Duarte niega cualquier vinculación con el asesinato de Espinosa
El Gobernador de Veracruz declara como testigo ante la Fiscalía del DF para aclarar las amenazas denunciadas por el periodista
El Gobernador de Veracruz, Javier Duarte, declaró este martes ante la Fiscalía del DF como testigo por los asesinatos del fotoperiodista Rubén Espinosa, la activista Nadia Vera y otras tres mujeres. Los focos de la responsabilidad política llevan a apuntando a Duarte desde el inicio del caso, que casi dos semanas después sigue presentando claroscuros. Espinosa y Vera habían huido de Veracruz pocos meses antes de su muerte denunciado amenazas por su trabajo. Tras algo más de una hora de declaración, Duarte negó cualquier vinculación o responsabilidad en el multihomicidio.
“Dejo claro que me deslindo totalmente de los acontecimientos ocurridos el 31 de julio en Ciudad de México”, señaló el Gobernador en un escueto comunicado. La Fiscalía del DF, que desplazó una comisión hasta Veracruz para llevar a cabo el interrogatorio, informó en otra nota oficial que se trató de una “comparecencia voluntaria como testigo”. Ninguna de las dos partes ofreció más información sobre el fondo de las conversaciones, que se llevaron a cabo en las instalaciones de la Fiscalía veracruzana.
Dejo claro que me deslindo totalmente de los acontecimientos ocurridos el 31 de julio en Ciudad de México
En su comunicado, Duarte aprovechó también para subrayar su disposición a colaborar en la investigación, recordando que como Gobernador podía haberse acogido a su inmunidad política y bloquear la citación de la fiscalía defeña. “Así como no creo en el fuero, tampoco creo en los linchamientos públicos”. La sociedad civil y distintos organismos internacionales se han pronunciado con rotundidad sobre la necesidad de ahondar en las pesquisas del móvil político. Veracruz es el Estado mexicano más peligroso para ejercer el periodismo. En los últimos cuatro años van 15 reporteros asesinados, así como numerosas denuncias por vulneraciones de los derechos humanos contra activistas políticos.
El curso de la investigación avanza mientras tanto por tres vías, la del robo, el feminicidio y el asesinato político. El caso se ha cobrado ya un primer detenido, con antecedentes por violación, y que ha reconocido el robo pero no los asesinatos. La policía sigue la pista de otros dos sospechosos que, según unas imágenes del servicio de videovigilancia, salieron del edificio durante la tarde del día del suceso.
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— Javier Duarte (@Javier_Duarte) August 11, 2015
La Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal ha sido la última voz en exigir que se extreme la meticulosidad en la investigación. “¿Qué publicó? ¿Qué iba a publicar? ¿Qué interés estaba afectando el fotoperiodista y la defensora que estaba ahí? que se abran todas las líneas, que se agoten”, reclamó este miércoles la presidenta del organismo, Perla Gómez.
Los números rojos de Duarte
Asesinatos de periodistas. Rubén Espinosa es el último de los 15 periodistas que realizaban su trabajo en Veracruz asesinados desde 2011. Uno de los casos más sonados fue el de Regina Martínez, una veterana reportera del semanario político Proceso, que apareció muerta en su casa en 2012. La informadora cubría los supuestos vínculos del narcotráfico y la política local. El caso sigue sin esclarecerse. El Estado de Veracruz es el más letal para el ejercicio de la prensa.
Homicidios. Las muertes violentas en el Estado aumentaron un 47% el año pasado y lo colocan entre los más peligrosos del país. Se registraron 1.130 homicidios, además de 157 secuestros y 244 extorsiones, según cifras de la Secretaría de Gobernación.
Lista negra de activistas. En vísperas de los comicios de junio pasado, El Gobierno de Veracruz marcó como "personas peligrosas durante las elecciones" a 20 activistas del Estado. Los integrantes –estudiantes, líderes sindicales, maestros- denunciaron al Gobernador ante la Fiscalía, que sigue investigando el caso.
Denuncias. Espinosa registró una primera denuncia contra la policía estatal de Veracruz en septiembre de 2013. Alegó que cuando cubría una manifestación de estudiantes en Xalapa, capital del Estado, fue agredido junto a otros fotoperiodistas por las fuerzas de seguridad, que además les decomisaron sus cámaras y les hicieron borrar las fotos.
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