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Israel libera en pleno desierto a cientos de ‘sin papeles’ detenidos

Las autoridades prohíben que los demandantes de asilo africanos vayan a Tel Aviv

Juan Carlos Sanz
Un inmigrante africano espera un medio de transporte tras ser liberado en el Negev, al sur de Israel.
Un inmigrante africano espera un medio de transporte tras ser liberado en el Negev, al sur de Israel.MENAHEM KAHANA (AFP)

Israel comenzó a poner en libertad este martes a centenares de inmigrantes indocumentados africanos que permanecían desde hace más de un año en el centro de internamiento para extranjeros de Holot, en pleno desierto del Negev, en el sur del país. El Tribunal Supremo ordenó su liberación hace dos semanas tras reducir a 12 meses el plazo máximo de detención, que estaba fijado en 20 meses en la Ley de Extranjería.

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Organizaciones humanitarias israelíes como Médicos por los Derechos Humanos denunciaron que los 750 sin papeles que abandonaron el centro de Holot no contaron con ningún servicio de transporte organizado y tuvieron que dirigirse caminando a las escasas paradas de autobuses de esa zona desértica. La misma ONG criticó también la prohibición de viajar a las ciudades de Tel Aviv y Eilat (en la costa del mar Rojo) impuesta a los recién liberados. Se trata de las zonas de Israel con mayor porcentaje de inmigración irregular, donde cuentan con familiares, amigos y oportunidades de trabajo. Otros 428 internos saldrán en libertad el miércoles, cuando vence el plazo dado por el Supremo al Gobierno israelí.

El Ejecutivo del primer ministro Benjamín Netanyahu ha adoptado una política de mano dura con los inmigrantes indocumentados y demandantes de asilo, a los que suele denominar “infiltrados”. Naciones Unidas tiene registrados a unos 53.000 sin papeles en Israel, de los que 36.000 proceden de Eritrea y otros 14.000 de Sudán. Solo uno pocos reciben asilo político y la mayoría acaban siendo expulsados del país a través de la península del Sinaí.

Tres de los cristianos asesinados por el Estado Islámico el pasado abril en una playa de Libia eran eritreos que habían sido deportados de Israel, según grupos humanitarios que les identificaron en un vídeo, que pretendían viajar hasta Europa desde el país norteafricano.

Los detenidos que han salido del centro para extranjeros de Holot dejan de recibir atención médica y los 600 shekels (unos 150 euros) mensuales que les proporciona la Administración israelí. A partir de mañana solo permanecerán en sus instalaciones 550 sin papeles, pero el Gobierno ya ha anunciado que miles de indocumentados que se concentran en los distritos del sur de Tel Aviv van a ser internados allí.

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El alcalde de la ciudad de Arad, la más próxima al centro de detención de Holot, ordenó a la policía municipal que se desplegara en los accesos a la localidad para impedir la entrada de los extranjeros que acaban de ser liberados, según informó el diario Haaretz. El regidor Nisan Ben Hamo responsabilizó de la situación al Ministerio del Interior, al prohibir a los inmigrantes dirigirse a Tel Aviv o a Eilat. “Van a acabar instalándose en las ciudades del sur, ya que no se ha organizado ningún servicio de transporte para ellos y no tienen adónde ir. En Arad ya están viviendo ahora mismo cientos de demandantes de asilo”, explicó el alcalde en su página en Facebook.

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Sobre la firma

Juan Carlos Sanz
Es el corresponsal para el Magreb. Antes lo fue en Jerusalén durante siete años y, previamente, ejerció como jefe de Internacional. En 20 años como enviado de EL PAÍS ha cubierto conflictos en los Balcanes, Irak y Turquía, entre otros destinos. Es licenciado en Derecho por la Universidad de Zaragoza y máster en Periodismo por la Autónoma de Madrid.

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