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La Comisión Europea pide a España que acoja a casi 15.000 refugiados más

La nueva propuesta de la Comisión otorga a España una mayor participación en el reparto

Reunión de ministros de Exteriores de la UE en Luxemburgo.
Reunión de ministros de Exteriores de la UE en Luxemburgo.JULIEN WARNAND (EFE)

Bruselas espera que España acoja a 14.931 refugiados del nuevo cupo de 120.000 que propondrá la próxima semana a los Estados miembros.Se trata de una cifra que triplica con creces la asignada en el primer reparto de 40.000 asilados —presentado en mayo y todavía motivo de disputa con los países— y eleva el peso de la contribución española en este esquema. Si entonces se pedía a España que asumiera un 10,72% de los asilados sujetos a reubicación por Europa, el porcentaje sube ahora al 12,44% del total, según explican a EL PAÍS fuentes comunitarias. Y ello a pesar de que el Gobierno español ha sido uno de los más críticos con el modelo (y de los menos generosos con su oferta: solo admitió a 1.300 de los ya arribados a Grecia e Italia).

El nuevo reparto que ha realizado la Comisión Europea para aliviar a los países más presionados por las llegadas y distribuir la responsabilidad entre todo el club comunitario redefine las cuotas elaboradas en mayo. El objetivo es rebajar la implicación que se les exige a los países del Este, los más reacios a este enfoque, entre otros motivos por su lejanía geográfica y cultural de los conflictos en la vecindad sur de Europa. Los nuevos cálculos elevan el porcentaje de acogida de países grandes -y favorables a las cuotas obligatorias- como Francia y Alemania. A cambio, lo rebajan para los bálticos y el bloque del Este (con excepciones como la de Polonia).

Además de esas variaciones en las cifras, la Comisión Europea ha introducido en su nueva propuesta otros dos guiños a los países del antiguo bloque comunista. En primer lugar, incluir a Hungría en el grupo de países cuyos refugiados se diseminan por otros países. En la iniciativa de los 40.000 a los que se espera sumar estos 120.000 sujetos a una tramitación distinta, solo estaban sujetos a reparto potenciales asilados que ya hubieran entrado en Grecia o en Italia. En segundo lugar, el Ejecutivo comunitario permitirá una excepción a esa recepción de migrantes. Si un Estado miembro justifica con razones de peso su incapacidad para atender a los que le corresponden, Bruselas podrá eximirlo durante un año. A cambio, tendrá que pagar una cantidad por determinar al presupuesto comunitario, una penalización en toda regla por no involucrarse en este modelo.

Sin querer pronunciarse sobre el contingente de asilados que España estaría dispuesta a acoger, el ministro de Exteriores, José Manuel García-Margallo, mostró una actitud mucho más abierta a las cuotas vinculantes de la que mantuvo el Ejecutivo español hace apenas dos meses. "Lo que importa a España es resolver un problema que apela a la conciencia de todos nosotros. Si son voluntarias u obligatorias, al final el resultado va a ser muy parecido", aseguró a los periodistas al término de una reunión de ministros europeos del ramo en Luxemburgo.

La redistribución obligatoria de refugiados constituye la principal herramienta con la que la Comisión Europea pretende suavizar el impacto del enorme volumen de refugiados que están recibiendo algunos países comunitarios. Pese a que las imágenes desesperadas de los migrantes están sacudiendo la conciencia de Europa -con la foto del pequeño sirio muerto en la playa como máxima expresión de ese giro-, pactar las cuotas no resultará fácil. “Incluso la discusión de hoy ha sido difícil, pero no hay un solo Estado miembro que no esté concernido; lo que hoy les pasa a algunos les puede pasar a otros en seis meses”, alertó la alta representante para la Política Exterior Europea, Federica Mogherini, tras la reunión de ministros.

Fuentes diplomáticas aseguran que Hungría está cada vez más aislada en su rotundo rechazo a abrir vías para los refugiados. Polonia se ha mostrado estos días dispuesta a aceptar más asilados del primer cupo de 40.000 que propuso la Comisión Europea en mayo. República Checa y Eslovaquia han ofrecido abrir un corredor ferroviario para que los sirios lleguen a Alemania. Pero de ahí a aceptar un esquema obligatorio y permanente de acogida de refugiados cuando haya crisis existe un largo camino por recorrer.

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Bruselas divulgará su propuesta para los Veintiocho el próximo 9 de septiembre. Pocos días después, el 14, los ministros europeos del Interior deberán examinarla y enviar una primera señal sobre su disposición a ese esfuerzo adicional. El pasado julio, los Estados fracasaron en repartirse los 40.000 que ellos mismos asumieron debido a que se optó por ofertas voluntarias cuya modestia -en algunos casos- impidió llegar a la meta. Aun así, se lograron 32.000 y los titulares de Interior acordaron revisar el compromiso en diciembre, un trámite que ahora podría acelerarse. Pese a todo, aún no se ha reubicado un solo migrante; el Parlamento Europeo debe validar la iniciativa la próxima semana, después el Consejo Europeo tiene que adoptarla formalmente y, a partir de ahí, comenzará a aplicarse el esquema, con un plazo de dos años.

Con la nueva propuesta de la Comisión, los Estados tienen el mandato de repartirse un total de 160.000 refugiados de los que ya están en suelo comunitario, un logro que requerirá altas dosis de persuasión por parte del Ejecutivo comunitario.

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