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Australia rechaza suavizar la mano dura con los refugiados

No se cerrarán los centros de detención para quienes intentan llegar al país en barco

Centenares de personas reclaman en Sídney aumentar la cuota de refugiados que acoge Australia, el 7 de septiembre de 2015.
Centenares de personas reclaman en Sídney aumentar la cuota de refugiados que acoge Australia, el 7 de septiembre de 2015.WILLIAM WEST

El primer ministro australiano, Tony Abbott, descartó este lunes aumentar la cuota de refugiados que cada año acoge el país y subrayó que no pondrá fin al sistema que encierra en centros de detención en islas del Pacífico a quienes intentan llegar a Australia en barco. Frente a las voces que, desde la sociedad civil, la oposición y en el seno de su propio partido, reclaman aumentar la cuota de refugiados que cada año acoge Australia, Abbott respondió: “No, estamos proponiendo acoger a más gente de [Siria] como parte de nuestro muy considerable compromiso”.

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El primer ministro declaró que consentirá acoger a más ciudadanos sirios dentro de la cuota actual de 13.750 refugiados al año. “Nuestro foco estará en las familias, las mujeres y los niños, especialmente de minorías perseguidas, que han buscado refugio en los campos vecinos a Siria e Irak”, subrayó, y añadió que dará más detalles sobre la cuestión a lo largo de los próximos días.

Entre julio de 2014 y julio de 2015 Australia acogió a un total de 4.400 personas provenientes de estos dos países, azotados por un conflicto que ha acabado con la vida de más de 240.000 personas en los últimos cuatro años.

Las declaraciones de Abbott llegan al mismo tiempo que su Gobierno plantea unirse a Estados Unidos para bombardear objetivos del Estado Islámico en Siria. Esta estrategia se ha interpretado en Australia como un intento de salvar la popularidad de un ejecutivo que no ha sabido hacer frente a las dificultades económicas que atraviesa el país.

La acogida de los demandantes de asilo refleja las divisiones dentro del propio Gobierno. El mismo día en que Abbott hablaba de la cuestión ante la prensa, el primer ministro de la región de Nueva Gales del Sur, Mike Baird, contradecía directamente las declaraciones de Abbott, pese a pertenecer a su mismo partido: “Estoy esperanzado por el compromiso del Gobierno Federal de aumentar nuestra cuota humanitaria en los próximos años. Pero creo que deberíamos hacer más. Y que deberíamos hacerlo ahora”.

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“Hemos olvidado nuestra humanidad”

Miles de personas mostraron su rechazo a la política del Gobierno y a las declaraciones de Abbott concentrándose de forma simultánea durante la tarde del lunes en las principales ciudades del país. En Sídney, centenares de personas acudieron al centro del distrito financiero en una manifestación convocada por decenas de organizaciones humanitarias.

La portavoz de Amnistía Internacional, Sarah Saleh, denunció las condiciones en que se encuentran los demandantes de asilo que intentan llegar a Australia en barco, encerrados de forma permanente en centros de detención en las islas remotas de Christmas, Manus y Nauru. “Hemos olvidado nuestra humanidad”, lamentó Saleh.

Refiriéndose a la fotografía simbólica del niño sirio que apareció sin vida en la costa de Turquía, declaró: “Si Aylan Kurdi hubiera llegado a Australia y estuviera siendo víctima de abusos sexuales en Nauru, o cubriéndose la cabeza con bolsas de plástico para autolesionarse, ni siquiera sabríamos su nombre”.

Por eso, Saleh reclamó al Gobierno “adoptar una política más humana, aumentar la cuota de refugiados a una cifra más acorde con una tierra de abundancia como es esta”. La activista instó a Abbott a “estudiar opciones adecuadas en Siria y más allá, soluciones que pongan la vida humana más allá de la política”.

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