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CRISIS DE GRECIA

Portugal advierte de que “las euforias ideológicas parecen fuera de lugar”

El viceprimer ministro Paulo Portas recuerda que el respeto al pueblo griego debe ser igual al del resto de los países de la zona euro

La victoria aplastante del “no” griego ha provocado inmediatas reacciones entre los partidos políticos portugueses, que después del verano se van a enfrentar en elecciones generales. Mientras el Gobierno insiste en recordar que “Portugal no es Grecia”, el principal partido de la oposición, el PS, aboga por una solución común europea, y no solo para Grecia. El Bloco de Esquerda y Livre hacen suya la victoria de Syriza.

El Gobierno de Portugal que durante los seis meses de negociaciones con Grecia fue tildado de ser “más alemán que Merkel” por su constante recuerdo de que las reglas están para cumplirlas, quiere alejar cualquier riesgo de contagio, pese a que la bolsa de Lisboa fue la que más bajo de toda Europa (-3,3%).

"Queremos que los griegos consigan superar sus problemas", ha dicho el vice primer ministro, Paulo Portas, "mas nuestro primer deber es con los portugueses. Los portugueses se esforzaron mucho para vencer la bancarrota. No tenemos ninguna ventaja en ser asociados a un estado que entró en quiebra técnica”, añadió.

Portas es el dirigente del CDS-PP, el ala derechista de la coalición gubernamental, que ya ha pactado formar Gobierno con el PSD, si las urnas les dan los votos suficientes. "¿Qué servicio estaríamos prestando a los portugueses si tirásemos todos los esfuerzos en nombre de solidaridades ideológicas?", se preguntó Portas en una jornada de militantes de partido en Alcochete, extrarradio de Lisboa. “El respeto por los ciudadanos griegos y su voluntad de expresión solo puede ser igual al respeto que merecen los ciudadanos y las instituciones de los otros 18 estados de la Zona euro”.

Portas recordó que los problemas de Grecia no van a desaparecer por magia. “Es un país que ya suspendió pagos y que tiene un calendario de pagos muy apretado, con un sistema financiero dependiente de medidas de control de capital y exangüe en liquidez. Un país con una situación demasiado frágil, por lo que las euforias ideológicas parecen fuera de lugar ya que corren el riesgo de que la realidad las desmienta”.

El resultado del referéndum le pilló al primer ministro, Pedro Passos Coelho, en Guinea Bissau. Para él, la posición griega no pone en riesgo al euro ni a la UE. "En los últimos cinco años ya pasamos por situaciones bien complejas y la UE ni siquiera estaba preparada para lidiar con procesos como los que han ocurrido en los últimos años".

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António Costa, líder del partido socialista, cree que la victoria del “no”, abre una oportunidad para que el abordaje de la crisis no se centre exclusivamente en Grecia. "La crisis tiene una naturaleza sistémica por lo que debe tener un abordaje conjunto y solidario en escrupuloso respeto de la igualdad de los estados”. Y pide para Portugal que el programa de ajuste sea seguido ahora de un programa de relanzamiento económico.

Para Costa, el resultado del referéndum no significa la salida del euro "ni puede servir de pretexto para intentar excluir a Grecia del euro”.

Para Jerónimo de Sousa, secretario general del PC, Grecia es un ejemplo para el Gobierno portugués "que alineándose con los poderosos, con la dirección de las potencias , con las instituciones de la UE, con el FMI, busca blanquear su posicionamiento de sumisión y seguidismo a los dictámenes y a los instrumentos que la UE y el FMI han impuesto a los pueblos".

El PC portugués, que es la tercera fuerza política del país, aboga por la salida del euro, el perdón de la mitad de la deuda, la subida de salarios y la bajada de impuestos.

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