mayoría: los representantes del legislativo dejaron el debate a un lado y volvieron a los gritos y el escándalo. La segunda Vicepresidenta de la Asamblea fue acusada (por un asambleísta de su mismo partido) de ser la representante de la derecha en las filas de Alianza País, a lo que ella respondió —en supuesta defensa de la ley— alegando que su compañero de bancada tenía intereses personales por haber sido operador turístico en las islas.

Las reformas propuestas por el ejecutivo junto a la aprobación de la ley Galápagos desembocaron en protestas diarias en varias ciudades del país, incluyendo Galápagos, desde el lunes 8 de junio y continúan hasta ahora. Ecuador vive una ola de manifestaciones que evidentemente preocupa al gobierno, cuyos representantes intentan contrarrestar los efectos de la imposición de leyes y políticas públicas que no son bienvenidas. Para ello hasta han difundido una calculadora en línea donde se invita a verificar qué tanto afecta a cada individuo la reforma a la ley de herencias.

El presidente se dirigió a la ciudadanía en tres ocasiones en el lapso de 36 horas. En sus dos primeras intervenciones mantuvo la actitud que lo caracteriza: calificó las protestas como marchas golpistas y descalificó a quienes le pedían que rectifique y archive las reformas que envió al legislativo. En su tercera intervención era otro. Habló de diálogos y debates. No frunció el ceño ni alzó la voz. Rechazó la violencia e invitó a discutir con argumentos. Decidió "retirar temporalmente" las dos leyes porque el país debe prepararse para la visita del Papa. Un Ecuador en las calles, haciendo uso de su derecho a la resistencia no es precisamente lo que quiere mostrar.

Únete a EL PAÍS para seguir toda la actualidad y leer sin límites.
Suscríbete
Desde que asumió la presidencia del país no se había enfrentado a marchas continuas en oposición a sus actuaciones como mandatario

Mientras llega el Papa, la Asamblea deberá resolver sobre el pedido del Presidente. En lo que respecta a la solicitud de reforma en materia de plusvalías podría diferirse su análisis. Sin embargo, no pasaría lo mismo con la reforma a la ley de herencias que fue enviada el 5 de junio al legislativo con el carácter de económico urgente, pues la comisión legislativa no tiene la atribución de no tratarlo o dilatar las fechas de su tratamiento dentro del mes que existe como plazo para que este tipo de proyectos sean tramitados. En consecuencia, si el Pleno de la Asamblea Nacional no lo archiva en el primero o segundo debate, entrará en vigencia por ministerio de la ley el 5 de julio. Ese día el Papa Francisco llega a Ecuador.

Es evidente que Correa atraviesa uno de sus más duros momentos políticos. Desde que asumió la presidencia del país no se había enfrentado a marchas continuas en oposición a sus actuaciones como mandatario. En más de ocho años de gobierno, nunca había perdido espacio en la Tribuna de los Shirys en Quito, lugar emblemático de sus concentraciones políticas. Tan emblemático como el hecho que la presencia oficialista más importante allí son los policías puestos para evitar que los protestantes se hagan del lugar.

Karla Morales es abogada especializada en Derechos Humanos. Colabora como columnista de varios medios impresos y digitales en Ecuador y Estados Unidos. Twitter @karlamoralesr

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_