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Cameron implica a toda la sociedad en su plan para combatir el extremismo

El primer ministro anuncia su estrategia para derrotar a "la amenaza de esta generación"

Pablo Guimón

Los británicos deben enfrentarse a “una trágica realidad”, ha dicho David Cameron: “Hay gente nacida y crecida en Reino Unido que no se identifica con los valores del país”. El primer ministro ha reconocido “errores en el proceso de integración” al anunciar hoy su plan de cinco años para combatir la ideología extremista en suelo británico. Y ha pedido a toda la sociedad -familias, colegios, universidades, medios de comunicación, empresas de Internet...-  que se impliquen en lo que ha definido como “la lucha de esta generación”.

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“La causa profunda de la amenaza a la que nos enfrentamos es la ideología extremista”, ha asegurado. Para poder combatirla, ha añadido, es necesario comprender qué es lo que convierte el extremismo islamista en atractivo.

Es necesario, ha dicho el primer ministro conservador, combatir lo que ha llamado la “justificación del agravio”. “Cuando la gente dice que la razón por la que los extremistas atacan Occidente es la guerra de Irak, debemos recordarles que el 11-S [que supuso la mayor pérdida de vidas británicas en un ataque terrorista] fue antes de la guerra”, ha señalado. Reino Unido y otros países, ha recordado, “han salvado a musulmanes de la mascare en Kosovo y en Somalia. Los que matan a musulmanes son Al Qaeda, el Estado Islámico y Boko Haram”.

El primer ministro ha anunciado, sin una gran concreción, medidas legislativas para que el Estado pueda actuar contra personas o grupos, no necesariamente violentos, que apoyan los puntos de vista extremistas. Y ha comunicado que Louise Casey, hasta ahora al frente de una unidad del Gobierno para familias con problemas, dirigirá un informe que estudie las maneras de integrar y ofrecer oportunidades a las comunidades más aisladas y desfavorecidas.

Se calcula que cerca de 700 británicos han viajado a Siria para unirse al Estado Islámico, y cerca de la mitad pueden haber regresado a Reino Unido. La estrategia del Gobierno se publicará en detalle el próximo otoño, ha asegurado Cameron en su discurso pronunciado en Birmingham, la segunda ciudad más grande del país, con una importante comunidad musulmana. Y ha procedido a enumerar los cuatro pilares en los que se basará, relacionados con los motivos que llevan a los ciudadanos a la radicalización.

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En primer lugar, se trata de combatir la ideología extremista y evitar que esta se presente como algo atractivo, sobre todo para los jóvenes. “El mundo no conspira contra el islam, hay que combatir esa paranoia”, ha dicho. “Debemos luchar contra las teorías conspiratorias, desglamourizar el extremismo. Los chicos deben saber que si se unen al Estado Islámico les lavarán el cerebro, les atarán una bomba al cuerpo y les harán estallar. Las chicas deben saber que se encaminan a la esclavización”.

El primer ministro ha destacado la necesidad de llevar a cabo programas de desradicalización online, pero también en los colegios y en las cárceles. Y ha instado a las compañías de Internet a que colaboren suministrando datos que ayuden a identificar el extremismo. “No puede ser que, cuando se trata de fines comerciales propios, no tengan problema en suministrar información de usuarios pero, cuando es para la seguridad nacional, digan que es difícil. No me lo creo”, ha dicho.

La labor de vigilancia se extenderá a los propios colegio, ha anunciado, que deberán informar a la policía de ausencias injustificadas de sus alumnos. Y a los padres, que podrán solicitar a las autoridades que cancelen el pasaporte de sus hijos si sospechan que estos pueden estar planeando viajar a Siria.

El país deberá abordar, ha advertido, “debates culturales incómodos”. Y ha mencionado las prácticas de mutilación genital, los matrimonios concertados y los tribunales de la sharia como parte de ese caldo de cultivo del extremismo.

En segundo lugar, David Cameron ha insistido en la necesidad de combatir cualquier extremismo, no solo el violento. “Condenar al Estado Islámico no es suficiente para demostrar que se está en contra del extremismo”, ha defendido. “Hay que combatir la ideología del odio”. Las autoridades tendrán poderes para actuar contra “los facilitadores del extremismo”. Y ha hecho un llamamiento a las universidades y a los medios de comunicación para que no den voz a los extremistas.

En tercer lugar, el primer ministro se ha comprometido a “apoyar a aquellas voces que cuestionan el extremismo”. “Debemos construir una narrativa alternativa”, ha dicho. Y ha reprochado a los medios de comunicación el dar demasiado voz a los extremistas. “Debemos dar a las voces integradoras la plataforma que necesitan, aunque haya otras voces que den más titulares”, ha reconocido.

Por último, ha subrayado la necesidad de “construir una sociedad menos vulnerable al extremismo”. En ese sentido ha anunciado la elaboración de un estudio, dirigido por Louise Casey y que estará listo a principios del próximo año, para “promover la integración”. “En nuestras comunidades más divididas, la educación que reciben nuestros jóvenes en los colegios”, ha lamentado, “es más segregada que los propios barrios en los que viven”.

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Sobre la firma

Pablo Guimón
Es el redactor jefe de la sección de Sociedad. Ha sido corresponsal en Washington y en Londres, plazas en las que cubrió los últimos años de la presidencia de Trump, así como el referéndum y la sacudida del Brexit. Antes estuvo al frente de la sección de Madrid, de El País Semanal, y fue jefe de sección de Cultura y del suplemento Tentaciones.

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