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Opinión
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

La reunión de John Kerry con la disidencia cubana

El secretario de Estado de EE UU mantuvo un encuentro con diversos activistas de la sociedad civil de la isla

Los legisladores cubano-americanos, varios candidatos republicanos a la Presidencia, agencias de prensa internacional y varios periodistas de prestigio han criticado al secretario de Estado John Kerry por no haber invitado a la disidencia pacífica cubana al acto de apertura de la embajada en La Habana. Alegan que es una traición, el resultado de las presiones del gobierno cubano, y prueba de que el proceso de normalización de relaciones sólo favorece a Cuba y que los reclamos en pro de los derechos humanos y la democracia son pura retórica. Por su parte, altas autoridades cubanas alimentan esa crítica afirmando rotundamente que “no cederán un milímetro” en asuntos internos de Cuba. Sin embargo, los propios disidentes ofrecen una visión radicalmente distinta.

Para comenzar me informan que al acto de apertura en la mañana no fue invitado el cuerpo diplomático y no hubo conversación alguna, fue un evento formal. No obstante, Kerry en su discurso (con varias partes en castellano) hizo una defensa muy fuerte de los derechos humanos y la democracia.

En la recepción de la tarde hubo unas 600 personas (incluyendo el cuerpo diplomático), buena parte cubanos de una gama ideológica amplia. Después, diez conocidos activistas de la sociedad civil se reunieron con Kerry, otros diplomáticos y un funcionario de la Casa Blanca: Oscar Elías Bicet, Manuel Cuesta Morúa, Reynaldo Escobar, José Daniel Ferrer, Miriam Leiva, Héctor Maseda, Elsa Morejón, Marta Beatriz Roque, Yoani Sánchez y Dagoberto Valdés (dos invitados rechazaron la invitación y solo Bicet se opuso al detente).

El precedente del encuentro no podrá ser ignorado por el Papa en su visita a la isla

Dice Dago Valdés: “fue una solución salomónica hacer dos ceremonias, la gradualidad de estos procesos obliga a esas vías no perfectas pero buenas y posibles… ningún canciller en 56 años ha recibido a los disidentes… pero aun así lo critican”. Agrega: “todos los principales temas de interés fueron abordados con pleno respeto”. Termina “el Secretario Kerry expuso que no habrá levantamiento del embargo sin que se constaten avances significativos en temas de conciencia y derechos humanos en Cuba”.

Según Cuesta Morúa: “no entiendo por qué tantos analistas y periodistas afirman que Kerry dejó a los demócratas cubanos en la invisibilidad política… nada teníamos que hacer en la ceremonia oficial de la inauguración ¿cómo pensar que el gobierno estadounidense iba a crear una situación conflictiva en la ceremonia, dando razón a sus enemigos?”. Concluye: “Lo más importante en las conversaciones entre las autoridades de la Isla y las estadounidenses ocurrió fuera de los reflectores y la exageración mediática; el tipo de audacia que da sentido a la política”.

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Leiva asevera que “el encuentro de la tarde demostró la atención de Obama a los criterios de los integrantes de la sociedad civil independiente, lo cual fue agradecido por los participantes”. Yonai agrega: “Kerry dejó una honda impresión entre activistas y periodistas independientes; el evento de la tarde fue más humano y sentido que el de la mañana…hace muchos años que no vivía un momento así. Personeros de latelevisión oficial coincidieron con aquellos a los que jamás se nos ha permitido participar; fue como un adelanto de la Cuba que nos gustaría tener. Kerry acogió con respeto, interés y atención cada uno de nuestras solicitudes; la primera impulsar el acceso a Internet de los ciudadanos, él coincidió en su importancia y urgencia, ganándose el respeto incluso de los críticos al detente”.

Este antecedente vital no podrá ser ignorado por el Papa Francisco cuando visite a Cuba, una reunión suya con la sociedad civil/disidencia es obligatoria.

Carmelo Mesa-Lago, Catedrático Emérito de Economía y Estudios Latinoamericanos, Universidad de Pittsburgh

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